Capítulo 19.

497 23 0
                                    

Capítulo 19.

10 de octubre — Día 1.


Los rayos de un cálido Sol me inundan la cara, me remuevo intentando tocar a mi hijo, tenía los ojos cerrados y al no sentirlo los abro de golpe, me encuentro en la habitación sola con las sabanas enredadas en mis piernas. Me siento en la cama quitando todo rastro de pereza de mi cuerpo, me levanto de la cama y me dirijo al tocador en dónde recargaba una nota:

"No te preocupes si al despertar ambos no estamos, 

fuimos al parque, no tardamos. Tu esposo."

Sonrío, me limpio los dientes y toma una ducha rápida, busco en la ropa que empacó Ambu y tomo un short de mezclilla clara con unas partes de la tela desgastada, una blusa de tirantes delgados blanca escotada ajustada que me llegaba hasta la altura de mi ombligo con pequeñas aplicaciones en el abdomen, me coloco mis tenis marca Vans negras, y aquí era el detalle, tenía demasiado maquillaje y había empacado un poco del que me regalo Ambu la semana pasada, entre tanto escogí un delineado por debajo de los ojos, me rizo las pestañas y coloco un poco de máscara en éstas, escojo un labial rojo con efecto matte que me regaló mi suegra y me encanta, arreglo mi cabello dejándolo sólo como a mí me gusta, me doy un vistazo en el espejo y sonrío, tomo mi celular y salgo de la habitación, bajo las escaleras y me encuentro a mi suegra en la cocina tomando té y leyendo el periódico.

—Pensé que no despertarías —dice y sonríe.

— ¿Desde qué hora salieron mi esposo y mi hijo? —sonrío de sólo decirlo, era la primera vez que lo decía.

—Hace una hora, no creo que tarden en regresar —cuando finaliza la risa de mi hijo se escucha por toda la casa, sonrío y escucho los pasos de Georg entrar a la cocina.

—Hola, madre —dice besando la mejilla de mi suegra—, hola, mi amor, espero hayas descansado bien —me besa en los labios y Kyle finge asco.

—Me asusté al no verte, bueno, a los dos —digo tomando la mejilla de mi hijo y de Georg— me gusta la idea de conocer Halle por el resto de los días.

—Me parece perfecto que salgan —dice la mamá de mi novio—, Georg, hijo, refréscate un poco y dentro de una hora pueden salir a visitar.

—Eso haré, madre —dice Georg besando su mano—, vamos, amor.

—Mamá, yo y abuela juntos —dice y asiento, Georg me da una media sonrisa con doble sentido.


—Me asusté cuando no te vi —lo abrazo junto con las sábanas.

—Estoy aquí, princesa —dice besándome lentamente—, solamente fui con nuestro hijo a dar un paseo.

—Hablando de eso, necesito decirte esto —digo—, como sabrás, en 5 días es el cumpleaños de Kyle —asiente— y por eso debo confesarte que

—Kyle es tu hijo.


Me mira sobre sus pestañas —No entiendo, es porque estamos fingiendo serlo, ¿no?

—No, estoy diciendo la verdad —suelto— sé que antes me preguntaste y te lo negué, pero estaba demasiada enojada contigo cómo para decírtelo, no te enojes conmigo, Kyle te quiere mucho y yo no séque haría sin ti...

—Shh, mi dulce Anadla —me ve y me sonríe—, claro que no lo estoy, te recuerdo que sé cuándo te enojas y mientes, sabía perfectamente que era hijo mío —me besa— me encanta la idea de que será el primer cumpleaños con mi hijo y mi esposa.

—Pero no nos hemos casado aún —lo veo y me alza una ceja—, ¿y Kyle, qué hay de él?

—Mándalo a la mierda —suelta y río— déjalo todo, puedo dejar a Carrie si eso es lo que quieres, Anadla. ¡Yo te amo! Podemos quedarnos aquí con nuestro hijo, casarnos y empezar una nueva vida como una familia que siempre debía de ser.

Abro mi boca pero se me es interrumpido porque una llamada llega a mi celular, observo y veo que es Kyle, Georg suelta un bufido y me aferra más a él.

—Anadla Miller al habla.

—Anadla, mi Anni preciosa —suena borracho—, te extraño mi amooor.

— ¿Estás tomando Kyle? ¿Qué hora es ahí?

—No lo sé, creo que es de madrugada, pero no me importa, sólo quiero estar contigo y follarte mejor de cómo lo hacía Georg, estás con él, ¿cierto?

—Estoy con Violet y con Kyle.

—No te creo, te fuiste con él a no sé dónde y me abandonaste, pero déjame decirte que te voy a encontrar y te voy a dar duro para que olvides a Georg de una vez por todas.

—Kyle, estás demasiado borracho, no sabes lo que dices —Georg me ve y suspiro, coloco el celular en altavoz y sigue.

—Me vale reverendo cacahuate cómo estoy, ¡tú eres mía y de nadie más! Te amo, Anadla, y confió en ti, por eso te diré un secreto, no se lo cuentes a nadie, ¿Okay? —me dice, Georg ríe por lo bajo— me acosté con Carrie hoy otra vez, y lo hicimos muchas veces, pero luego me di cuenta que te amaba de verdad y la deje en el hotel.

—Eres un idiota —el empieza reír cómo loco— nos vemos después, tengo que irme.

Cuelgo y veo que Georg lo ha grabado todo, le sonrío y lo beso. —Creo que te tomaré la palabra de dejarlo.

—Yo siempre tengo razón, nena —die y me besa.

Me sigue besando dulcemente, me acaricia el vientre con sus dedos largos y sube por mi busto, río en sus labios y niego. —No tendremos suficiente tiempo para conocer toda la ciudad, Georg.

—Tenemos 14 días más, nena, podemos ir más tarde —dice restregando sus labios en mi cuello, río de nuevo y lo tomo del cuello.

—Quiero mis libros, Georg —digo y gruñe, asiente y se levanta de la cama, vuelvo a reír, me estiro para tomar mi celular de la mesita de noche de Georg y me da una nalgada resonando en toda la habitación.

—Eso es por dejarme caliente —dice y me ve a los ojos fingiendo enojo.

Camino hacia él, meto mi mano en su pantalón y bóxer y aprieto su miembro, se retuerce y sonrío. —Y eso es por no hacerme caso al instante y darme un cachete en mi trasero.

Ríe y camina a su maleta. God, damn, i love so much this guy!

After to us. #SB2Where stories live. Discover now