Capítulo 40.

256 14 1
                                    

Capítulo 40. Últimos capítulos.


La brisa del mar se sentía tan bien después de varias semanas con lluvia, me sentía bien estar aquí sentada, disfrutando de este bello paisaje y este hermoso clima. A lo lejos se veía a Kyle jugando con Alice en la arena, los dos se sentían felices, felices de estar aquí.

Ver a mis hijos jugar era lo más bonito del mundo. Me sentía contenta de estar aquí para verlos. Sentía mucha paz el estar aquí. Sentí cuando se sentó a un lado mío, tomó mi mano y sonreí. Se veía tan guapo con su camisa de lana y sus pantalones de vestir. Sólo sonrío y no dijo nada más, veía hacía la misma dirección que yo y sabía que él también se sentía en paz, con el mismo, con todos.

Habían pasado 3 años desde aquel evento. 3 años de sufrimiento, superación... de muchas cosas. 3 años de estar en una montaña rusa de emociones, 3 años de estar en un dolor interminable. Aún recuerdo el dolor de aquel día, aun recuerdo lo mucho que sufrí... que sufrimos.


Aun puedo sentir las sabanas en las que estaba, aun puedo escuchar el monitor de los signos vitales. Recuerdo claramente todo, y aunque intente negarme a lo que paso, no puedo. Recuerdo perfectamente la expresión de él cuando entro por la puerta con los doctores cuando hablaron conmigo. 6 costillas rotas y mi útero desgarrados, muchos golpes por todo el cuerpo y él más preocupante, la lesión en la cabeza. Debía de estar en observación más días para evitar alguna complicación. Recuerdo que yo sólo quería ver a mis hijos.

Aun puedo recordar sentirme en el aire, como si todo y nada hubiera pasado; los brazos de él rodear mi cuerpo desnudo, sus palabras: "ya estoy aquí" ...

Recuerdo lo que mi mente quiere que recuerde, pero aun siento que hay cosas que viví y mi mente no me deja vivirlas feliz por el trauma. Y lo dicen seguido, pues Ambu platica cuando estuve con mis hijos disfrutando el día... y yo no recuerdo nada.


Mis hijos, Dios, no quiero pensar lo que vivieron, lo que sintieron al ver a su mamá 1 año de su vida en cama, sin ganas de hacer lo que más le gustaba en todo el mundo: ser mamá. Y recuerdo el día que entendí que ellos no merecían lo que yo les estaba haciendo pasar; fue una noche, unos días antes del cumpleaños de Kyle, Georg llego a casa después del trabajo, sólo me di un beso en la mejilla y fue al cuarto de los niños, a lo lejos escuché el llanto de Kyle y seguido un "creo que mamá ya no me ama" y un "claro que lo hace" de Georg... es como si me hubieran quitado mi escudo de ladrillos rojos que construí para no lastimarme más, lloré toda la noche porque por fin entendí que todo lo que creí que estaba bien para cuidar a mi familia era todo lo contrario. Por fin lo había entendido.

Me costo trabajo, bueno, aún, el poder subir a un auto, me daban ataques de pánico y ansiedad; yo sabía que Georg quería hacer todo lo mejor posible para que yo ya no sufriera, y lo demostró muchas veces, una de ellas fue cuando debía de ir a mi primera cita con mi psicóloga y yo no podía pensar en nada más que en como iría si no podía subir al auto, a los minutos Georg entro a la casa con una bicicleta doble y unos sombreros de playa, lo vi y sonreí, ahí me enamoré de él aún más.


—¿Qué es esto? —le dije observando la bicicleta.

—Hoy nos iremos en bicicleta, la próxima vez a pie, y la que sigue en scooter —me sonrío y me entrego el sombrero—, no quiero que te broncees, usas protector solar todos los días, pero una ayuda chiquita hace la diferencia —intentó abrazarme y di unos pasos hacia atrás, se limitó a darme una pequeña sonrisa y se fue.

After to us. #SB2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora