10. Flames

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10. Flames

Los sucesos siguiente de esa noche pasaron con suma rapidez. Theo, Stiles, Scott y yo llegamos a la comisaría, donde Tracy había ido tras la madre de Lydia. Encontramos a la pelirroja en una de las salas, en el suelo, con Kira haciendo lo posible para taponar su herida con sus manos. Tanto Stiles como yo nos paralizamos un segundo. La chica no tenía para nada un buen aspecto, estaba sumamente pálida y cubierta de sudor. Si la sangre del suelo era de ella, estaba claro que había perdido grandes cantidades del líquido.

Reaccioné cuando los ojos verdes de la chica conectaron con los míos. Me dejé caer a su lado, Kira retiró sus manos y me dejó la herida a mi disposición. Sin dudarlo, sin pensar en quienes estaban a mi alrededor, coloqué las manos sobre la piel de Lydia.

Cerré los ojos e hice lo posible para curar la herida. Era profunda y complicada, necesitaría tiempo y todas mis fuerzas. Además, el veneno del Kanima seguía en mi sistema, si bien no paralizaba mi cuerpo, en cierta parte sí paralizaba mis habilidades. No había ni empezado en el proceso, cuando el entorno me distrajo y perdí todo tipo de concentración. Abrí los ojos al sentir el ruido de pasos con tacones. La madre de Lydia apareció gritando de horro al ver a su hija en tal estado. Justo en ese momento, Lydia llevó una de sus manos a las mías. Miré su rostro buscando qué me estaba intentando transmitir.

No lo hagas. Resonó su voz en mi cabeza, había establecido vínculo sin siquiera buscarlo. No me cures. Mi madre ya vio demasiado. Aclaró. Su voz en mi mente sonaba vulnerable, débil y cansada. Estaba por discutirle, decirle que qué importaba si su madre miraba, si descubría que no era humana. Ella, con una herida mortal y grave, se estaba preocupando por mi identidad.

Estuve a punto de mandar su pedido al diablo y curarle, incluso si me drenaba por completo. Sin embargo, alguien me quitó las manos de su herida. Al volver mi visión a esa zona, veía que fue Theo quien las quitó. Estaba confundida con tal gesto, pero luego analicé lo que él estaba haciendo. Se había quitado su cinturón y estaba haciendo un torniquete en la cintura de Lydia, encima de su herida.

Fueron unos minutos más tarde que la ambulancia llegó y se llevaron a la chica en una camilla. Seguía sintiéndome oprimida, con esa sensación de ir tras mi amiga y sanarle sin importar las consecuencias. Ni siquiera me había dado cuenta de que mi papá estaba en comisaría durante el ataque, ni que Tracy ya no estaba por ningún lado.

Por suerte, papá estaba bien, no había sido atacado. Malia apareció junto con Stiles y Scott, supuse que habían ido a buscarle al ver que no estaba en la sala principal de comisaría. La coyote tenía una mirada perdida, casi traumada.

Fuimos en el Jeep. Kira había tomado las llaves del Toyota de Lydia y junto a ella, Theo y Scott nos siguieron hasta el hospital. Al llegar, todo el grupo se unificó ante la presencia de Melissa, la única enfermera que sabía de lo sobrenatural.

—Entró al quirófano. —nos informó para que estemos más calmados. Reconocí el suspiro que mi hermano soltó—. Estará bien. Gracias a tu torniquete, saldrá con vida. —observó a Theo, quien asintió ante el hecho. Nadie dijo nada al respecto, lo cual lo consideré un poco grosero—. ¿Hay algo que deba saber de su herida?

Kira se adelantó — Fue con la cola. —detalló, ya que había sido la única presente durante la pelea—. Le clavó la cola.

—De acuerdo. —agradeció Melissa junto con un asentimiento de cabeza—. Ahora entrará en cirugía, puede tomar horas. Les diría que fuesen a casa a descansar, yo les avisaré de las novedades.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Where stories live. Discover now