ROMANCING, han seojun

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chapter twelve ━ 𖤍

Este capítulo contiene importantes implicaciones de autolesión.

Veinte minutos después y Miyeon pudo escuchar un murmullo de voces fuera de su habitación. La cerradura hizo clic, se abrió desde el exterior─. Lo tomaré de aquí, por ahora ─escuchó, y la puerta se cerró una vez más, y el sonido de pasos apresurados llegó al baño.

Seojun había llegado allí lo más rápido que pudo, alertó a Eunjoo apareciendo por la ventana de la cocina y logrando escabullirse junto a Yujin, quien, en su estado de borrachera, no se había dado cuenta en absoluto. Eunjoo había abierto la puerta de la chica Hwang y Seojun había entrado solo, entrando al baño y viendo a su ex mejor amigo acurrucado en una esquina, con las rodillas contra el pecho y la cabeza apoyada en las rodillas.

Al ver el destello de la plata, Seojun rápidamente los agarró y se los metió en el bolsillo antes de volverse hacia la chica, sentada junto a ella─. Hwang Miyeon ─dijo gentilmente, la única respuesta fue un gemido.

Podría haber habido un fuerte sentimiento de odio por ella, algo que él no había superado así. Pero había tenido esta terrible sensación, y a pesar de que el odio estaba allí, no podía ignorarlo y por eso la había llamado. El sentimiento había sido correcto, para su horror.

─Oye... oye, ven aquí ─dijo, envolviendo sus brazos alrededor de sus hombros, abrazándola. Su respiración se entrecortó, Miyeon finalmente miró hacia arriba, y Seojun dejó escapar un suspiro, su pulgar secó una lágrima perdida, tomó un pañuelo de papel y cuidadosamente secó sus lágrimas.

Se levantó, Miyeon lo miró en silencio mientras mojaba una de sus toallitas faciales en agua fría, escurriendo el exceso de líquido antes de agacharse a su lado, levantando la barbilla mientras le acariciaba suavemente la cara.

─Vamos ─dijo en voz baja, colocando la tela en el fregadero mientras ayudaba a Miyeon a ponerse de pie, acompañándola fuera del baño y hacia su cama. Todavía estaba en su uniforme, y se quitó la chaqueta mientras se sentaba en su cama, Seojun tiró de las mantas alrededor de sus piernas, sentándose en el borde del colchón.

Se sentó allí durante un par de minutos mirando la funda del edredón, con las manos cruzadas frente a ella, el pulgar corriendo contra la parte superior de la palma─. ¿Cómo lo supiste? ─preguntó en voz baja.

─Solo tuve un presentimiento. Pensé en llamarte y averiguarlo ─mientras que las palabras de Seojun no habían recuperado el tono sae que tenía mientras estaba en el baño, no tenían la dureza que solía tener.

─Gracias ─respondió Miyeon─. Esto no nos hace amigos, si estás preocupado por eso. Da la casualidad de que tienes un presentimiento.

─Si lo dices ─Seojun asintió con la cabeza─. No respondiste a mi pregunta antes. Es porque lo habías pensado, ¿verdad? ─el silencio de Miyeon solo confirmó esto─. ¿Desde que regresaste a Seúl?

Miyeon asintió con la cabeza─. Estaba bien antes y supongo que fue más impulsivo. Solo tenía este impulso y no desapareció... pero en realidad estaba caminando por esa zona, así que no volví a casa y acabé... lo hice, y mi mamá estaba allí. Está borracha, si no te diste cuenta. Sabía que no todos éramos amigos cuando me fui, y a propósito me reinscribió en Saebom High. Ella y papá me trajeron de regreso a Seúl. pensaron que no fallaron como padres.

Se burló, sacudiendo la cabeza, oliendo y secándose los ojos─. Sin embargo, es lo que sea, cualquier cosa para darle un poquito de poder. Ni siquiera podrían haber esperado un par de meses más para que el aniversario pasara en paz para ti.

─No creo que vaya a funcionar con Suho ─dijo Seojun─. No es tu culpa que hayas regresado. Te creo en eso.

─Creo que debería irme a dormir ─sugirió Miyeon─. Creo que la escalera fue movida de mi balcón hace algún tiempo, así que quizás quieras encontrar otra forma de escapar ─dijo. Seojun podría creer que no fue su culpa que regresara, pero eso fue todo. Fue una pequeña victoria para ella.

Seojun asintió, se puso de pie y se dirigió hacia la puerta del pequeño balcón que estaba adosado a su habitación, abriendo las puertas y mirando por el borde─. Creo que Eunjoo la movió hacia atrás ─dijo, apoyándose en la puerta, mirando cuando Miyeon salió de debajo de sus sábanas, temblando por el aire frío mientras caminaba hacia su armario.

─Hwang Miyeon ─dijo, y la chica se dio la vuelta─. Si tienes más pensamientos al respecto, avísame. Puede que no sea tu amigo, pero aún puedo ayudarte como antes.

Y con eso, Seojun cerró las puertas del balcón, dejando a Miyeon sintiéndose un poco mejor que antes. Con cuidado bajó la escalera, regresó a su motocicleta y salió de la propiedad, necesitando encontrar un lugar para tirar el metal en su bolsillo.

Es posible que todavía sienta odio en su corazón, pero nunca lo haría, nunca podría quedarse de brazos cruzados si alguien estaba en problemas. Si los odiaba o no.