54. Sobreviviendo a la Bestia

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54. Sobreviviendo a la Bestia. Parte I

—Scott... —quise llamar, pero su nombre salió cual murmullo de mis labios. 

Supongo que me escuchó de todas formas, pues su oído sobrenatural podía captarme, pero la realidad es que fuera del aula, se escuchaban rugidos, gritos, pasos por doquier, por lo que no me extrañaba si alguno de esos otros sonidos le llamaba más la atención.

Kira estaba cerca de mí, al verme que me intentaba incorporar del suelo a pesar del dolor que presentía de Liam, ella me ayudó. Colocó sus manos debajo de mis axilas y me impulsó hacia arriba. Ya de pie, al alzar mi mirada vi que Scott me observaba.

—Tengo que ir con Liam... —dije casi sin aire. La verdad es que con el dolor de la unión de Kira y ahora el dolor que presentía de Liam... Me sorprendía siquiera poder estar de pie. Supongo que el deber de la hamingja, de proteger a mis seres queridos, era lo único que me mantenía despierta.

Scott frunció el ceño — No te puedes mover, Sari. La Bestia...

—Necesita mi ayuda. —insistí, interrumpiéndole con más firmeza intentando hacerle entender la urgencia—. Estaré mejor cuando Liam se recupere. Cuando le cure. —aclaré.

Mi mejor amigo apretó sus labios, odiando la verdad de mis palabras. Se giró hacia la puerta, agudizó su oído en busca de la Bestia. Tomó aire y lo soltó a modo de suspiro — De acuerdo. Pero no te despegas de mí. —indicó con su dedo índice en alto, como si me estuviera consintiendo pero con condiciones. Asentí rápidamente. Los ojos de Scott se posaron en Kira—. Kira, mientras buscamos a Liam y distraemos a la Bestia, ¿puedes intentar sacar a la gente de aquí?

La chica pareció sorprenderse siquiera que Scott le dirigiera la palabra. Pero acto seguido asintió con velocidad y una pequeña sonrisa, agradeciendo que a pesar de todo aún confiase en ella. Los ojos oscuros de Kira se entrecruzaron con los míos momentáneamente. Le sonreí, dándole mi apoyo.

Salimos del aula, Kira fue hacia donde se escuchaban pasos, mientras que Scott y yo fuimos para el lado contrario. Dejaba que mi unión con el Beta nos guiase. No entraría al plano astral, no por el momento, siento que debo hacerlo con calma y en un lugar a salvo. Por lo tanto, no estaba muy segura de para qué lado ir, sin embargo, me dejé llevar. Antes de conocer sobre el plano astral y mis uniones con mi manada, yo llegaba a los lugares donde necesitaba por mi simple instinto. Supongo que en realidad, eran esas uniones (invisibles para mí en su día) que me guiaban hacia mis protegidos. Yo siempre lo denominé mi instinto hamingja.

—Arriba... —aclaré a Scott, quien tenía un brazo rodeando mi cintura, ayudándome a moverme, puesto que las heridas de Liam parecían profundas.

Fuimos hacia las escaleras. No llegamos a subir ni el primer escalón, pues la gran figura difuminada y oscura de la Bestia nos recibió. Ambos alzamos nuestros rostros hacia la criatura. Sus largos dientes filosos se hicieron presentes, casi dándonos la bienvenida. Rugió con potencia, hasta sentí la vibración de dicho rugido retumbar en mis huesos. 

La Última Quimera se encontraba en el entrepiso, aquél pequeño espacio que unía ambas escaleras, conectando así los pisos. Su posición era de ataque, casi como si nos hubiera estado buscando. Bueno, probablemente buscaba a Scott, el Alfa. Aunque no tengo muy en claro la motivación de la Bestia, nos habían dicho que mataba por placer, pero supongo que la obsesión de ir a por mi manada, especialmente Scott, es porque reconocía a mi mejor amigo como una amenaza a su existencia.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Where stories live. Discover now