21. Verdades impacientes

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21. Verdades impacientes

—Sé lo que pasó con Donovan. Lo sé todo. —recalcó el lobo con una postura firme y un tono algo duro. Sus ojos celestes estaban clavados en mi hermano, que aún le miraba con desafío, a pesar de los nervios de saber que Theo conocía de alguna forma lo ocurrido con Donovan.

Aún estaba en el suelo, ante la declaración de Theo yo no me había movido. Pues tanto el hecho de que supiera lo que hicimos más el cuerpo ahí yacido de otra quimera... Era demasiado para mí, necesitaba unos segundos de procesamiento. Mi hermano siempre fue más rápido al reaccionar, él ni bien vio todo se levantó del suelo e inspeccionó el cuerpo para luego desafiar a Theo. Él logra manipular su ansiedad y nervios para la acción, mientras que a mí me dejan unos segundos en parálisis.

Recién me andaba levantando cuando mi hermano pareció actuar bajo pura impulsividad. Se acercó a Theo, aún con su mirada desafiante y los ojos que parecían destellar llamas de fuego, y así le tomó de su remera. De alguna forma, logró maniobrar el cuerpo del Beta para movilizarlo hacia la pared más cercana y arrinconarlo ahí. Supongo que habrá sido un movimiento sorpresa para Theo, ya que tranquilamente con su fuerza lobuna podría haber evitado toda la maniobra de Stiles.

—¡No sabes nada! —gritó con rabia mi hermano. Parecía estar sucumbiendo a sus instintos, aunque no sé si son instintos protectores o simplemente agresivos. Theo no reaccionó ante el grito, se le quedó mirando neutralmente, cosa que pareció darle más rabia a Stiles.

—¡Sti! —llamé por instinto. Mi pensamiento seguía presente en que realmente no podíamos juzgar a Theo por lo que acababa de hacer, ya que nosotros hicimos algo similar hace unos días con Donovan. Sí tenía curiosidad por cómo él sabía de eso, pero no creía que fuera adecuado postrarnos desde un lugar de jueces cuando nosotros no tenemos las manos limpias.

Como era previsto, Stiles apenas reaccionó ante mi llamado. Continuó aprisionando a Theo contra la pared y su propio cuerpo. Al llamar su nombre (su apodo más bien), sí se inclinó levemente hacia mí aunque no me observó, parecía que se hubiera olvidado que yo también estaba presente.

Me acerqué a ambos con la intención de separarles y evitar que se maten entre sí. Aunque Theo tenía una mirada neutra, podía notar como levemente esa neutralidad se esfumaba para dar lugar a un semblante duro. Si no me detenía, el lobo podía también sucumbir ante sus instintos más feroces y hacerle daño a mi hermano. Además, prefería que la atención se la llevase el cadáver y el interrogante de qué hacer con él, antes que cualquier otra cosa. Me ponía muy nerviosa pensar que Scott, Liam, Malia, cualquiera entrase y nos viera así con la quimera muerta a nuestros pies.

Mi mente divagó y no logré evitar que Theo cediese un poco ante su instinto. Vi de reojo cómo posicionaba sus manos sobre los hombros de Stiles y con poco esfuerzo intercambiaba sus lugares. Ahora era mi hermano el arrinconado entre la pared y el cuerpo del Beta.

—¡¿Pueden detenerse de una vez?! —pedí desesperadamente, casi con la voz que se me quebraba. Eso a raíz de todas las preocupaciones que surgieron ante lo de Donovan.

No me escucharon, siguieron en su concurso de miradas, a ver quién fulminaba primero al otro. A pesar de que Stiles estaba con su ceño fruncido, notaba su temor. No sólo porque estaba arrinconado por Theo, un lobo en el cual nunca confió al cien por ciento, sino también ante la posibilidad de que sepa lo de Donovan y que lo comente, que lo use como ventaja.

Logré percibir que Theo aflojó un poco el agarre, aunque mantenía aún a mi hermano en su lugar — Estuve ahí, en la biblioteca. —comenzó a relatar, con un tono menos prepotente—. Malia había encontrado el libro y me mandó mensaje preguntándome dónde estabas. —su mirada estaba clavada en el rostro de mi hermano, quien hacía lo posible para evitar reaccionar ante sus palabras—. Me dijo que te había dejado durmiendo en la biblioteca. Le respondí que estaba cerca. Y justo vi a Sarah entrar a toda velocidad al instituto... —giró levemente su cabeza hacia mí, conectando brevemente nuestras miradas—. Escuché un terrible sonido y cuando entré... Los andamios ya habían caído.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Where stories live. Discover now