ROMANCING, han seojun

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chapter four ━ 𖤍

─Han Seojun da un poco de miedo ─a pesar de su falta de excitación y entusiasmo al principio del día, Sooa había invitado a Miyeon a almorzar con ella, Taehoon, Soojin y Jugyeong, a quienes Miyeon no había conocido antes y estaba bastante interesada en saber.

─Tiene ese estilo de chico malo ─Sooa asintió, coincidiendo con Jugyeong─. Pero, Miyeon sabe más de él que yo, solían ser amigos.

─Solía ​​ser ─enfatizó Miyeon, su expresión cayendo en un estado más triste que antes─. Sooa tiene razón.

─Hay un terrible rumor de que golpeó a un estudiante hasta que casi estaba medio vivo, por eso se tomó un descanso de la escuela ─dijo la niña del suéter naranja, bajando la voz.

Frente a ella, Miyeon había dejado de comer, y Sooa miró al otro lado, viendo su expresión─. ¿Supongo que eso no es verdad?

─Quién sabe ─Miyeon se encogió de hombros, dando otro bocado─. De cualquier manera, Seojun tiene ese estilo de chico malo, como dijiste.

Jugyeong parecía horrorizada por la mención del rumor y nadie la culpó. Sin embargo, parecía que estaba debatiendo algo, y mientras Miyeon masticaba la miró, por un momento, preguntándose qué la estaba molestando.

─¿Qué estás diciendo? ─preguntó Soojin, mirando hacia arriba─. Dicen que se tomó un descanso debido a cosas que suceden en casa.

Sooa miró a Miyeon, como si quisiera confirmarlo─. Ha pasado un tiempo desde que fuimos amigos. He estado fuera durante más de diez meses. No tengo ni idea.

─¿No mantuviste ninguna correspondencia? ─Soojin preguntó─. ¿En absoluto? Hubiera pensado que incluso si Suho y Seojun no lo hicieran, ustedes dos lo habrían hecho.

─No tengo nada que decirle ─Miyeon se encogió de hombros, y dejaron de hablar por un momento cuando terminaron, así que Miyeon caminó con Sooa y Taehoon, sintiéndose un poco más normal ahora que estaba de regreso con sus amigos de antes.

Después de que terminó el almuerzo, estaban de regreso en clase, escuchando al Sr. Han hablar con ellos sobre los poetas con los que hablaron sobre la última lección─. Es un proyecto de grupo, así que discútalo y haz una presentación.

Seojun y Miyeon habían sido colocados en un grupo junto a Sooa, Soojin y otras dos personas que Miyeon no conocía. Dado que ninguno de los dos había hecho el trabajo, al no haber estado aquí, no estaban exactamente seguros de qué hacer. Excepto ignorar la existencia del otro, por supuesto.

─Oye, Han Seojun ─dijo Soojin, el chico dejó de tocar su lápiz y miró hacia arriba─. ¿Sabes cómo hacer un PPT?

─Oh, ¿un apropiado? Por supuesto ─Seojun asintió, sin sonar muy impresionado con la situación─. Yo solía ser un modelo apropiado, ya sabes.

Miyeon suspiró, sacudiendo la cabeza─. Haré el PPT ─se encogió de hombros, Seojun mirándola─. No es como si no tuviera mucho tiempo libre ─refunfuñó.

Él murmuró algo en voz baja, y al otro lado de la mesa, Soojin y Sooa se miraron el uno al otro, iba a ser una pesadilla absoluta trabajar con los dos si continuaban así.

Las lecciones durante el resto del día parecieron alargarse, pero finalmente llegó el momento de irse a casa. Pero Miyeon no se dirigía hacia allí, en lugar de eso, iba a caminar un poco primero, tratar de evitar volver a la gran casa vacía, oa la gran casa en la que estaban sus padres, ninguna de las cuales eran buenas opciones.

Decidiendo simplemente caminar por las tiendas, viendo si había algo que comprar, Miyeon comenzó a caminar, acostumbrándose a la sensación de la ciudad en la que no había estado durante tanto tiempo.

El día escolar había comenzado horrible. El desayuno con su padre, que estaba segura de que se metería en problemas por irse temprano cuando regresara. Luego había llegado a la escuela, suho ni siquiera la miraba (o Seojun para el caso), y Seojun le lanzaba comentarios sarcásticos cada vez que tenía la oportunidad, rodando los ojos o suspirando.

Ella entendió su frustración. El incidente podría haberse evitado, pero enojarse con quienes no participaron en él fue innecesario. Esperaba no tener una parte en ello al menos.

Un suspiro escapó de sus labios cuando el pensamiento la asaltó. Ese era el primero que más la había perseguido. ¿Qué pasaría si ella tuviera parte en eso? ¿Y si fuera parcialmente culpa suya?

Le ha tomado tanto tiempo deshacerse por completo de ese pensamiento, pero en el tercer día de su regreso a Seúl y estaba de regreso. No debería estar de vuelta en la ciudad todavía, no debería estar tan cerca de donde sucedió todo.

Pensar que poder sentarse en su habitación con sus pensamientos y soportar los gritos que su padre ciertamente le tenía reservado parecía más atractivo que eso, y Miyeon se dio la vuelta, a punto de darse la vuelta cuando la arrastraron por una calle lateral.

─¡Déjame hacerlo! ─exclamó, tratando de tirar de su brazo, pero cayó flácido a su lado mientras lo hacía, y frotando el área alrededor de su muñeca, donde había sido sostenida con tanta fuerza, miró hacia arriba.

Por supuesto, no era otro que Seojun. Y no parecía feliz.