Capítulo 7.

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Capítulo 7.


— ¿En dónde y a qué hora nos vemos?

—En mi departamento, te mando la dirección por mensaje, dentro de 30 minutos.

— ¿30? ¿Estás bromeando? ¡Siquiera déjame encargarme de Kyle! ¿Okay? —colgué.

Me levante perezosa, no tenía ganas de nada, mucho menos hoy porque era domingo por la mañana. No tomaría una ducha, eso seguro. Tampoco me pondría sostén, ¿para qué? Si llegando allá eso sería lo primero en desaparecer. Tome una mudada de ropa y la coloqué en un bolsa de mano, Kyle seguía dormido y mamá no trabajaría hoy, deje una nota sobre el refrigerador y tome dinero, las llaves y salí de casa con una mudada de ropa, artículos de aseo, manejando las calles solitarias de California por la mañana sin sostén. Bah, qué más da.

Llegue a su departamento, y ni bien bajaba la bolsa de mano, él me tomo de la cintura y me coloco en su hombro derecho como si fuera un costal de papas mi cuerpo.

—Estás aquí —dice sonriente, y por una razón extraña, se revuelve algo en mí.

Bien pisamos la casa, y ya me tenía acorralada entre sus brazos. —Te extrañe, pequeña —Sonríe y me besa. Nos quedamos así, apretados, besándonos, amándolo en secreto. Toca mi bubi derecha y me muerde el labio—, no traes sostén, que sexy.

¿Qué les dije?

Llegamos a pasos rápidos al sofá, me saco la blusa del pijama y quedan mis senos al aire, Georg toma uno entre su mano y el otro lo deja en su boca, deleitándome de placer puro, sí tuvieran que escoger entre algo que los haga feliz, yo escogería esto, que Georg juegue conmigo de una manera tan depravada que sólo él me hace sentir. Su mano baja hasta mis pantalones de chándal y los rompe de un solo tiro, al igual que mi ropa interior, lo bueno de esto es que me compra ropa interior cada mes, así no habría escusa de no llevarla a la escuela. Sube hasta mis labios, succionándolos tanto que hasta sangrarían, mis manos estaban en su cabello, tan descontrolado y hermoso que tiene, enrollo mis piernas en su cadera y de un tirón él queda sentado y yo encima de él y su amigo.

—Quiero que lo hagas tú, quiero verte.

Dicho esto, su miembro entro en mí, ¡oh, se sentía tan bien tenerlo dentro! Como si fuera el juego mecánico favorito de Kyle, subo y bajo de él de una manera normal y deleitante, haciendo que mis senos se movieran al compás de mis cabalgadas, toma uno en su mano y lo mete en la boca, mientras su mano libre juega con mi clítoris, sentía el orgasmo cerca, y en menos de 3 minutos, me tenías aquí, gritando su nombre a todo pulmón, incluso me atrevo a decir que había alguien detrás de la puerta masturbándose con esto; me tiro encima de Georg quien me recibe gustoso en sus brazos gigantes que tiene.


—Soñé contigo por la mañana —se escucha por la sala después de mis gritos guturales de hace 5 minutos.

— ¿Por eso me llamaste? —un regocijo se forma en mi corazón del hecho que en verdad me extraño.

—Soñé justo con esto, Anadla. Amanecí con una puta erección de mierda, y ya me cansé de ser el único que la baje en las bañeras —idiota—, todos los días sueño contigo, incluso desde... ese día, todos los días durante estos 3 años, no había otra persona que ocupara mi mente más que tú.

¿Qué era esto? Que alguien me diga que no es una declaración, porque si no lo es, no sé qué más sería.

Me importan más los recuerdos que los vestidos —Salí de él y tome mi bolsa y empecé a caminar por la casa—, ¿dónde está el baño, mi amor?

¡No! ¿Por qué carajo lo dije? Él hace señas y camino rápidamente, encerrándome en él. ¿Por qué, Anadla? ¡Eres una estúpida, Anadla! ¡Una estúpida!

After to us. #SB2Onde histórias criam vida. Descubra agora