Capítulo 30.

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Capítulo 30.

Han pasado demasiadas semanas. El cumpleaños de Kyle se acercaba, no puedo creer que cumpliría 5 años. Dios, realmente pasa demasiado rápido el tiempo. Aún recuerdo aquella vez que me enteré que lo estaba esperando. Fue un coctel de emociones, ¿y cómo no serlo? Recién empezaba mi relación con Georg, estaba perdidamente enamorada de él y entendía que era algo que teníamos que hablar como pareja. Al principio pensé que me pediría que lo abortara, y no niego que me no me pasó aquello por la cabeza; y para ser sinceros, eso tenía planeado hacer. Si no fuese porque ese día, Georg terminó conmigo y dijo que sólo era un juguete suyo, de no haber sido por eso, hoy no estaría contenta con el hijo tan maravilloso que tengo.

Ambu y Bill vendrán a la casa a ver los preparativos de la fiesta, tenemos un mes para planearla a la perfección. No era cualquier fiesta, era la fiesta de mi hijo, él ser más hermoso que hay en esta familia, que ha llegado a iluminarlos la vida y hacerla más hermosa de lo que ya era. Dios, no quiero llorar.

Terminé de ducharme, me humecté el rostro y proseguí a maquillarme. Estaba tan indecisa, así que sólo opte por hacerme la ceja y ponerme un poco de máscara de pestañas. Estaba terminando cuando una llamada de un teléfono desconocido llega a mi celular. Creo que no debí atender.

—Hola hermosa —su voz era tan profunda, tan ronca, que en algunas ocasiones, daba miedo.

— ¿Qué es lo que quieres?

—Quería saber cómo estabas, y cómo está mi pequeño sobrino... ¿está por ahí?, quisiera saludarlo.

—Estás loco si piensas que dejaré que hables con Kyle, Andy —contesté.

— ¿Por qué tienes miedo, Anadla? Sólo quiero hablar con él.

—Dime de una vez, ¿qué es lo que quieres?

—Veámonos, hoy —propone.

— ¿Qué es lo que quieres?

—Si vienes, te diré que es lo que quiero —murmura. Podía escuchar su respiración tranquila, y como se relamía los labios. Siento asco.

—Está bien, iré.

—Perfecto, a las 8 de la noche en el estacionamiento de Starbucks. —Y colgó.


Mierda, no sé por qué acepté. Verme con Andy era malísima idea, sabía que es lo que quería, quería aprovecharse de que no estoy más con Georg para hacer de las suyas, lo conozco muy bien.

Ambu y Bill no tardaban mucho en llegar, así que tendría que apresurar las cosas. Carajo, ¿por qué acepté?

Llamaron a la puerta y caminé tranquila a abrirla, definitivamente era Ambu.

— ¿Y Bill? —pregunté al ver que no había llegado con ella.

—Pasó a comprar unas cosas antes de venir, मित्र (mitr)*

—Entiendo —dije, sabía que se tardaría mucho, así que empezamos a planear todo.


Habían pasado 3 horas, Bill nunca llegó, nos mandó un texto diciendo que habían pasado algunas "cosas" en el trabajo, y tenía que volver. Ambu se fue poco tiempo después del mensaje de texto, algo no me olía bien.

Eran las 6, ya no sabía qué hacer con 1 hora y 30 minutos de sobra, no tenía hambre, ni mucho menos ganas de salir, pero tenía qué. Andy quería "hablar" conmigo.

Mi yo interno me pedía cancelarle, que no podía ir a aquella cita con él, pero mi yo curioso no sabía a ciencia cierta qué es lo que en verdad quería Andy, así que opté por no cancelar la cita.


Le dije a mi madre que saldría un rato y Kyle se quedó con ella. Así me evitaría problemas con Andy y con él; aun me quedaba tiempo, pero aun así Salí de mi casa y conduje tranquilamente, esperando llegar a la hora solicitada, pero al llegar ahí me di cuenta que aún faltaban 20 minutos para ser las 8. ¿Habrá algún día en el que no sea puntual?

—La curiosidad mato al gato, ¿no? —escuche detrás de mí, sin dudas era él.

—No tenía nada más que hacer así que llegué antes —dije.

Andy llevaba unos skinny jeans color negro, una playera blanca de mangas cortas, dejando ver sus tatuajes, él no era de hacer ejercicio todos los días, pero se podía ver que empezaba a ganar peso y no se veía tan delgado como de costumbre. Su cabello estaba más corto de como cuando estábamos en Halle, pero aun no dejaba de ser tan corto, y eso es lo que me gustaba de él. Creo que si estuviéramos en otra posición, y habría conocido a él antes de Georg, podría jurar que estaría a sus pies.

— ¿Quieres algo? —me sacó de mis pensamientos, mi estómago estaba demasiado lleno y tenía demasiados nervios de saber qué es lo que quería hablar conmigo, sólo negué.

—Sólo quiero saber de qué quieres hablar conmigo, eso es todo —dije ya algo molesta.

—Sólo intento ser amable, ¿si? —reprimió una sonrisa irónica—, esperaba que pudieras ayudarme con algo.

— ¿Qué quieres? —dije ya molesta.

— ¿Por qué terminaste con Georg? —empezó.

—Yo no la terminé, él decidió que era mejor terminarla dejando embarazada a mi hermana. —lo dije tan tranquila, que podía asegurar que no estaba triste.

—Quieres decir que mi hermano es padre dos niños, y tú eres la mamá de uno y la tía del otro, ¿no? —empezó a reírse, ¿por qué? No le veía la gracia.

— ¿Eso es todo? ¿Para eso me hiciste venir? —alcé la voz—, mejor me voy.

—Lo sé todo —dice y paré en seco.

— ¿De qué? — ¿qué es lo que sabe?

—Carrie estaba embarazada del hijo de Kyle.


*Amiga.

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