Capítulo 35.

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Capítulo 35.

To me.


Bueno, ahora puedes decirme la verdadera razón por la que viniste a casa —le dije mientras tomaba un sorbo a mi café.

—Sólo vine a ver a mi hijo, eso es todo —dice sonriendo.

—Georg, no tengo 16 y no me creo que el chico más grande que yo quiera ir a comer en una playa sólo para decirme que le gusto —Wow, ¿lo dije o lo pensé? Desde que lo conozco siempre me he dicho que eso fue demasiado fácil, a mi edad sigo sin creerme que él en verdad quería algo conmigo.

—Anadla, eso que dije fue cierto —dijo serio— todo lo que te dije antes de Carrie es cierto.

—Georg, no hablemos de esto —le dije acomodándome incomodadamente en el sillón.

—Es cierto, todo lo que te dije es cierto, siempre te he amado, y cuando por fin lo tuve todo calculado pude hablar...

—¿Cómo que calculado? Explícate que no te entiendo.


—Te conocí cuando tenía 15 años, tu para ese entonces tenías unos 10 años. Te vi por primera vez en esa de la vecina que cumplía creo que 11 años, mis papás habían planeado un viaje aquí en Oregón para visitar unos primos y ellos me invitaron a la fiesta de tu vecina. Cuando te vi —suspiró y me sonrió— te veías condenadamente hermosa, con tu cabello alborotado por el aire y tus pecas, tus anteojos y tu timidez, me enamoré completamente de ti, y me costó demasiado dejarte cuando tuve que regresar a Alemania —toma un trago a su té helado y continua—; cuando cumplí los 18 decidí venir de intercambio, para eso ya tenía a Tom de mi lado, él sabía quién eras y como podía llegar a ti, así que lo planeamos todo: el intercambio, los años que esperé para poder verte un minuto, hasta que por fin los dos por fin pudimos estar en el mismo lugar al mismo tiempo, la biblioteca a las 12, Tom me había dicho que ibas ahí casi siempre porque te gustaba la tranquilidad para leer, además, creía que tu mamá no iba a aprobar el libro que estabas leyendo en ese momento —dice entre una risita, esa risita que me vuelve loca; deja de reír y se queda serio—. Anadla, yo tenía un plan, te tenía un plan: quería hacerte mía, quería que me pertenecieras aunque tu no estuvieras enamorada de mí, quería hacerte sufrir como yo sufría esos años en los que no te tuve, las veces que me tocaba pensando en ti, quería que me amaras y después pensaba dejarte por un corto periodo, pero me enamoré completamente de ti, de tu esencia, de lo tímida que eras y lo fácil que podía usarte, me enamore de tu cuerpo perfecto, y me enamore completamente de la Anadla que no quería gritar su verdadero yo al mundo. Yo te amaba.

Me ve por un momento con una lágrima en su ojo. No sabía que hacer, me quedé inmóvil en el peor momento. —Y después llego Kathleen, aquella loca obsesionada conmigo que haría cualquier cosa para separarnos, como decirte la verdad de cómo es que te había encontrado. Y me dolía, me avergonzaba tanto el decirte mi verdadera razón por la que estaba a tu lado, y entonces accedí a su amenaza: dejarte y darte en donde más te dolía, y yo supuse que era yo, porque veía como me mirabas, como me sonreías y como decías mi nombre, sabía que también me amabas. —me toma de la mano y la aprieta, no quería llorar pero era realmente imposible— Cuando te dejé, quede devastado, tarde demasiado tiempo en poder volver siquiera a levantarme, muchas veces Tom tenía que llegar a mi apartamento a levantarme de todas las botellas vacías de vodka y me hacía comer, fue cuando él en su intento de hacerme entrar en razón me contó que estabas embarazada. Me dijo que había hecho las cuentas y él estaba muy seguro que era mi bebé el que llevabas contigo, mi hijo, nuestro hijo —hizo un sonido con su nariz por llorar tanto y sonrió—, ahí sabía que debía luchar por ti, por nuestro hijo, aunque tu estuvieras furiosa conmigo —me toma de las muñecas no tan bruscamente y me obliga a verlo—, Anadla, yo te amo, te e amado toda mi vida y lo seguiría haciendo mil vidas más —oh Dios, ya estoy llorando—, por favor, perdóname por todo lo malo que alguna vez te hice pasar, por engañarte tanto y por no estar para ti cuando Kyle nació. Perdóname por sentirme celoso de Kyle y por enojarme con Andy, pero yo te amo y sé que tu a mí, podemos arreglar esto, tu, Kyle y yo, y ser una familia finalmente.

