Capítulo 32.

236 14 0
                                    


Capitulo 32.

La habitación era tan blanca que lastimaba mi vista, el dolor era tan insoportable que apenas y podía acomodarme en la cama. A lo lejos veo el reflejo de las luces del tráfico de las 8 de la noche, ¿tanto tiempo me dormí?

—Despertaste —se veía cansado, la preocupación era tan evidente en su rostro. ¿Habrá dormido?

—No quería —reí.

—¿Cómo te sientes? Iré por la enfermera.

—No, estoy bien —mi intento de sonrisa fue pésimo. —¿Y Kyle?

—Esta con su abuela y Ambu —dice, me acaricia mi brazo, intentando de aminorar el golpe.

—¿Dónde está Kyle? —mi voz era tan ronca que me daba miedo. Al principio amaba que se llamarán igual, pero ahora es solo mortifica te pensar que hay dos Kyle. Bueno, solo queda uno.

—Lo están preparando para el velorio —se veía tan hermoso que me dolía.—Anada, tenemos que hablar

—¡Mamá! —su voz me hizo sonreír de par en par.

—Cariño, te extrañe mucho —dije entre lágrimas, no era su hijo pero me recuerda bastante a él. De cierta manera había adoptado ciertas actitudes de él que no me desangran mucho. Ay Dios, ayúdame a sobrellevarlo.

—¿Sigues triste por qué se murió Kyle? —dijo inocentemente y asentí. —La abuela me dijo que está en un lugar mejor ¿podemos ir?

—Hijo, ¿por qué no dejamos descansar a mamá, no? Necesita muchas fuerzas para cargarte —dijo mi madre mientras lo cargaba y lo llevaba hacía fuera.

Me observa con esos ojos verdes que tanto amo y tanto me vuelven loca. No había notado que tenía los ojos hinchados. Me estaba preocupando. —Georg, ¿Qué pasa?

El doctor entra con una enfermera y me ve un tanto feliz. —Anadla, que bueno que estás despierta. Tus signos vitales están bien, no has perdido más sangre pero te tendrás que quedar esta noche aquí. —ve a Georg y el niega. El doctor suspira y me ve—Anadla, hay algo que tengo que decirte.

—Cuando te desmayaste, los paramédicos te trajeron con urgencia a emergencias porque por alguna extraña razón estabas perdiendo sangre —me ve con toda la seriedad del mundo. Mi vida se vino abajo. —Cuando llegaste, nos percatamos que estabas sufriendo un aborto.

Georg me toma de la mano y yo sigo esperando a que el doctor continúe. —Al parecer el feto venía con unas complicaciones y el impacto de la noticia hizo que sufrieras ese aborto. Era un varón precioso —y ahí fue cuando empecé a llorar—, lo siento mucho, los dejaré solos.

No entendía. Siempre me cuidaba, a excepción... o no. Las últimas veces que tuve sexo con Kyle lo hicimos sin protección. Me sentí culpable. Acaba de perder a dos seres tan importantes para mí en el mismo día. Primero Kyle y luego mi hijo, hijo de Kyle. Esto no podía estar pasando; lo siguiente que recuerdo es tener a Georg abrazándome fuertemente contra él y decir que lo sentía mucho. Yo no podía parar de llorar. ¿Qué estaba pasando?

No recordaba más. Eran las 5 de la mañana. Me dolía la cabeza de tanto dormir. Incluso mi cuerpo se sentía mal. Sentí un gran peso sobre mi vientre. Para mi sorpresa era Georg recostado en éste increíblemente dormido. Había olvidado que dormía como una roca.

Había muchas cosas que tenía que pensar y analizar. Perdí a Kyle y al hijo de Kyle, pero Carrie estaba embarazada del hijo de Kyle... según Andy. Diablos, Andy. Siempre pasaban cosas extrañas cuando Andy estaba cerca de mí. 


Instagram: velazco.ig

After to us. #SB2Where stories live. Discover now