ROMANCING, han seojun

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𝙍 𝙊 𝙈 𝘼 𝙉 𝘾 𝙄 𝙉 𝙂

! chapter forty-six ─── ʚĭɞ
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Miyeon miró al suelo, de espaldas a la pared de la tienda de alimentos. El mundo era tan cruel, ¿cómo podían otros intimidar a aquellos que no merecían tal trato, simplemente porque no consideraban que mantuvieran los mismos estándares de belleza en los que se veían a sí mismos?

Fue tan duro, y Miyeon sintió mucha pena por Jugyeong. Tendría que decirle que lo sabía, por supuesto, pero a la chica Hwang no le gustaban las conversaciones incómodas y no tenía idea de cómo combatir ese tipo de cosas.

Lo más probable es que lo haga en la escuela, bueno, pedirle que salga a comer esa noche con ella y luego avisarle allí. Era lo menos que podía hacer, hacer que Jugyeong se sintiera lo más cómodo posible mientras le decía algo que realmente la haría sentir lo contrario.

Suho había desaparecido con la identificación y Miyeon no era exactamente estúpida. Fue bastante fácil darse cuenta de que Suho también sabía sobre el verdadero rostro de Jugyeong, y solo la había estado protegiendo cuando le arrebató el bolso de las manos.

Pero él no tenía idea de que era demasiado tarde y ella ya lo había visto. Pero, Miyeon supuso que Jugyeong probablemente le haría saber que ella lo sabía después de que la chica Hwang revelara que lo sabía.

Solo esperaba que esto no arruinara su amistad, o que dijera algo malo en un intento de ser comprensiva. Debido a que Miyeon sabía que nunca podría entender ese tipo de cosas, nunca sabría cómo se sentía, o nunca experimentaría cómo los demás podían ser tan degradantes para los demás debido a su apariencia.

Miyeon quería seguir siendo amiga de Jugyeong, por supuesto que sí, ¿qué tipo de persona sería si no lo hiciera? Pero parecía ser una cuestión de si Jugyeong estaba feliz con eso o no. Pero Miyeon tenía el presentimiento de que Jugyeong sería feliz si quisiera seguir siendo su amiga.

Pero ese pensamiento desgarrador se guardaría para otro momento, ya que los pensamientos de Miyeon estaban distraídos por el sonido de los matones y varios otros saliendo de la tienda. Su mandíbula se abrió cuando reconoció a los chicos, eran aquellos de los que ella y Seojun habían huido fuera del lugar de Karoke.

─Oh, mierda ─murmuró, viendo como el grupo se alejaba, uno de los matones les decía a los chicos que tenía que haber sido la chica de su antigua escuela.

─Vaya, mira quién es ─dijo el chico al frente de la multitud, y Miyeon siguió su mirada, aterrizando en Chorong y Seojun. Finalmente pudo poner caras a los nombres, recordando varias cosas del pasado.

─Han Seojun está aquí ─el matón principal, una chica llamada Semi, dijo con los brazos cruzados─. Lástima, extrañaste a tu novia. No puedo decir que su viaje a Nueva York le haya servido de nada.

─¿Novia? ─Seojun repitió, mirando alrededor y su mirada aterrizando en Miyeon, quien estaba mirando a la chica─. ¿Hwang Miyeon? Ah, ¿de verdad crees que estoy saliendo con ella?

Su mirada se movió de la chica a él, y Seojun miró hacia otro lado, sonriendo levemente─. Vamos a comer hamburguesas en otro momento ─dijo, volviéndose hacia Chorong─. Vamos.

Los dos chicos se dieron la vuelta, pero Sungyong, que había sido el que había liderado la persecución contra Seojun y Miyeon, se acercó y los detuvo─. Oye, tú. ¿Por qué sigues volando cada vez que me ves?

─Solíamos pasar el rato juntos ─la mirada de Seojun cayó de Sungyong a su brazo, donde el chico lo estaba golpeando, varias veces─. ¿Estás trazando una línea ahora? ─Sungyong se burló─. Estoy herido.

─No provoquemos una escena ─siempre sereno, respondió Seojun, aunque las comisuras de sus labios amenazaban con volverse hacia arriba en la exasperante sonrisa que ella siempre tenía.

─Da miedo cuando habla en serio ─otro de los chicos dijo, señalando hacia él, la chica que tenía su otro brazo alrededor riendo.

Chorong a través de su bebida en Sungyong, y cayó al suelo─. Mi mal, pensé que esto era un bote de basura ─dijo, y Miyeon tuvo que dejar de reír, sin poder apartarse de la escena ni por una fracción de segundo.

Sungyong se burló, limpiando su suéter donde la bebida lo había golpeado─. ¿Quieres morir? ─amenazó, balanceando el brazo hacia adelante mientras lo decía.

─Vete, a menos que quieras morir ─Seojun interrumpió, bloqueando el golpe agarrando su jersey─. No quiero perder mi tiempo más con matones como tú.

Lo soltó, empujándolo hacia sus amigos. Y en unos segundos, Sungyong avanzaba rápidamente, con el puño levantado. Miyeon hizo una mueca, pero la chica parecía tener al menos algo de sentido común.

─¡Sungyong! ─Semi dijo, agarrando su brazo─. Solo vamonos.

─¿Qué? ¿Qué vas a hacer aquí? ─Seojun lo estaba incitando, y la mano de Sungyong apareció en su hombro una vez más.

─¿Cuándo deberíamos enfrentarnos? ─preguntó, dándole palmaditas en el brazo hasta que el chico Han lo despidió.

─Ya veremos ─Seojun respondió, ajustándose la chaqueta y dándose la vuelta, tirando de Chorong con él. Vaciló por un momento, la mirada se volvió hacia Miyeon, quien negó con la cabeza, deslizándose en la dirección opuesta, con las bolsas balanceándose en sus brazos.

Sin saber que Sungyong la estaba mirando y lo que estaba planeando.

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