28. La unión se quiebra

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28. La unión se quiebra

Sarah no quería creer lo que sus ojos veían. Pero efectivamente, su mejor amigo estaba cuestionando, interrogando y juzgando a su hermano. En su mano derecha tenía toda la prueba necesaria para adjudicar el crimen a los Stilinski. La llave de mano con la cual Stiles se defendió cuando Donovan le atacó en el estacionamiento de su instituto. Tenía aún rastros de sangre secos del joven muerto encima.

—¿Por qué no me dijiste? —cuestionó Scott. Sarah sintió que su corazón iba a desfallecer en cualquier momento. Cada vez que pensaba en esa escena o que la vivía en sus sueños, debido a ser un miedo latente que su subconsciente usaba para sus escenarios, sentía que estaba al borde del abismo y que el suelo debajo de ella era inestable. Pronto caería al vacío oscuro.

—Iba a hacerlo. Íbamos a hacerlo. —corrigió Stiles, inclinándose a un lado, observando que su hermana acababa de aparecer en escena. Scott se giró, buscando la mirada de su amigo, encontrándose con la de Sarah.

—¿Tú sabías? —preguntó el Alfa, con un tono tintado levemente de decepción y de traición. En la mirada de Sarah se observaba el lamento y el desfortunio de que Scott se enterase de esa forma, habiendo encontrado la llave de Stiles.

Sarah asintió — Yo... Yo también fui parte... —era duro decirlo, y era también duro para Scott escucharlo. Asentar que sus dos mejores amigos violaron la única norma que él defendía a toda costa.

Levemente, el Alfa frunció el ceño, pues Theo le había dicho sobre lo ocurrido de Donovan y Stiles, no había mencionado a Sarah... Pero tal vez el chico se había confundido, o no la había visto.

—¿Por qué no me dijeron lo que ocurrió? —Scott se movió de tal forma para no dar la espalda a ninguno de los dos.

—No pudimos. —contestó Sarah, con un nudo intenso formándole en la garganta. Sentía que su corazón dejaría de latir, que sus pulmones no lograban capturar el oxígeno necesario, que su cuerpo desfallecería por falta de fuerzas...

—¿Mataron a Donovan?

Sarah asintió, lentamente — Iba a matar a Stiles... A papá. No podía... No... —su voz se quebró, dejando que la desesperación y el llanto se colara con la pronunciación de cada palabra.

Ella deseaba decirle todo lo que alguna vez le dijo a Theo, hacía semanas atrás. Que no podía perder a nadie más, que tras la muerte de Allison, Sarah no podía darse ni el lujo de perder a otro ser querido. Que haría todo lo posible para evitar que alguien más muriese. Si bien no fue su intención, matar a Donovan, ni tampoco la de Stiles, se vieron acorralados. Sin opción.

—No se supone que hagan esto... —la voz de Scott también temblaba, él también sentía que estaba al borde de un abismo—. Ninguno de nosotros.

—¿Crees que tuvimos alguna opción? —cuestionó Stiles, con un tinte enojado. Sabía que su amigo no se tomaría bien la noticia, y aún peor si no fueron ellos quienes se lo dijeron, pero le estaba molestando la poca comprensión de Scott.

—Siempre la hay. —contrarrestó Scott, girándose hacia el Stilinski hombre. Stiles apretó sus labios. Sarah sentía rodar sus lágrimas, que afortunadamente se camuflaba con las gotas de lluvia.

—Tuve la opción de proteger a mi familia, Scott. —mencionó Sarah con la voz temblorosa por el llanto y el miedo—. Y eso hice.

—Yo no puedo hacer lo que tú haces, Scott. —agregó Stiles, con aún enfado en su voz, con una tonalidad predominante—. Sé que en nuestra situación, tú no lo hubieras hecho... Seguro se te ocurría algo.

—Lo intentaría. —aclaró con tristeza. Sarah sintió aquél comentario como un puñetazo. ¿Acaso Scott no veía que ellos lo intentaron? ¿Que no fue por voluntad, sino defensa propia?

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Where stories live. Discover now