Monsters In Disguise [Teen Wolf]

14. Una novela que no leería ni Hermione

14. Una novela que no leería ni Hermione

Luego de todo el momento emotivo, Stiles se permitió relajarse tan solo unos cuantos segundos. Podía notar que aún estaba muy tenso por lo ocurrido, que la imagen de Donovan estaba tan incrustada en su mente como lo estaba en la mía. Sabía que estaba nadando en culpa y en ansiedad, y era cuestión de tiempo para que explotase. Me hubiera gustado hacer algo para quitarle ese sentimiento.

Sin embargo, yo también tenía ciertos nervios creciendo en mi pecho, pero era distinto. No sentía culpa por lo que hice, al menos no demasiada. Y sabía que la razón era porque mi hermano estaba a salvo. El alivio era mayor. Y sé que eso no está bien, no justifica lo que hice. Pero no podía evitarlo. Le dije varias veces a Theo que haría lo posible, cualquier cosa, con tal de evitar otra muerte de un ser querido. Desde la muerte de Allison... El dolor de su pérdida seguía ahí, como una marca que siempre llevaré en mi corazón. No puedo seguir agregando marcas.

Además, considero que no es la única "marca" que tengo. La ida de Derek, e incluso la de Isaac en su momento, también habían dejado una huella. Igual de dolorosa, pero de distinta forma. A todo eso, no podía agregar una hipotética marca de haber perdido a mi hermano. De sólo pensarlo, se me hiela la sangre. Así que sí, no estuvo bien, no significaba que ahora en más mataría a mis enemigos, pero tampoco me quedaría de brazos cruzados, intentando no hacerles heridas mortales cuando alguien que amo está en peligro. Y espero que mis amigos entiendan aquello. Espero que Scott lo haga.

Stiles tenía miedo porque pensaba que yo le veía de distinta forma luego de lo de Donovan. Le dejé en claro que no era así, que estuve ahí y porque participé en el acto, que no fue un acto predeterminado o pensado. Fue un desastroso accidente de defensa propia. Pero... ¿El resto lo vería así? Ellos no estuvieron presentes, no sintieron el miedo de perder a Stiles... Eso me preocupaba.

—No diremos nada. —estableció Stiles. No sé si dije mis pensamientos en voz alta o si él estaba pensando lo mismo que yo. Alcé mi rostro, sus ojos marrones me observaban con detalle—. No les diremos nada aún... No saben que Donovan escapó y el cuerpo... Desapareció. Aunque se los dijéramos, no tenemos pruebas de nada de lo que ocurrió.

Asentí levemente, entendiendo lo que decía — Pero debemos contárselo en algún momento. —declaré lo inevitable. Pude notar por sus gestos que no le agradaba la idea—. No podemos mentirles lo que nos resta de vida. Notarán que hay algo distinto en nosotros, que les ocultamos algo. Digo... Nuestro mejor amigo es un lobo que tiene un poder sobrenatural capaz de decirle si alguien le miente. Malia igual.

Stiles suspiró de forma cansada. Se pasó una mano por el rostro — Lo sé, lo sé... Se lo contaremos, sólo... No ahora. Ellos no saben que Donovan era una quimera. No le estarán buscando.

—Es verdad. Hablé con Scott antes de... —moví mis manos, haciendo referencia a todo lo ocurrido hace unas horas—. Él me comentó que estaban yendo a Sinema, el club, porque ahí estaba la siguiente quimera. Un tal Lucas, mitad escorpión.

Stiles afirmó con la cabeza rápidamente — Está bien, está bien... —murmuró, un tanto satisfecho que el plan de no revelar lo ocurrido con Donovan tenga algo de soporte por las circunstancias en las que estamos—. ¿Te dijo si le atraparon?

—No volví a hablar con él desde entonces. —respondí con honestidad.

Justo en ese instante, el teléfono de Stiles empezó a vibrar como loco. Eran como las dos y media de la mañana. El nombre de nuestro mejor amigo se hallaba en la pantalla.

—Hablando del Rey de Roma...

Stiles tocó el botón verde y ni bien aceptó la llamada, colocó la opción de altavoz. Scott habló al instante: — Alguien se está llevando los cuerpos. —dijo sin contexto alguno. Me hizo fruncir levemente el ceño. En otra situación, probablemente me burlaría de su falta de saludo.