Capítulo Veintitrés: Traicionada.

5.5K 578 35
                                    

North lo había sabido todo este tiempo.

Y nunca me lo había dicho.

No sabía que me causaba más dolor; si el hecho de que el chico que pensé querer hubiese sido tan miserable con mi hermano aquella vez y nunca haberme dicho el daño que su padre nos había hecho, o pensar que había dejado que el alfa creciera bajo mi piel, pensando en la infinitesimal posibilidad de haberle dejado entrar a mi vida.

Quizás sólo me rompía el corazón no haber disfrutado del tiempo de mi ignorancia.

Había estado cerca de decir que sí a su propuesta de estar juntos.

Aguanté un sollozo, mientras dejaba que mi cara húmeda se escondiera en la sobria noche.

Estaba cansada de llorar. Me mantenía débil y sin hacer nada, cuando había dicho que dejaría de derramar lágrimas hace tiempo.

Odiaba sentirme tan impotente.

Me abracé a la almohada mientras sofocaba un grito y espere a que el sueño amargo llegara.

***

Dakota vino el siguiente día que no había ido a clase, y por su cara sin color supe que ya había notado que un nuevo integrante había regresado a la familia. Se sentó en la orilla de mi cama y me miró como quien mira a un enfermo desvalido.

No era para tanto. Le había dicho a mi madre que no iría a la escuela porque me dolía el estómago, y probablemente me había enfermado por la tormenta del día anterior, así que ella había llamado a la escuela explicando eso y luego se había ido al trabajo, dejándome reluctante al cuidado de Caine, quien me miraba con profundo interés cada vez que se asomaba por la puerta de mi cuarto. Como si esperase que en cualquier momento brincara de mi cama y me arrojara por la ventana. Y fuera a buscar a North por una explicación.

-Luces terrible.- Dakota comentó, extendiendo una mano hacia mi cara para quitar mi cabello. -¿Siquiera dormiste anoche?

-No.

-Jay...- dio un suspiro cansino y abrazó una almohada mientras se movía más cerca. -No creo que estés enferma. Y tampoco creo que el hecho de que tu hermano revivió después de tanto tiempo te haya puesto de esta manera, así que escupe lo que te aflige, que para eso estoy aquí. Además de haberte traído la tarea.

-Sé que me dirás "te lo dije" así que no pienso entrar en ese tema.- repliqué.

Dakota me miró como si quisiera abofetearme. Con mucha fuerza.

-Estamos hablando de North, ¿no es así? Maldito hijo de perra, ¿qué hizo esta vez?

-No hizo nada. Quiero decir, no específicamente a mi, pero...- no quería hablar sobre esto, pero sabía que mi mejor amiga sería la única que podía comprender lo que justo ahora pasaba por mi cabeza. Me dolía pensar en North. Era como si una herida se estuviese abriendo de nuevo. Y a pesar de que su daño nunca fue directo hacia mi, el de su padre lo había sido. Y estaba segura como el infierno que él lo sabía desde el principio. Eso sólo lo hacía un traidor e hipócrita. -Caine me dijo por qué se fue de Astoria. Me dijo que el culpable había sido North y que lo había amenazado para no regresar. También me dijo que... Su padre.... -tomé una fuerte respiración, atragantándome con las palabras. Estaba tomando toda mi fuerza de voluntad no romperme en lloriqueos justo ahora. Como lo había hecho toda la noche.

-¿Entonces lo sabes?- tan pronto como las palabras salieron de su boca pareció retractarse.

Entorné los ojos hacia mi amiga.

-¿Quieres decir que tu lo sabías? - cuando no respondió ni se encontró con mi mirada lo comprendí enseguida. -Lo sabías todo este tiempo y nunca me lo dijiste. Me advertías de North pero nunca me diste una prueba constante para alejarme de él. ¿Por qué? ¿Por qué no me dijiste antes?

No era posible que todos me hubiesen engañado tan bien.

-Aaron nos prohibió decírtelo. Dijo que sería lo mejor si las cosas del pasado se quedaban enterradas, y que en algún momento todo se olvidaría. Es por eso que ni el alfa ni Ethan quieren a North y a Poker, ya que saben en que clase de negocios están metidos. Y todo este tiempo supieron que su padre fue el que destruyó su vida, al igual que su hijo jodió la vida de Caine. Joder, Jayden, lo siento tanto.- Dakota me miró con mortificación y dolor, como si yo hubiese sido la que la engañó por tanto tiempo. -Lo siento tanto. Nunca estuve de acuerdo, pero traté de hacer todo lo posible para que no te acercaras a North. Y luego...- sacudió la cabeza, su cabello cubriendo su rostro cuando habló con las sabanas en vez de decírmelo en la cara. -Vi algo en North cuando te miraba; sonreía más, te trataba de proteger, se sentía atraído por ti. Debí haber hecho algo antes de que te dejase enredar. Lo siento.

-Todo este tiempo... Me has engañado. De todas las personas, nunca me imaginé que tu podrías hacerme esto.

-Nunca fue mi intención.- trató de alcanzar mi mano, pero lo quité tan rápido que mi hombro chasqueó. Ella me miró entre pestañas húmedas. -Sé que no actúe con lealtad, pero quería protegerte.

-¡¿Protegerme de qué?!- grité sintiendo la ira crecer dentro de mi. Bilis comenzaba a subir por mi garganta. -¡Tu silencio me está haciendo más daño!

Un sollozo escapó de su boca.

-No quería verte así. Rota de nuevo. Después de que tardamos tanto tiempo en repararte. Simplemente no era justo.- susurró.

-La verdad siempre es mejor.

-Pero a veces suele ser dolorosa.

-Esa frase fue inventada por alguien como tu que trataba de exonerarse de toda culpa.- escupí y sus ojos se abrieron tan grades que era increíble que siguieran en sus órbitas.

-No es a mi a quién deberías aprehender, Jayden. Estás descargando todo tu enojo contra la persona equivocada.

-Me traicionaste. Te quedaste callada cuando sabías que el culpable de que mi hermano se fuera estaba besándome, mantuviste silencio incluso si sabías que su padre nos había destrozado. ¡Quizás tienes tanta culpa como North y su padre!

El cuarto se quedó en un tenso silencio por unos segundos. Sabía que estaba siendo una perra con ella, y era probable que fuese cierto que estaba molestándome con la persona equivocada, pero saber que todos estos años había sido mi amiga y jamás me había dicho la respuesta a la pregunta que cada noche me hacía me partía el corazón más de lo que North lo había hecho.

Me sentía tan defraudada y herida como nunca lo había sentido en mi vida.

La confianza no era algo que estaba impuesta a dar, y ahora que sabía que nuestra confianza de amigas estaba rota no podía ser fácil de arreglarla. No por mucho tiempo al menos.

Cuando comprendió que no diría nada más ante su comportamiento y deshonestidad, Dakota se levantó de la cama y con una última mirada a mi salió de la habitación.

Estaba perdiendo poco a poco las personas con las que antes me había sentido protegida.

Ahora sólo estaba por mi propia cuenta.

Raised by Wolves ©Where stories live. Discover now