Monsters In Disguise [Teen Wolf]

1. Memento

1. Memento. Parte I

El verano, dentro de todo, pasó rápidamente. Finalicé mis estudios, rendí los últimos exámenes que me habían quedado y oficialmente había pasado, junto a la mayoría de mis amigos, a último año. No habíamos tenido ningún problema sobrenatural hasta el momento, y lo apreciaba. Pues, necesitaba tiempo para mí misma.

Confieso que los primeros meses fueron difíciles. No paraba de pensar en Derek, de ver su teléfono entre mis contactos y aguantarme las ganas de hablarle. Había días en los que me sentía realmente sola, le extrañaba mucho. Me pasaba algunas tardes mirando el techo, pensando en qué estaría haciendo, si pensaría también en mí, tanto como yo lo hacía.

Afortunadamente, mi hermano y mis amigos me mantenían activa. Me mantenían con la mente ocupada y hacían pasar mis días con rapidez. No fue hasta cuatro meses después, que un día me levanté y hasta se me había olvidado por completo que Derek ya no estaba. Me hacía sentir algo culpable, pero a la vez reconocía que no podía estar el resto de mi vida lamentándome por haber hecho aquella elección. Él lo hizo por su bien. Y ahora yo debía seguir adelante por el mío.

Mi amor por Derek no cambió. Y probablemente nunca lo haga. Pero no puedo vivir de las memorias, del pasado. No es sano. Entonces, me concentré en enfocarme en otras cosas. Principalmente, mi futuro. ¿A dónde iría después del instituto? Este era mi último año, así que debía ya pensar en qué camino tomaría. Stiles estuvo bastante inquieto con ese tema, pensando e ideando planes para que el grupo entero no pierda conexiones.

Aún no tengo en claro qué carrera elegiré, o si podré entrar en alguna buena universidad. Y antes de angustiarme por el futuro, debía aprovechar y disfrutar mi último año. Mis últimas vacaciones de verano en Beacon Hills y con las personas que más quiero. Y así fue.

Me pasé tardes enteras con Lydia en algún centro comercial (y eso que no soy de las que disfrutan de las compras). Las noches usualmente las pasaba con Scott y Stiles viendo películas. Algunas veces, los fin de semanas que por lo usual estábamos siempre libres, nos juntábamos todos para jugar juegos de mesa. Ahí descubrimos lo mal perdedora que es Malia (y cómo puede llegar hasta amenazar con garras y colmillos).

Hasta logré conseguirme un pequeño trabajo de verano. En el hospital general estaban algo cortos de personal, y Melissa acudió a mí. Casi todas las mañanas me la pasaba detrás del mostrador, atendiendo como recepcionista a aquellas personas que iban por chequeos mensuales o por consultas sin prisas. Aprendí unas cuantas cosas de medicina en el entretiempo, Melissa me tenía como su aprendiz. Cuando había algún caso no muy grave, me llevaba con ella para explicarme algunos procedimientos médicos.

No sólo conseguí mi primer trabajo oficial, sino también mi licencia para conducir. Después de varios años dependiendo de papá, de Stiles o de otro que pudiera conducir, he decidido aprender a hacerlo. No podría tener un auto propio, pues no era necesario ni había dinero para aquello, pero al menos en una situación de emergencia podía actuar de ser necesario. No voy a mentir, al principio se me hizo complicado. Confundía pedales y casi nunca me acordaba de cómo debían ir las palancas. Pero papá fue paciente (Stiles no tanto) y finalmente logré sacarme la licencia.