No sabía que hacer, me volvía a hacer lo mismo cuando Kyle estaba aquí siendo mi pareja, me esta poniendo todo en bandeja de oro, no sé qué es lo que quiero y mucho menos sé que es lo que debo hacer.

—¿Y cómo me puedes asegurar eso, Georg? Estamos hablado de Kyle, él te quiere demasiado y no quiero que a la primera pelea que tengamos tu te vayas y nos vuelvas a dejar con el corazón roto —le dije entre sollozos mientras me acariciaba el rostro.

—Porque se que ahora puedo, Kyle no esta aquí y él me dijo que me hiciera cargo de ti y de Kyle —me dice y lo miro algo confundida— después te cuento esa historia.

—¿Y Carrie, que hay de ella? Esta esperando un hijo de Kyle, pero ella piensa que aún no sabes nada

—Me encargaré de ella, Anadla, lo prometo. —me dijo y no podía parar de llorar, ¿era real? —Es real, te lo juro por mi vida que son ustedes que esta vez me quedaré aquí y no me iré jamás, porque te amo, los amo a los dos y en verdad sé qué esto va a funcionar.

Asentí y después de eso me beso. Me beso como si nunca nos hubiéramos besado, como si hubieran pasado años para poder besarnos otra vez. Me abrazó y me empujo contra su cuerpo aún más como si el abrazo no fuera suficiente. Me hizo levantarme del sillón para caminar al cuarto escaleras arriba, no sentí cuando llegué al cuarto si no hasta que me recostó en la cama y me quitó la blusa dejando mis bubis libres, él se quitó su camiseta gris y enseguida sus pantalones de mezclilla mientras yo me quitaba el short de franela.

Me seguía besando mientras me acariciaba dulcemente mi muslo derecho, me daba besos en el cuello bajando hasta mis bubis y después a mi vientre. Me volvía loca y lo único que hacía era alborotarle el cabello con mis manos. Regresó a mis labios cuando en un susurro dijo: —Cariño, hoy vamos a hacer el amor. —y me besó, le acariciaba la espalda mientras él frotaba su miembro en mi entrada y sin dudarlo me penetró tan despacio que no me sentía frenética de ya tenerlo en mí, sus embestidas eran tan suaves y lentas que realmente lo estaba disfrutando, me estaba gustando; en un momento él me coloco encima de él y mientras yo subía y baja de él, me acariciaba los bubis son apretarlas demasiado.

—Anadla, te amo —dijo mientras me daba unas embestidas muy rápidas. Después me besó y sin pensarlo los dos nos corrimos al mismo tiempo intentando no hacer mucho ruido.

Me tiré a la cama cansada, Georg me abraza aun estando desnudos, podía escuchar el latido de su corazón ir al mil por hora, acuna mi rostro en el espacio que hay entre su cuello y hombro, le sonrió cuando siento que me planta un beso en mi cabello.

—No hay otro lugar en el que prefiera estar —le dije mientras sonreía.

—Yo también —me contesta.

—Georg —le musité soñolienta, escucho su "hum" en respuesta—, te amo.


Un dolor en la entrepierna me hace moverme, pero no es hasta que los rayos solares entran por mi ventana me hacen despertar. Veo el reloj de la mesita y no me sorprendo por la hora. Volteo y no siento a Georg a mí lado, tal vez se había ido.

Un ruido en la cocina me hace reaccionar y me desespera aún más cuando escucho algo romperse. Tomo mi ropa que me había quitado ayer y camino escaleras abajo a la cocina.

—Mami, buenos días —Kyle me abraza las piernas—, papi esta haciendo de desayunar hotcakes

—Buen día, cariño —me da un beso corto en mis labios que realmente me tomó por sorpresa.

—Buen día, Georg —le dije algo confundida. ¿Cuándo me gane un esposo ideal?

—Seguías dormido y Kyle gritaba que tenía hambre, también le sorprendió que me quedara a dormir —dice riendo—, espero que no te moleste

—No, sin cuidado —le dije sonriendo.

Me senté en la butaca, observando tan plácidamente como veía sus músculos tensarse al hacer la mezcla y cuando movía la espátula para que no se quemaran los hotcakes, me sentía feliz de verlo ser un padre que le cumple los caprichos a su hijo, me sentía feliz de tenerlo y sin tener que esconderme o sin ataduras de otras relaciones. Me sentía completa.

After to us. #SB2Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum