ROMANCING, han seojun

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Miyeon se despertó a la mañana siguiente con el sonido de alguien moviéndose. En el lado al que miraba, hacia la puerta, podía ver a Sooa, Soojin y Sihyun aún durmiendo pacíficamente.

Lo que significaba que el culpable del sonido de arrastre no era otro que Im Jugyeong. Miyeon se dio la vuelta, las sábanas se erizaron mientras movía su mano hacia sus ojos, frotándose el sueño mientras se sentaba.

─Buenos dias ─murmuró, Jugyeong saltando fuera de su piel─. ¿Hm? ─todavía medio dormida, Miyeon parecía confundida por la sorpresa de Jugyeong, la chica sostenía un pincel de maquillaje en su ojo─. ¿Realmente nos levantamos tarde?

─No no ─Jugyeong negó con la cabeza, mirando en su espejo de mano─. Simplemente no quiero que nadie vea mi cara ─ella admitió, una punzada de tristeza en sus palabras.

Miyeon se tomó un momento para asimilarlo, mirando fijamente a la chica mientras se maquillaba. La golpeó de repente, la comprensión inundó su cuerpo─. Oh, sí, por supuesto. Debería vestirme también. ¿Crees que mientras esperabas a los demás podrías maquillarme? Tienes una manera tan bonita de aplicarlo.

La chica Hwang le había quitado las sábanas, se acercó a su estuche y sacó su decisión de salir por el día. Es cierto que era algo que Sooa había elegido para ella hace un tiempo y encajaba bastante bien con el estilo de Sooa.

Lo que Sooa había elegido para ella era un top de punto con estampado de rombos rosa pálido, crema y rosa, que le quedaba un poco más holgado y largo que las opciones habituales de Sooa. Miyeon no había tenido la oportunidad de usarlo y estaba segura de que Sooa estaría encantada de verla usarlo.

Lo combinó con sus jeans característicos habituales, aunque esta vez eran grises en lugar de azules. Debajo del suéter había una blusa, metida en los jeans y asegurada con un cinturón negro.

Después de elegir los zapatos y colocarlos junto a la puerta, Jugyeong estaba listo y Miyeon se sentó a su lado. La chica Im se maquilló y, a medida que pasaba el tiempo, todos los demás se despertaron, dando vueltas. ligeramente aturdido.

Sooa había reconocido la parte superior del suéter en el desayuno, lo exclamó con gritos emocionados, señaló el suéter a Miyeon y la miró cuando se dio cuenta de que el rosa de su tinte labial también hacía juego.

─Ah, Miyeon ─la chica Choi tomó del brazo a su amiga mientras se alejaban del desayuno al ritmo que el Sr. Han les había pedido que siguieran─. Siempre te ves tan bonita, y mira, estamos emparejadas.

Miyeon soltó una risita, a punto de responder cuando llegaron con el resto del grupo, parándose frente al Sr. Han, esperando instrucciones para la actividad que había planeado para esa mañana.

─¿Sabes cuál es la mejor parte de un viaje escolar? ─el Sr. Han comenzó, se paró frente al grupo de estudiantes.
Coros de varias cosas de la multitud: la mayoría de ellos diciendo que se divierten con amigos, una pareja señalando el hecho de que podían hablar sin honoríficos.

─Lo más destacado de un viaje escolar es hacer una búsqueda del tesoro ─la energía que había surgido con la primera pregunta del señor Han se apagó con la siguiente frase.

─Escondí cosas aquí y allá. Así que quiero que miren alrededor y encuentren lo que puedan ─explicó el profesor.

─¡Señor Han! ─Hyunkyu gritó desde atrás─. ¡No somos niños de primaria!

─Señor Han, tenemos dieciocho años, no ocho ─Sihyun intervino, varios otros se quejaron y la gente miró hacia la parte trasera de la multitud mientras Chorong anunciaba que tenía hambre.

─¡El ganador recibirá un vale de regalo por valor de 55 000 wones! ─el Sr. Han anunció, y las quejas cayeron de inmediato, atrayendo su atención.

Después de enterarse del dinero, todos corrieron para comenzar a tratar de encontrar cosas, Sooa apartó a Miyeon, pero la niña vaciló, viendo cómo Jugyeong se detuvo y no los siguió, sino que caminó hacia el Sr. Han.

─Estará bien, no creo que se sintiera bien ─Sooa se encogió de hombros, Miyeon observó por un momento más, los ojos llenos de preocupación antes de dejarse llevar por Sooa hacia los árboles.

─¡Encontré algo! ─alguien chilló, seguido de los gritos de todos los demás.

Sooa y Miyeon estaban cerca de Sihyun, que tenía un sobre en las manos y parecía decepcionada─. Así que estamos buscando sobres ─Miyeon miró a su alrededor, vio uno y se agachó junto al árbol, sacándolo triunfante.

Sooa miró por encima del hombro y frunció el ceño cuando vio lo que había escrito: una de las citas inspiradoras del Sr. Han─...Sigamos buscando ─la chica Choi adquirió una sonrisa alegre, empujando a Miyeon para tratar de encontrar a otros.

─¡Encontré algo!" ─Sooa exclamó después de un rato, agachándose en la base de un árbol, un grupo formándose a su alrededor─. Conoces la profundidad del amor ─leyó─: Sólo en el dolor de la separación.

Parecía como si estuviera a punto de estallar en lágrimas, mirando a través del bosque para tratar de ver a Taehoon. Ella lo vio, y como si estuviera a punto de llorar, Sooa se apartó de su grupo y Taehoon se apartó del suyo.

Corrieron uno hacia el otro, encontrándose en el medio─. No te dejaré ir aunque muera ─proclamó Taehoon─. ¿Cómo esperas que te deje ir? Si deseas irte, arregla mi corazón antes de irte ─hizo un gesto hacia su mano vendada, la voz cargada de emoción.

─¡No vas a morir! ─Sooa se lamentó. Taehoon extendió su mano vendada y aterrizó frente a su nariz.

─Quien ame a Choi Sooa, que levante la mano ─Taehoon dijo, colocando su mano en el aire. Se estaba poniendo realmente tenso en este momento, pero Miyeon estaba feliz por su amiga y se obligó a no apartar la mirada.

─Quién nunca puede olvidar a Choi Soo-, levante la mano ─Taehoon continuó─. ¿Quién quiere evitar que Choi Sooa se vaya? Levante la mano.

─¡Honey! ─Sooa gritó, con los brazos levantados mientras se movía para abrazar a Taehoon, la pareja giraba, volvían a estar juntos después de lo que debió haber sido una prueba de menos de veinticuatro horas.

Y eso fue algo que solucionó el detector de mentiras.