47. Improvisando

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47. Improvisando

—Algo anda mal. —dije observando cómo el cronómetro del celular de Scott finalizaba. Luego de haber compartido aquella situación, con los nervios más calmados, centramos nuestras mentes en el plan, en sacar a Lydia de ahí y salir de Eichen.

—Pasó demasiado tiempo. —acotó Liam, inclinándose sobre la reja e intentando usar sus sentidos sobrenaturales para encontrar respuesta a la tardanza de mi hermano. Aunque supongo que por el mountain ash, no podía escuchar demasiado.

—Ya debería estar con Lydia, ¿no? —cuestionó Scott, intentando aún pensar que había tiempo. Pero la verdad era que no. No teníamos tiempo. Y ya habíamos perdido bastante al esperar que los guardias se fueran y con el tema de la puerta.

Busqueé entre mis bolsillos, buscando aquella semilla que consideré que podía sernos útil. Serme útil. Saqué el anís, era solo una semilla. La otra la tenía mi hermano. Tomé la semilla entre mis manos. Antes de sumergirme en el mundo astral y que la semilla me guíe, me giré hacia Scott.

—Intentaré ir a por Stiles. —le informé, para que estuviera al tanto—. Haré el sondeo telepático, con suerte, el anís dejará que pase la barrera. —Scott me observó con atención. Su mirada era firme y atenta. Asintió. Miré a Liam, que también me asintió al nuevo plan. Me volví hacia Scott—. Protéjanme mientras me voy.

—Siempre. —me respondió Scott con decisión y firmeza.

Y entré al plano astral. 

•••

Sentí mi cuerpo desprenderse de mi aura. Al abrir los ojos, el escenario era el mismo, pero se sentía distinto. Como si mi cabeza estuviera bajo agua, los ruidos eran lejanos para mí, pero mi visión era clara. Me giré sobre mí, sin poder evitar ver las uniones que emergían mi esternón y se dirigían a Scott y Liam. Ver las uniones siempre me conlleva cierto tiempo de apreciación, pues esas denotan la importancia de las personas que considero mis protegidas.

Sin poder evitarlo, mis ojos se posaron en la unión de Scott, evaluándola desde la última vez que le vi. Estaba igual de bordó, igual de intensa y predominante. No parecía haber cambiado desde aquella vez en la casa de Scott, cuando perdió momentáneamente el control. Aunque, tampoco he vuelto a inspeccionar bien aquella unión.

Mi mente me recordó la situación con la mezcla de Cayenna, arándanos y Convolvulus. La intensidad del tacto, la necesidad de mostrarle a Scott sobre estas uniones... Aún sentía abrumo de solo pensar aquella escena.

Cerré los ojos, concentrándome en lo que importaba ahora mismo. Encontrar a Stiles, sacar a Lydia de aquí. Me giré sobre mis talones y pasé la puerta de rejas. El muro de mountain ash me golpeó potentemente. Sabía que la madera de serbal no era lo que me detenía, eran millones de protecciones adicionales que afectaban a mi origen nórdico.

Apreté mi mano, aquella que en el plano físico tenía la semilla de anís. Aunque fuera solo una semilla, debía ser suficiente. Mi hermano tenía la otra, con suerte, la que yo poseía me ayudaría a encontrar a su gemela. Tenía también la ventaja de ver exactamente el vínculo que compartía con Stiles, eso me daba una noción de dónde estaba él. Con la potencia extra del anís y la unión con mi hermano, caminé por el pasillo.

La cabeza me martillaba, las náuseas comenzaron a los pocos metros de alejarme de mi cuerpo físico. Probablemente no duraría demasiado, si no fuera por el anís y mi convicción. No pensaba rendir,e tan fácilmente, no cuando mi hermano puede estar en problemas y requiere de ayuda. No me importa si es el serbal, si son otros encantamientos, hierbas u otro material místico del más allá. Ninguno me impedirá llegar a mi hermano. Y con ese pensamiento en mente, continué caminando.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Where stories live. Discover now