ROMANCING, han seojun

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chapter thirteen ━ 𖤍

A la mañana siguiente, Miyeon decidió que uno de los conductores de su padre la llevara a la escuela. No tenía ganas de subirse a un autobús y todo lo que podía escuchar eran chicos susurrando sobre su apariencia, y en su lugar decidió que aceptar la ayuda de su padre por un solo día era mejor que soportar eso.

─¿No subiste al autobús hoy? ─Miyeon preguntó mientras entraba al salón de clases, viendo a Jugyeong sentado en su asiento, sabiendo que no había forma de que hubiera llegado tan temprano si hubiera tomado el autobús.

─¿Tú tampoco? ─Jugyeong respondió, mientras Miyeon se sentaba en el asiento de Sooa, con los codos descansando sobre la mesa de Jugyeong─. Tus ojos están todos hinchados, ¿estás bien?

─Estaré bien. ¿Pero no tomaste el autobús hoy? ─Miyeon miró a la chica Im─. Ninguno de los dos se habrá perdido mucho.

Jugyeong asintió con la cabeza─. Siento lo de mi mamá anoche, luego te eché. No esperaba tener que reunirme con alguien anoche.

─Oh, está bien ─respondió Miyeon encogiéndose de hombros, mirando hacia las ventanas mientras sentía que alguien la miraba, Suho. Ella lo ignoró, continuó la conversación con Jugyeong hasta que llegó el momento de que comenzaran las clases, y se trasladó a su asiento en la parte de atrás de la clase.

Seojun ya estaba sentado en su asiento, encorvado como de costumbre con su brazo en equilibrio sobre el escritorio, la cabeza descansando sobre ellos. Miró hacia arriba cuando Miyeon dejó caer su bolso, sentándose completamente cuando la vio.

─Necesito hablar contigo antes de la próxima lección ─siseó, y Miyeon vaciló, congelándose mientras sacaba algo de su bolso. Ella no dijo nada, continuó sacando el libro y colocándolo en su escritorio "No finjas que no me escuchas.

─Oh, te escuché ─dijo Miyeon, volviéndose hacia él─. Podemos hablar, después ─Seojun suspiró, luciendo molesto y a punto de decir algo más, pero no lo hizo, y simplemente se dio la vuelta.

No tuvieron la oportunidad de hablar después, y pronto su lección se convirtió en Historia─. Los dos puntos importantes sobre la economía en los primeros días de la Dinastía Joseon son el sistema tributario y el sistema de tierras ─dijo la maestra, Miyeon no precisamente prestando atención y tratando de distraerse jugando con las mangas de su jersey.

Era tan aburrido, y parecía simplemente alargarse una y otra vez. La única parte interesante fue cuando Jugyeong de repente se levantó y desapareció del aula, justo al final de la lección.

─¡Hwang Miyeon! ─Sooa gritó cuando la maestra se fue, haciéndola señas para que se acercara. Miyeon se puso de pie, a punto de irse cuando sintió que alguien la agarraba de la muñeca. Se volvió para ver a Seojun, y se sintió bastante consciente de los que estaban mirando mientras Seojun la arrastraba fuera del aula, por el pasillo y hacia un pasillo más tranquilo.

─¿Cómo estás? ─preguntó, luciendo bastante preocupado─. Me fui demasiado rápido, debería haberme quedado, solo hasta que te durmieras.

─No hay necesidad de entrar en pánico, me cambié y me quedé dormida de inmediato como dije ─respondió Miyeon, mirando a su alrededor─. Lo tiraste a la basura... ¿no? ─preguntó ella con la voz baja.

─Tan pronto como pude ─Seojun asintió, antes de hurgar en sus bolsillos, sacando algo que hizo que Miyeon se congelara cuando sus ojos se posaron en él.

Era una pulsera, una cadena fina con un corazón de cuarzo rosa y un dije de llave. Pero yo no era solo un brazalete, era uno de los viejos regalos de Miyeon de Seojun y Seyeon.

─Pensé que lo habrías tirado a la basura ─dijo Miyeon, mirándolo─. Te lo devolví antes de irme, ¿por qué te lo quedaste?

─Ahorramos para conseguirlo ─Seojun se encogió de hombros, sin dar mucha más explicación─. Ha estado en mi cajón durante un año, pero recuerdo cuando te estabas recuperando antes de que siempre jugabas con él, mantenía tus manos ocupadas.

─Lo hizo... gracias ─Miyeon sonrió, la primera vez que Seojun realmente había visto algo así hacia él, y la agarró por la muñeca, levantando su mano con la palma hacia afuera, dejando caer la fina cadena sobre ella.

─No hay problema ─Seojun comenzó a alejarse, pero se detuvo y se dio la vuelta─. Si alguna vez te apetece de nuevo, llámame.

Miyeon asintió, colocando el brazalete alrededor de su muñeca antes de regresar al salón de clases─. ¿De qué se trata? ─Soojin preguntó─. ¿Estaba siendo un idiota de nuevo?

─No, no es nada ─dijo rápidamente Miyeon, sacudiendo la cabeza─. No tienes que preocuparte en absoluto, todo está bien. Pero, ¿dónde jugyeong- ─estaba a punto de preguntar por qué Jugyeong se había escapado, sin escuchar del todo su razonamiento cuando se disculpó, pero la chica entró y corrió hacia el escritorio de Suho, dejando algo.

─¿Pasa algo? ─preguntó Sooa, las tres viendo hablar a Jugyeong y Suho. Bueno, principalmente Jugyeong hablando, él parecía escuchar.

No fue la primera vez que ocurrió algo extraño con Jugyeong ese día. Parecía que Suho la tenía haciendo recados para él, pero nadie más que ellos sabría por qué. Soojin investigó, pero no obtuvo ninguna respuesta.

─Si se está abriendo con alguien más, entonces está bien... ─murmuró Miyeon para sí misma mientras se arrastraba hacia su asiento, suspirando mientras alcanzaba el brazalete, jugueteando con el amuleto y girándolo alrededor de su muñeca cuando comenzaba la siguiente clase.

Y de alguna manera, se sintió mejor que antes.