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Betsy no lograba conectar la llamada. A veces entraba y escuchaba la voz de su hermana del otro lado, pero ella no era escuchada. Lo intentó una y otra vez por casi media hora, envío mensajes por si en algún momento llegaba la red se enviarían, así podría estar comunicada. Siguió tratando de conectar la llamada hasta que el teléfono se apagó de repente. Quiso encenderlo varias veces, pero la batería estaba demasiado baja para conseguirlo.

Matías abrió la quinta cerveza y se la empinó como si la sed lo estuviera matando. Todos sus amigos también habían comenzado a tomar hasta el punto de parecer borrachos.

-¿Jenni te fue infiel o fuiste tú?-le preguntó el languideszco.

-Ella lo hizo primero-respondió Matías con tono quebrado y los ojos un tanto irritados.

-¿Entonces te fuiste por eso?-siguió la chica con el interrogatorio.

-No precisamente, sólo quería olvidarme de esa perra por un momento.

-¿Y por eso andas con la rubia?-dijo uno más esbelto con cara de inocente.

Matías tomó otra cerveza y la bebió igual que la anterior, lo cuál le provocó más deseos de seguir tomando.

-Si querías una noche te hubiera presentado a alguien-se burló el novio de la chica.

-Cállate, no quiero nada de eso, sabes que yo quería a Jenni, me iba a casar con ella y lo hubiera hecho de no ser por...

-No deberías pensar tanto en ella, ya está con otro y por lo que veo tu también, así qué... ¿Por qué no la olvidas?-continuó el mismo chico.

Matías tiró la lata de cerveza contra la pared, rompiendo algunos adornos y haciendo un ruido escándaloso.

Betsy escuchó el estruendo del primer piso y bajó las escaleras rápidamente, pensó que alguno de los chicos o Matías podría estar lastimado.
Cuando llegó abajo todo parecía normal, los chicos seguían riendo y hablando unos con otros tranquilamente. Matías estaba sentado junto a la chimenea calentándose las manos y ahora se veía más animado que antes.

Ella se acercó y vió el fuego que se movía de un lado para otro, y cómo las brasas tiraban chispas haciendo efecto de fuegos artificiales.

-Creo que debemos irnos-dijo al lado de Matías-es un poco tarde.

Él se levantó y le tomó la mano muy fuerte, estaba cálida por el fuego y hacia contraste con sus manos frías.

-¿Acaso no estás disfrutando?-replicó en voz baja.

Betsy quiso soltar la mano e insistir en que debían marcharse, pero él la retuvo con fuerza y la acercó tomándola de la cintura.

-¿Por qué irse ahora?. Este viaje es nuestro, ¿no es así?

Al estar cerca de él, Betsy percibió el olor a alcohol en su boca y supo que había estado bebiendo. No tenía idea de cuánto pero lo suficiente para no pensar correctamente.

-Debemos volver, le dijimos a mis padres que estaríamos temprano.

Betsy se soltó de sus brazos y salió a paso lijero por la puerta. Más por el susto de tenerlo cerca en ese estado que por la prisa de volver.

-Hey, ¿no te despides?-escuchó decir a uno detrás.

Betsy no se detuvo hasta llegar al auto, se recostó en el capó y esperó a que Matías apareciera. Lo vió salir inmediatamente, pero sin usar el abrigo y la bufanda lo que le daba indicios de que no tenía intenciones de irse.

-¿Qué pasa Betsy?-dijo como si nada mientras se acercaba.

-Debemos volver, mis padres estarán preocupados.

Matías se aproximó contra ella y le tomó del brazo con fuerza. Betsy no sabía que hacer, estaba arrepentida de haber aceptado la invitación de los jóvenes y además no entendía lo que pasaba con Matías.

Él se acercó más y mirándola a los ojos intentó besarla. Betsy apartó el rostro hacia un lado desviando el beso a la mejilla. Estaba asustada y quería correr en ese momento.

-¿Qué pasa?-dijo cerca de su cara mirando sus ojos con disgusto-¿No te gusto?

-Matías, no hagas...

-¿Por qué te alejas de mí Betsy, ¿Hay alguien más?

Betsy no respondió. Se concentró en el brazo que Matías sostenía con un agarre violento.

-¿Recuerdas que pregunté si había habido alguien? No quisiste responderme y tampoco lo haces ahora. ¿Por qué?

A Betsy le parecía incoherente todo lo que Matías acababa de decir. No quería dejarlo solo y a la vez deseaba alejarse de él lo antes posible.

-No es así-respondió.

-¿Sabes?-la soltó del brazo- No sé porque tu hermana me daría tu número, cuando ni siquiera se lo había pedido, ni tenía ningún interés en ti.

-¿Qué dices?-se inmutó.

-Pero, ahora sí me interesas Betsy. Es ridículo porque yo quería olvidar a Jenni, ella era una cualquiera como todas, al parecer. Ahora solo puede pensar en ti.

Betsy logró apartarse y retrocedió intrigada por lo que estaba escuchando.

-Si hay alguien más Betsy, eres igual a Jenni. Igual que tu hermana también, que estuvo coqueteando conmigo toda la noche enfrente de su prometido.

-¡No hables de mi hermana!-se agitó Betsy.-no te atrevas.

-Ella quería que saliera contigo para alejarte seguramente de alguien que merodeaba. ¿Y sabes?, No me interesaba para nada, pero ahora sí Betsy.

-¿Si no te interesaba por qué me llamaste?-preguntó con la voz ronca.

-Lo mismo pregunto, ¿Si no te interesaba porque aceptaste la invitación?

-Lo hice por mi hermana-respondió sin más.

-Lo hice por Jenni. Para olvidarme de esa perra-dijo Matías con contable resignación.

Betsy guardó silencio ante tales revelaciones. Respirando repetidas veces mientras le salía vaho por la boca a causa del frío.

-Llevame a casa, por favor-dijo rodeandose con los brazos.

-¿Quieres irte igual que ella?, Pues vete, has lo que quieras.-contestó y se dió la vuelta para volver a la cabaña.

Betsy comenzó a llorar desesperadamente por todo lo que había escuchado, por él y por lo incierto de su regreso a casa. Esas palabras calaron en lo profundo de su ser, jamás lo olvidaría y nunca querría volver a confiar. Su propia hermana había conspirado, todo por causa de un indefenso chico y a quién le creyó, justamente acababa de darle la espalda. Comenzó a caminar por la callecita que llevaba de la cabaña a la carretera con la esperanza de encontrar algún autobús o tren para volver a su casa. Ni si quiera recordó la mochila que llevaba dentro del auto, ni el abrigo que había dejado en la cabaña.

Solo BetsyWhere stories live. Discover now