• PARTE 024 •

639 69 6
                                        



Aunque tengo algunas dudas sobre la plática de anoche con Moonbyul, ahora sé que hay una explicación lo más parecida coherente a todo lo que me aquejaba, al menos tengo la seguridad de que no estoy perdiendo la razón y todo esto es real.

Lo único que me ocasionó casi perder el suelo anoche fue el comentario de Jungkook, ¿de qué niño hablaba? El hecho de que fingió dormirse inmediato de que lo pregunté me dejó algunas dudas, ¿se referirá al hijo de mi padre?, me dijeron que adoptó un niño recién nacido hace algunos años, de ser así, ¿él también corre peligro?
Debo relajarme.


–Hann, ¿estás despierta?

Escuché a Taehyung al otro lado de la puerta.

–Sí pero, aún sigo recostada.

–Vendré más tarde, lo siento.

–No, espera. –grité poniendo mis pantuflas–. Entra. –sonreí abriendo la puerta.

–¿No te incómodo? –decía el chico también en pijama cerrando la puerta al entrar.

–No, Kim Taehyung. ¿Por qué despertaste tan temprano? –volví a la cama–.Ven, siéntate.

–Creí que mi hermano me llamaba pero, era mi imaginación. –tomó asiento junto a mí–. He estado esperándolo pero, ha dicho que llegará a las cinco de la tarde.

–Oh, apenas son las seis de la mañana.

–Siento si te he despertado.

–No hay problema. Iba a buscar un edredón más, hace mucho frío.

–Disculpa, tengo uno, iré por él. –vi al chico levantarse enseguida.

–Espera, no te molestes. –antes de terminar él ya había salido del lugar–. Bueno... como quieras. –volví a recostarme cubriéndome.

Extrañamente sentí confianza en esta casa.

–¡Volví! –gritó al entrar.

Vi a un chico sonriente con dos edredones color azul marino en el hombro, y una bolsa de galletas.

–Oh, eres rápido. –reí al ver que estaba cubriéndome con los edredones.

–Mi habitación está muy cerca. –contestó tomando asiento en la orilla de la cama–. ¿Quieres otra? Puedo ir por la de Jungkook.

–Oh, no, no. –reí–. Espera... –me detuve a olfatear–. Esto huele a ti, es tu perfume.

–¿Huelo mal?

Ambos reímos.

–No, nada de eso... ¿Tú con qué te cubrirás ahora? –me senté.

–No importa, traje galletas. –extendió su mano.

–Taehyung, tengo sueño aún. –apreté los labios.

–No tengo problema con verte dormir desde aquí. –se cruzó de piernas.
–No quiero decir eso...

–Bien, vendré más tarde. –hizo un puchero.

–Quédate a dormir a mi lado.

Estos impulsos parecen ser de todo menos de supervivencia.

–¿Estarás bien con eso?

Accedió fácilmente.

–Tengo tus edredones, y tú no tienes nada. –levanté las sábanas de mi lado izquierdo recorriendo mi cuerpo al lado derecho y di palmaditas a la almohada vacía–. Puedes quedarte, así estamos a mano y sin frío.

–Tengo el sueño irritado, ¿te importa si conversamos un poco antes? –entró a la cama y aún había un espacio entre los dos de diez centímetros–. Gracias, se siente calientito aquí.

–Sí, la calenté para ti. –ambos reímos.

Nos topamos hasta el cuello y con el control remoto cerré las cortinas, di la vuelta dándole la espalda.

–Buenas noches, de nuevo.

–Estoy nervioso por lo que pueda a suceder hoy. –confesó de la nada.

Yo también, Taehyung.

–No tendremos sexo, –bromeé sin voltear–. Ya puedes respirar.

Lo escuché reír alto y extendió su mano para tocar mi cabello, estaba acariciándolo lentamente, con delicadeza. Empecé a sentir los ojos pesados, el sueño estaba acabando conmigo.

–Siempre serás el reflejo de la mejor versión de mí. –le escuché murmurar.


La palabra reflejo se quedó conmigo durante unos segundos que se convirtieron en minutos, jamás algo había retumbado tanto en mi mente.




Los rayos de sol pegaron de golpe en mis ojos.

–¡DESPIERTEN! –la voz de SeokJin me tomó por sorpresa.

Miré a mi al rededor y sentí un brazo sobre mis hombros, la respiración dormida del chico a mis espaldas y una más. Me senté y miré a Taehyung durmiendo atrás de mí y detrás de él estaba Jungkook.

–¿Qué haces aquí? –grité.

–Dijiste que podía quedarme, hacía frío. –respondió Taehyung abriendo los ojos.

–Me refiero a él. –señalé a Jungkook quien aún dormía con la boca entreabierta.

–Oh, no lo sé. –lo miró y enseguida miramos que había un edredón más sobre nosotros–. Quizá tenía frío.

–Que tierno es. –dije riendo.

–¿¡CUANDO DEJARÁN DE FINGIR QUE NO ESTOY AQUÍ!? –gritó Jin de pie frente a la cama.

–Jin Oppa, guarda silencio. –dije.

–¿¡CÓMO!?

–Hyung, estábamos durmiendo.

–¡NO SON HORAS DE DORMIR!

–Éste anciano es un tirano. –dijo Jungkook tapando su rostro con las sábanas–. Cierra las cortinas, ¿quieres?

–¡NO! todos nos esperan abajo.

–¿Por qué llegaron tan temprano? –Taehyung dijo.

–Son las cinco de la tarde. –respondió.

–Oh... dormimos mucho. –dije.

–Enseguida estaremos con ustedes.

–Estaremos abajo. –decía SeokJin–. Me alegra que estés bien, Hannie. –se inclinó a dejar un beso en mi frente antes de salir.

–¿Cómo entró? –miré a V.

–Tiene llaves de la casa.

–Me refiero a él. –señalé a Jungkook. 

–Ah, no lo sé... –dijo extrañado.

–Me iré, en esta casa no dejan dormir. –salió arrastrando todos los edredones junto con él.

–Oh...

–¿Cómo dormiste, Hann?

–Bien, gracias por preguntar... ¿y tú?–lo miré–. ¿No tuviste frío?

–Mi corazón dejó de sentir frío. –lo vi levantarse.

Oh…

–Démonos prisa, nos esperan. –dije imitando su acto.

–Te veo abajo. –dijo sonriendo antes de salir de la habitación.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungWhere stories live. Discover now