• PARTE 102 •

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¿Cómo diablos fue que he llegado aquí?

Permanecí en silencio durante todo el camino de regreso a casa, Dae-hyun era lo único que hizo ruido en el taxi. Estaba somnoliento y cuando está así, llora.

Justo como Yong Xion y NaHaeun.
De todas las dudas que he tenido en los últimos meses, lo único qué me interesa arreglar es esta cuenta pendiente con Jung Hoseok. Debo recuperar mis documentos antes de hacer cualquier cosa.

—¿Dónde estabas, Hann? –reprochó Hoseok apenas cruzamos la puerta.

—Estábamos. –hice énfasis–. Estábamos dando un paseo antes de la recepción de esta noche.

—Es en cuarenta minutos, ¿te parece llegar a esta hora?, ni siquiera estás vestida para el brindis. –caminó hacia mí–. Incluso has llevado contigo a tu hijo, es muy tarde.

Así es, es mi hijo.

—Ya vamos a alistarnos. –caminé hacia las escaleras a prisa.

—Espera, Hanna. –dijo–. Siento haberles hablado así, ocurrió un incidente con uno de los guardias, desapareció y es peligroso, ¿sí?

El guardia que durmió SunBi pero, ¿dónde estará?

—Lo vi cansado y le di la noche. –finalicé simple.

...

Una copa más estará bien.

—Señora Jung, está deliciosa su comida. –un amigo de Hoseok intervino entre la plática.

Estaba conversando con mis dos frívolas pero nobles amigas del club. Cynthia y Zoey parecen divertidas mientras sus maridos y el mío juegan una partida de pool en el salón.

—Es un gusto saber que le agrada. –me dirigí al hombre y volví la vista a mis amigas.

Las tres le miramos caminar cual si fuera un péndulo danzando por el centro del salón, dirigido a los hombres que parecían apostar grandes cantidades en la mesa de pool.

—A Cole le gusta mucho venir a las reuniones de Hoseok porque en tu hogar siempre hay diversión... Diversión para los hombres. –dijo Zoey.

—A mi esposo también le gusta, –Cynthia agregó–. Debo confesar que también me agrada, parece un casino, me siento como en la Vegas.

—La ciudad que nunca duerme. –recitó Zoey–. Por cierto, supe que tú le ayudaste ala decoración de la casa, ¿no es así, Hanna?

Sí. Yo diseñé todo, ahora entiendo porque insistió por meses en que yo me encargara de la decoración de la sala de juegos y reuniones.

—Le eché una mano solamente. –mentí.

—Me recuerda a algo... –dijo cencentrada Zoey-. Hace un par de años mi esposo y yo fuimos a Seúl, había un casino muy similar. Elegante a la vista.

—¿En serio, Zoey?, ¿qué tan lindo es? –Cinthya interrogaba a la castaña–. Jamás mencionaste eso, traidora.

¿Se referirán a mi casino?

—No me pediste detalles de mi viaje por asia. –Zoey se excusó elevando los hombros–. Te ofrecería ir pero, lo han cerrado a causa de la pandemia.

—Sí claro, la pandemia. –solté irónica sin pensarlo mucho.

—¿Verdad que es muy sospechoso? –Zoey preguntó a forma de susurro–. Escuché a los amigos de mi marido hablar sobre eso y no eran cosas agradables.

—Miles de personas han muerto a causa de esta terrible pandemia, que se originó en asia... Es normal que todos sus negocios hayan cerrado ya. –Cinthya interrumpió.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungWhere stories live. Discover now