57. ¿Cuán desesperados estamos?

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57. ¿Cuán desesperados estamos?

Me levanté sobresaltada, pues el sueño que acababa de tener era confuso. No sólo por la presencia de Allison en un atuendo y escenario extraño, ni por la presencia de la Bestia en ese mismo... Sino porque Scott estaba en él. Y me había hablado, y se sintió demasiado real. 

Aparentemente, aquél hecho no sólo me llevó sorpresa a mí. A mi lado, Scott parecía haberse despertado de la misma forma, sobresaltada, agitada, y por su ceño fruncido, intuía que muy confundido. Tenía puesta su musculosa blanca, la cual parecía estar arrugada hacia arriba, dejando ver algo de su abdomen. Su cabello estaba completamente despeinado, su pecho subía y bajaba con rapidez. Sus ojos inspeccionaron su alrededor, como si estuviera evaluando que no hubiera ninguna amenaza cerca, y luego su mirada se posó en mí.

Supuse que a sus ojos yo estaba igual de despeinada y agitada que él. Me observó con detalle — ¿Estás bien? —preguntó con voz rasposa, claramente de haberse despertado recién. Abrí mis ojos ante la sorpresa, pues no recordaba su voz mañanera siendo tan... profunda. Para evitar balbucear, asentí con la cabeza. Scott respiró profundamente.

Se permitió relajarse, su espalda se destensionó, pasó sus manos por su rostro, queriendo despertarlo y prosiguió el movimiento hasta sus cabellos, despeinándolos un poco más. Tomó aire con detenimiento y lo expulsó de la misma forma. Más calmado, habló. Y esta vez, su voz estaba un tanto menos rasposa.

—Tuve un sueño extrañísimo... —confesó, frunciendo levemente su ceño. No me observaba, sino un punto vacío de su suelo—. Primero, no sé, como que estaba en el instituto, buscando a Mason y así... Y de repente, escucho tu voz. 

—¿Mi voz? —logré articular. Mi garganta estaba algo seca, necesitaba beber un poco de agua. Sus ojos encontraron a los míos.

Asintió — Sí, pero... Era raro. No me llamabas porque estabas en peligro, o porque me necesitases urgentemente... Era como si... —apretó sus labios. Sacudió su cabeza—. No sé cómo explicarlo. Era casi como una melodía. Como si estuvieras cantando.

—¿Yo estaba... Cantando tu nombre? —pregunté algo confundida, aunque tal vez era que recién me despertaba y no estaba tampoco entendiendo bien lo que mi amigo me decía.

Desvió su mirada y se rascó su nuca — Sí... No sé... Algo así... —habló en una tonada muy baja, casi no le escuché—. Te busco, y aparezco en un lugar completamente distinto. —alzó su voz y su rostro, pero aún mirando un punto fijo en su pared.

—¿En un estanque congelado, con Allison corriendo y la Bestia detrás de ella? —cuestioné, sabiendo que había una alta posibilidad de que Scott asintiera a mi pregunta. Sus ojos marrones volvieron a encontrarme, esta vez se veía la sorpresa en ellos. 

—¿Cómo lo sabes? —me miraba como si fuera algo asombroso.

Sonreí sin poder evitarlo, su reacción era muy graciosa — Porque era mi sueño. No sé qué pasó... Pero apareciste en mis sueños. —aclaré.

Scott abrió su boca, queriendo acotar algo, pero se detuvo. La cerró. Pasaron dos segundos. Frunció el ceño. La volvió a abrir. Poco después la cerró nuevamente. Miró a su alrededor. No podía dejar de pensar que la secuencia me parecía sumamente tierna. Más allá de las pintas de recién levantado que tenía, sus gestos y expresiones me daban gracia y ternura. Finalmente, pareció encontrar las palabras. 

—Tengo muchas preguntas. —indicó, queriendo hacer notar verbalmente su confusión. Sonreí y solté una pequeña risa a modo de exhalo. Él también sonrió—. Pero, creo que la primera es, ¿por qué estabas soñando con Allison y la Bestia?

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Where stories live. Discover now