REFLEJO ➳ Kim Taehyung

• PARTE 109 •

Pasé años buscando algo que no encontraba, algo que necesitaba con todo mi ser sin tener éxito en encontrar. Como si fuera una estrella fugaz pasaba por mi mente la idea de que una niña tan linda como esta que tengo enfrente podría ser mi hija.

Soy muy afortunada de ser su madre.

—NaHaeun, eres la niña más hermosa que he visto en toda mi vida.

Me incliné y dejé a Dae sobre el sofá aprovechando que estaba dormido.

—¿Lo dice en serio? –levantó un poco la mirada al fin.

—No podría mentirle a mi hija. –susurré y levanté una de sus manos entre las mías–. No debes estar nerviosa... No hay nadie más en este sitio que te ame tanto como yo.

Hubo un silencio que era acompañado de una sonrisa que parecía dibujarse en su pequeño, delicado y hermoso rostro.

—Tío Jimin dice que no fue tu intención ser cruel conmigo y yo le creo. -soltó.

—¿Por qué le crees?

—Porque las mamás quieren mucho a sus hijos y todos dicen... –titubeó–. Bueno, dicen que usted es mi mamá.

Me incorporé y la tomé de las costillas para dar la vuelta y subirla en la mesa de centro.

—Haeun, soy tu mamá y te amo. –fijé mis ojos en los suyos–. Te he estado buscando desde que no estuviste a mi lado. Perdóname, por favor.

—No tengo nada que perdonarle. -respondió rápido.

—Puedes dejar de ser cortés conmigo, no soy una extraña, soy tu mamá. -le sonreí.

—Jungkook dijo que volverías por mí para estar juntas, ¡Él no mintió! -dijo alegre.

Mi hija está sonriendo, maldita sea, esta sonriendo.

—¿Me dejas darte un abrazo, NaHaeun, hija? -apreté los labios intentado reprimir el llanto.

No aguanto, realmente necesito abrazarla, sentir el latir de su corazón.

—¡Sí, por favor! –abrió los brazos.

No dudé más y la abracé fuertemente, tanto que la elevé entre mis brazos ocultando mi cara entre su hombro.

—Jamás nos volverán a separar, NaHaeun. -dije en cuanto la bajé.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. -respondí conteniendo lágrimas.

Esta vez ella fue quien me abrazó y no aguante más, me incliné y la sostuve con más fuerza. Estaba llorando porque abracé a una parte de mi corazón, una parte que me hacía falta para sentirme completa.

—Y nosotras la ayudaremos a que estén juntas siempre. -Jimin interrumpió seguido de Jungkook.

Sonreí al mismo tiempo que los cuatro en la sala lo hicimos.

—¿Ya te presentaron a tu hermano, NaHaeun? -volteé hacia donde estaba durmiendo Dae-hyun.

—¿Es tu bebé?, pensé que era hijo de tío Jimin y Jungkook. -la niña respondió.

—Lo compro. -Jimin dijo.

—No, yo lo compro. -Jungkook se dirigió al rubio.

—Dijo que es hijo de ambos, lo compraré para los dos, tonto. -Min reía.

—Ah.

Sostuve a Dae-hyun frente a mí hija esperando que lo miraran con atención, ignorando la conversación de los otros dos chicos.