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Capítulo Catorce: La Fachada de Chico Malo se Consigue con Méritos.

Los chicos comenzaron a hacer turnos por la casa, empezando por Ethan. Dakota se quedó como un respaldo, lo que Koda amó. Ellas se vistieron de princesas y bailaron alrededor, mi mejor amiga dejó que Koda la peinara y maquillara aunque al final la dejó como un payaso. Ambas de divertían.

Ethan sólo me miraba con seriedad cuando nuestros ojos se encontraban y volteaba a otra parte. Yo miraba la desaprobación en sus ojos. Y me sentía mal. Sabía que mentalmente le disgustaba el hecho de que había dejado entrar a la manada de North a casa. Si el resto de su manada lo descubría había un gran problema con el que lidiar.

La segunda ronda la hizo Poker, y la tensión entre Dakota y él podría tocarse en el aire. Ella le mandaba miradas furtivas, Poker la devoraba con los ojos. Yo y Koda eramos lo único que los separaba de lanzarse el uno sobre el otro y besuquearse, o bien, patearse el trasero. Lo que sucediera primero.

North llegó hasta la noche. Presentía que lo había hecho de tal manera sólo para quedarse a dormir.

Dakota arqueó ambas cejas cuando abrí la puerta y él rodeó mi cintura con su brazo, tomándose toda familiaridad. Con un codazo en las costillas le hice saber que no se pudiera muy cómodo alrededor. North fingió una tos para ocultar su risa y caminó hacia Koda, levantándola en el aire y jugando con ella.

Dakota artículo hacia mi: mi mamá me mandó un mensaje, le dije que estaba contigo pero no me dejó quedarme más. ¿Estarás bien?

Sabía a lo que se refería. Para ella North no era alguien bueno, pero había entendido que dependíamos un poco de él cuando le dije lo que había pasado. Aun así, eso no le impedía darle una mirada asesina y llena de veneno cada vez que lo veía.

Voy a estar bien. Le respondí. North no se atrevería a hacer nada malo con Koda cerca, y tampoco me había hecho creer que era el tipo criminal y todo-oscuro como lo pintaban. Después de todo, se estaba enfrentando a su propia manada sólo para protegerme.

Sigo pensando que deberías tener una pistola eléctrica en casa, ella replicó dándome una mirada significativa, y luego clavó sus ojos en North. Koda reía en sus brazos gracias al ataque de cosquillas que él le aplicaba.

—¿En serio?— moví mis manos hacia North, quien me miró extrañado.

Ella rodó los ojos. Tu sabes, el tipo esta completamente sobre ti y eres la única que no se da cuenta.

Era mi turno de dejar los ojos en blanco.

Por supuesto. Habla la chica que no admite que se cae por el b-e-t-a, deletreé la palabra ya que no sabía una seña para ésta, pero que ama mirar su trasero.

Dakota dejó salir un jadeo y me miró con fingida ofensa.

—¿Como te atreves?— chilló en voz alta antes de decir un par de octavas más bajas, -Tienes razón, lo siento. Como sea. Necesito irme.