Capítulo 43. Final.

208 8 0
                                    


Final.


¡Ayuda, por favor! ¡Ayuden a mi esposa! —gritaba mientras entraba al pasillo conmigo en brazos.

—¡Traigan una camilla! —escuché una voz—, dígame señor, ¿qué le pasó a su esposa?

—Estaba tomando un baño y se resbaló, a los minutos nos dimos cuenta que estaba sangrando.

—¿Cuántos meses de embarazo tiene?

—En una semana cumplirá ocho meses. Doctor, ¿ella va a estar bien?

—¿Cuánto tiempo lleva sangrando?

—Hace dos horas. ¿Doctor...?

—Señor, necesito llevar a su esposa al quirófano, ha perdido mucha sangre, su embarazo se volvió de alto riesgo. Haremos lo posible por mantener a ambos a salvo.

Lo veía a lo lejos, pero estaba muy segura que estaba a un lado mío tomándome la mano. Quité la mascarilla de oxígeno de mi cara e hice mi mayor esfuerzo por abrir mis ojos. —Georg...

—No hables, mi amor, todo va estar bien...

—Ellos amor, no yo. —y cerré los ojos.



—¿Cómo te sientes? —le sonreí—, ¿necesitas algo? ¿Quieres comer algo?

—Estoy bien, creo que solo tomaré una ducha —mis manos pasaban por todo el perímetro de mi estomago— tal vez una mimosa —le sonreí y cambio su semblante.

—Te amo, y porque te amo y amo a nuestros hijos, te conseguiré una mimosa sin alcohol —le hice una mueca y se río.

—Esta bien —le sonreí—, iré al baño —acto seguido me toma de los brazos y me ayuda a ponerme de pie—, aunque podía hacerlo sola, gracias, cariño.

—No, no puedes, espera sentada en el baño para ayudarte a entrar en la tina —me ordena y se marcha.

Me reí por la situación, me sentía bien, solo quería que me ayudara a estar de pie, es todo. Camine al baño lentamente, abrí la llave de la ducha colocando el agua tibia, agregue un poco de jabón de baño, prendí unas velas y empecé a quitarme mis pantalones de pijama y la playera, agarré mi cabello en una coleta alta y sentía que estaba lista.

—Gracias Dios por darme ese trasero tan hermoso —salté en mi lugar y sentí su mano en mi trasero, lo apretó y reí—, nunca lo hemos hecho en la bañera —me besa el cuello y suspiro.

—Lo haremos cuando no tenga dos bebés apretando mis intestinos —volteo a verlo y lo beso—, mas tarde te hago sexo oral, quiero disfrutar mi ducha.

—Gracias Dios por darme una esposa tan jodidamente sexy y sensual —me toma de la cintura y me besa, me da una nalgada y suelto un gemido—, estaré afuera esperándote.

—Espero que siempre lo hagas —da unos pasos y le llamo, voltea a verme y sonríe—, te amo tanto, gracias por todo —su sonrisa era gigante y regresa a besarme.

—Te amo con mi vida, Anadla, haría lo que sea por ti y por nuestros hijos. Disfruta tu ducha.


After to us. #SB2Where stories live. Discover now