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—Qué linda pareja—mencionó Fernanda mientras Natán caminaba hacia adentro.—¿Cuánto tiempo llevan de novios?

Natán se detuvo, escarbando las intenciones de sus palabras y aún si parecían hipócritas debía responder con amabilidad.

—Solo una semana.

—¿Una semana?, ¿Estás bromeando?

—No.

—¿Acaso no pudiste acercarte antes?

Natán se paró frente a ella para evitar que lo intimidara.

—El antes no tiene importancia, sólo el hoy es relevante.

Fernanda se rió burlesca.

—¿Es la primera vez que salen entonces?, Deberías hacer que sea especial, y oficializan su relación de tal manera que no lo olviden nunca.

—De seguro así será.

Natán subió las escaleras para cambiarse de ropa, con las palabras de Fernanda dando vueltas cómo dardos filosos. Quizá tuviera razón y él era un cobarde que hasta ahora había podido hacerle una pregunta, cuando había deseado desde el primer momento salir con ella.

Betsy volvió a tocar el timbre de la casa, esperando que Natán abriera y estuviera listo para irse.
Fue Fernanda la que apareció delante de ella, con su semblante pícaro y reparando su ropa de arriba a abajo.

—Qué gusto Betsy.

—¿Y Natán?

—¿Cuál es tu problema?, Siempre se te pierde el novio.

—Me gustaría que le dijeras que ya estoy aquí.

—Pudiste decirle por la ventana, es su ridículo medio de comunicación.

Betsy comenzaba a desesperarse, Fernanda parecía ser la persona más coerente del mundo y al final solo usaba su astucia para importunar a los demás.

—Podría estar vistiendose—siguió Betsy.

—Claro, ¿En serio?, ¿Y prefieres que yo vaya en tu lugar y lo vea por ti?, ¿Quieres saber si el visto es bueno?

—¿Qué dices?—se confundió.

—Lo que sucede es que tú no has entendido el mundo niña, si él estuviera en tu lugar lo habría hecho.

—Fernanda, por favor.

—No sabes nada de los hombres, y deberías hacerlo, ya que vas ha salir con uno.

—¿A qué te refieres?

—Solo quieren una cosa de ti.

—No sigas—se incómodo Betsy.

—Es mejor que te lo diga antes de que llegues a saberlo por tu cuenta.

—Natán no es así.

—Natán es un hombre. Dale cuerda y lo verás actuar.

Betsy no quiso decir nada más, sería una pérdida de tiempo y no acabaría en nada edificante.

—Lo llamaré—dijo Fernanda con una amplia sonrisa y dio la vuelta.

Cuándo él salió a la puerta, sus sentimientos afloraron. Ella era tan hermosa a sus ojos, y ese día, llevaba un vestido negro, con medias y una gabardina gris. No era el hecho de estar arreglada o vestida, es que estaba esperando por él, con una dulce sonrisa y sus ojos que brillaban como mil estrellas. Natán le tomó la mano a la que luego dio un beso.
Betsy miró hacia adentro dónde Fernanda estaba observando la escena con repudio. Betsy estaba dudando, si acaso Fernanda estaba en lo cierto o quizá comprobaría lo contrario.

Solo BetsyNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