Monsters In Disguise [Teen Wolf]

39. Heal a broken heart

39. Heal a broken heart

Dedicado a Dougladys

Nos tomó todo el día volver a Beacon Hills. Durante el viaje, Kira nos explicó qué ocurrió en el desierto y su madre nos relató aquellas cosas que ella no sabía. Aparentemente, esas mujeres eran SkinWalkers y tenían cientos de años. Noshiko creía que podían ayudar a Kira a canalizar al Zorro dentro de ella, sin embargo, parecían querer que Kira se quedase ahí por años para poder aprender a lidiar con la energía de sobra que poseía.

—Tal vez no quede intacto. —indicó la señora Yukimura, refiriéndose al trato con esta gente del desierto. Nos explicó que no podían salir de su terreno, que sus espíritus estaban ligados al desierto, pero que encontrarían la forma de cobrar venganza.

—Lidiaremos con ellas. —prometió Scott, aunque le faltó agregar el "luego". Prosiguió a contar sobre lo ocurrido en Beacon Hills, sobre la traición de Theo, sobre los Doctores y finalmente sobre la Última Quimera.

Llegamos a casa alrededor de las nueve de la noche. Dejamos a las Yukimura en su residencia, prometiendo que al día siguiente seguiríamos poniéndonos al tanto pero que por el momento, ambas debían descansar. Luego, Stiles condujo hacia la casa de Scott. Sin embargo, en mitad del camino, papá nos llamó. Y no tenía buenas noticias.

Redirigimos el rumbo hacia el hospital. Al estacionar, nos adentramos al establecimiento, fuimos al segundo piso como papá nos indicó. El ascensor se abrió justo para que todos viéramos como varios enfermeros llevaban camillas con bolsas negras encima. Todos cadáveres, y al menos veíamos diez.

Me quedé paralizada ante la escena. ¿Qué había ocurrido mientras no estábamos? Tal vez alguien aprovechó que el Alfa de Beacon Hills no estaba disponible para hacer su jugada. Tal vez no deberíamos habernos ido todos, tal vez debí haberme quedado detrás y proteger Beacon Hills.

Papá nos explicó que habían veintitrés cadáveres, que fueron encontrados por Chris Argent en el drenaje. Según los forenses, no fueron asesinados ahí, sino que sus cuerpos fueron trasladados después de su muerte.

—Habrán sido los Doctores. —dedujo mi hermano, observando como aún aparecían camillas moviéndose por el pasillo—. Le están cubriendo el rastro, protegiéndole...

—¿Protegiendo qué? —cuestionó papá.

—Es una teoría. Una terrorífica teoría. —respondió Stiles, moviendo sus manos para alivianar los nervios—. Suponemos que es un hombre lobo.

—Se le llama la Bestia. —agregó Scott, sabiendo aquello por haber leído el libro de Derek. Papá abrió los ojos con sorpresa.

—Lo sabemos. —dije al notar su expresión—. Terrorífico.

Papá suspiró — Ni que lo digas. —se pasó una mano por el rostro—. Tendremos que averiguar cómo llamaremos a Parrish. Porque parece que su sueño se está haciendo realidad.

Y eso, tal vez, era lo más terrorífico de todo. Porque Parrish le había dicho a Lydia que él en sus sueños veía a todos muertos, en una gran pila junto al Nemeton, y él llevaba los cuerpos. Creímos que tal vez era una señal, una forma de contactar del Nemeton, pero parece que no.

Era más bien una premonición de lo que ocurriría.

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