REFLEJO ➳ Kim Taehyung

• PARTE 062 •

Otro día, la misma situación. No importa si es en casa, en mi casa o en nuestra casa, siempre es lo mismo.

–No entiendo porqué no puedes dormir aquí esta noche, Hann. –decía el castaño interponiéndose entre mi paso a la puerta y yo–. Mañana no iré al colegio y tú no estudias.

–Que no estudie no significa que no tenga deberes, Taehyung.  –intenté moverle de la puerta–. Apártate.

–Son las seis de la tarde, no saldrás de mi habitación hasta mañana. –se cruzó de brazos–. ¿O es que acaso piensas viajar nuevamente con Suga?

–Ni siquiera está en ciudad, Tae. –levanté la voz–. ¿Podrías dejar de mencionarlo por un maldito día?

–Oh, mala palabra… –elevó una ceja.

–Ni se te ocurra, quítate.

–¿Por qué no?

–Porque ya lo hicimos dos veces desde que llegué. –crucé los brazos adoptando una posición desafiante–. ¿Acaso no tienes un límite?

–Nop.

–Hazte a un lado, me iré. –volví a intentar moverle.

–Vendrán a cenar todos, Jimin dijo que debe decirnos algo importante.

–¿A quienes te refieres cuando dices ‘todos’? –apreté los labios.

¿Por qué de repente me siento nerviosa?

–Ya lo verás, llegarán en una hora… Así que…

–Cierra las cortinas. –acepté al fin.

…

Daban las siete en punto y no demoró mucho en sonar el timbre de la casa, como siempre el servicio de la familia Kim les recibía, Tae y yo salimos al jardín donde sería el lugar donde nos reuniríamos.

–¿Estaban tan ocupados como para no abrir por si mismos? –Jungkook quien dejaba caer una bolsa de hielo al pasto, reclamó.

–Estaba ocupado con mi esposa. –Tae respondió.

Sostuve mi postura, estaba en uno de los asientos en el jardín con las piernas cruzadas sobre las de mi esposo, él me mantenía abrazada y de vez en cuando dejaba un par de besos en los labios.

Poco a poco la sala y mesa del jardín se llenaba con todos.

–¿Ya estamos todos? –Sehun preguntó mirando con un toque de complicidad a Jimin.

–Falta GD, esperemos –el rubio respondió.

¿Mi hermano? Esto cada vez me pone más nerviosa, comienzo a creer que es por mí esta reunión. Apreté los ojos tratando de suprimir un mareo que me vino de repente, en definitiva; el estrés me está atacando.

–No entiendo porqué la presencia de mi hermano es necesaria. –comenté mirando a Tae.

–Park asegura que debe estar aquí, que es de vida o muerte. –Hoseok se dirigía a mí.

–Ellos dos están muy sospechosos. –Jeon dijo.

Namjoon mantenía la mirada baja y Jin sostenía la mirada exactamente sobre mí. 

–Hann, ¿cómo ha estado tu salud?, ¿te has sentido bien anímicamente?

–Bien, ¿a qué viene eso?

–Quisiera que pasaras por mi consultorio después… –dijo sonriendo.

Asentí y deje de prestar atención a la conversación de todos, me centré en lo que pueden decir Jimin y Jungkook, la mirada perdida de Namjoon me intrigaba mucho. Ha estado demasiado ausente los últimos meses.

–Sé que he llegado tarde. –mi hermano llegaba a nosotros disculpándose–. Al menos aún no es tan tarde.

–Solamente falta media hora para las nueve. –Hoseok decía irónico. 

¡LAS NUEVE! Debo llegar con Lee. Me incliné al oído de Tae.

–Amor, debo irme. –susurré.

–¿Qué?, no tienes porque irte. –dijo en voz alta, lo suficiente como para que todos en el sitio escucharan.
Demonios.

–No puedes irte, Hannie, todos podrían hacerlo, menos tú. –Sehun y Jimin dijeron al unísono. 

–Yo soy parte del todos, así que me voy. –Jungkook se ponía de pie–. Tengo una cita.

–Siéntate, por favor. –dijo Jimin y el castaño obedeció.

–Bien, pueden comenzar. –ahora fui yo quien se puso de pie–. Tengo aún más prisa que Jeon.

–No tienes prisa, tus clases pueden esperar. –decía mi hermano quien estaba sentado a un lado de Namjoon.

–No. –dije.

–Cualquier cosa no es tan importante como esto. –Sehun comentó.

–No. –repetí–. Comiencen de una vez o me iré.

–En el aeropuerto para ir a Osaka, cuando Tae pidió tus cosas personales… Nos hicieron revisar las pertenencias y había una carpeta color carmín en la cual encontramos unos documentos. –Sehun comenzaba a explicar.