REFLEJO ➳ Kim Taehyung

• PARTE 004 •

—Entonces... ¿eres amigo de mi hermanita? –atacó JiYong en cuanto entró y presenté a Hoseok.

—Lo soy, ¿tú eres? –elevó una ceja mi amigo.

—Soy su hermano, no lo sabías me imagino. Deberías no saberlo. –Yong me miró.

—No he dicho nada, hasta ahora. –me crucé de brazos sentada entre en SeokJin y Hosok.

—Entiendes que es algo confidencial, ¿cierto? –irrumpió mi padre sentándose frente a nosotros.

—Lo sabe, señor Kwon. –aseguró Jin.

—¿Tus abuelos saben que vienes con nosotros?

—Lo saben. –finalizó mi osado amigo.

Estaba teniendo una noche muy agitada. Mi padre ha vuelto, volvía ver a mi hermano después de años, Jin siempre fue cercano a él y no lo sabía... Ahora Hoseok muestra una faceta de él que no conocía en lo más mínimo. Estaba a la defensiva, con bastante recelo, como si intentara protegerme de mi familia, nada de esto es normal.

—Gaem, ¿a dónde iremos? Todos parecen conformes con viajar, exceptuándome.

—Soy tu padre, no me llames de esa forma.

—Cómo sea.

—Gangam. Volaremos en unas horas, con algunas escalas.

¿Gangnam?, no recuerdo de qué parte de Corea solía ser.

—¿Por qué ahí?

—Ve por tus maletas, no hagas tantas preguntas. –se limitó a responder antes de salir del lugar–. Date prisa.

Mi hermano y mi mejor amigo parecían cercanos de unas horas apenas, reían y comentaban cosas sin sentido... Como si fuesen ¿amigos?

—Hannie, ¿podemos hablar un momento? –Jin tocó mi hombro. Él estaba sentado junto a mí en el avión–. O... sigues dormida?

—¿Pasa algo? no estaba dormida, la mente no me deja en paz.

—Estás muy tensa... ¿Fue buena idea que Jung viniera con nosotros?

—Supongo que sí. Él parece estar más al tanto de todo que yo. –cerré los ojos dejando descansar mi cabeza en el asiento.

—También para mí parece extraño, al igual que nuestro vuelo. Asumí que volveríamos a Seúl.

—Creí que sólo a mí me había extrañado. –respondí animada.

—Hannie, quiero prepararte para cuando lleguemos. Siento un deber moral de ayudarte.

—¿Prepararme?

—Al parecer ninguno de ellos te ha dicho nada. Estoy preocupado por ti.

—Hoseok también me ha dicho que está preocupado... ¿a qué se debe su preocupación?

—Bueno... No hemos estado dando vuelta al mundo en vano. Hay una razón.

—Creí que tú razón era que mi papá te pagaba muy bien.

—Si bueno, si también. –se incorporó–. Concentrate, no tengo mucho tiempo.

—¿Por qué sigues trabajando para mi padre? Ahora también eres una persona muy adinerada. –interrumpí–. Has dicho que lo haces porque me quieres y por el dinero pero, ¿es suficiente razón?

—¿Estás cambiando el tema? –me miró fijamente.

—No.

Sí. Lo estoy haciendo.