55. Sobreviviendo a la Bestia

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55. Sobreviviendo a la Bestia. Parte II

Abrí mis ojos nuevamente, con algo de miedo con lo que iba a ver. Afortunadamente, lo primero que mis ojos observaron con detalle fue el rostro de mi mejor amigo. Su mirada fija en mí, y eso me calmó brevemente. Tragué con dureza y bajé mi mirada a mi centro, ahí donde todas las uniones convergían. Y para mi sorpresa... Éstas brillaban con intensidad.

Incluso la de Kira.

El kitsune no había logrado eliminarla por completo. Brillaba un poco menos, titilaba su brillo, pero seguía ahí. No entendía pero me alegraba tanto verla ahí que pude respirar tranquila. Tal vez ninguna unión se va sin que yo lo permita. Y no iba a permitir que el kitsune me quitase el vínculo con mi amiga. 

Sonreí honestamente. Había muchas cosas que aún no comprendía de mi naturaleza hamingja, pero sin duda ese poder seguía asombrándome. Alcé mi mirada hacia Scott, casi como si quisiera transmitirle la buena noticia, incluso si él no sabía explícitamente lo que había ocurrido con la unión de Kira. 

Él seguía observándome con atención. No sé si logra sentirme de alguna forma en el plano astral, porque en el plano físico yo estoy frente a él pero con mis ojos cerrados. No sabía qué parte de mí veía, si la real o la astral. De todas formas, le dediqué una sonrisa aliviada y proseguí a hacer lo que debía. Curarle a él y a Liam.

Bajé nuevamente mi mirada. Localicé rápidamente la de Liam, era de un amarillo dorado, tal cual sus ojos de Beta. Una de mis manos se acercó a ese vínculo y la rodeó con suavidad. Sentí un calor en mi pecho al tocar esa unión incorpórea. Sabía que Liam lo sentía también. 

Con mi otra mano, en mi forma astral, la dirigí hacia la unión con Scott... Me detuve a pocos centímetros. Las pocas veces que toqué ese vínculo, alteré el mismo. No sabía si debía hacer eso o no... 

Un rugido de la Bestia me dio la respuesta. Scott necesitaba ser curado y obtener algo de fuerza a través de nuestro vínculo, como hice en Eichen cuando rescatamos a Lydia. Era necesario que estuviera en toda su capacidad. Eso me dio el empujón que necesitaba. Tomé suavemente pero con decisión esa gran y diferente unión. Fue mi mano y mi pecho los que sintieron una sensación cálida que les envolvía. Cálida y poderosa.

Tomé aire y me concentré en usar mi habilidad curativa. Las uniones, ambas brillaron. No podía ver a Liam, pero sabía que estaba sintiendo sus heridas sanarse. En cambio, sí podía observar a Scott. Sus ojos se habían cerrado, casi como si sintiera el alivio de mi habilidad curativa recubrirle todo el cuerpo, especialmente su hombro y costado. 

El brillo de la unión se unía, del otro extremo, al pecho de Scott. Pero al curarle, ese extremo se ramificaba, cual venas y arterias, hacia su hombro y costado; y a su vez brillaban por debajo de su piel. Como si mi unión con mi protegido se extendiera temporalmente hasta llegar a sus heridas. ¿Eso pasaba cuando curaba en el plano real? ¿Mi hamingja usaba mis uniones para curar con más rapidez? Eso explicaría porqué cuando curo gente que no son mis protegidos suele costar un poco más...

No costó demasiado curarles. Al contrario, fue más sencillo con sus uniones. Solté ambos vínculos y volví a la realidad con facilidad. Antes de volver, observé con atención la unión de Kira. Parecía algo débil, pero seguía ahí. Eso era suficiente. Cerré mis ojos nuevamente.

•••

Al abrir nuevamente mis ojos, los marrones de Scott me reencontraron. Parecía ya una costumbre, encontrarme con sus chocolatosos orbes. No me quejaba. Sonreí al instante. Mi mirada bajó a su hombro. La zona estaba cubierta de sangre seca y su remera de lacrosse estaba destrozada, pero al menos no se veía ningún tipo de herida. Efectivamente le había curado.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora