• PARTE 097 •

333 32 6
                                        


Vancouver, Canada.
Noviembre del 2017

Esa triste noche de hace casi dos años me dejó una huella como nunca nada. El hecho de escuchar morir a Shia me atormentaba todas las noches, poco a poco el instinto de venganza crecía cada vez más en mí.

—Vuelve a la cama, cariño.

Taehyung caminaba hacia el balcón donde me encontraba fumando un cigarrillo.

—Otra vez no tengo sueño. –respondí soltando una bocanada de humo.

—Lo sé, como los últimos dos años. –dijo nostálgico–. ¿Podrías intentar ver el lado positivo?

—Nuestros hijos sanos, creciendo cada vez más pero es inevitable sentirme así, ¿sabes? Es como si estuviésemos huyendo de ellos.

—Ellos...

—Sí, ellos. –le miré fijamente–. Entiendo que el tiempo te haya suavizado respecto a Jungkook pero, jamás perdonaré que...

—Tampoco puedo perdonar lo que nos hizo pero, –me interrumpió e hizo una corta pausa–, lo de la hipnosis es algo que ambos tenemos seguro, ya decir que fue el responsable de entregar a Shia... Es algo fuertemente serio. –susurró.

—No lo estoy diciendo por decir. –apagué el cigarrillo–. Shia dijo que un amigo suyo nos estaba traicionando. Ambos tenemos claro quién es y no vayas a decir que...

—Suga, Suga también es tu amigo. –interrumpió.

—Él jamás lo haría, lo sabes. –caminé hacia adentro–. Cállate, Taehyung.

—Duerme, mañana iremos al cementerio. –dijo detrás de mí.

—¿Acaso alguna vez te importo realmente Shia? –levanté la voz.

—Maldita sea, Hann. –igualó el tono.

—¿POR QUÉ SEGUIMOS ESCONDIDOS COMO UNOS COBARDES? –grité.

—Es por seguridad de todos, ¿lo entiendes? –decía exasperado.

—¿Hasta cuanto?

—Me gustaría estar aquí siempre. –dijo sereno.

—Te quedarás aquí tú solo, no planeo quedarme aquí toda la vida. –levanté la voz–. Ni mis hijos ni yo tenemos planeado vivir como prófugos para siempre.

—¿Te sientes encarcelada? Dios, aquí lo tienes todo, Kwon. –levantó la voz–. El club, reenombre, la mejor atención médica, calidad de vida, servidumbre, esta casa, vacaciones, tienes conexión a internet, tienes a Jin, a Heun, XionYong y a mí... –susurró por último–. ¿Por qué no lo miras?

—Bien, pretendamos que Gaem no nos busca para matarnos y llevarse todo, fijamos que Jungkook no hizo nada, y en serio quiero fingir que NO ESTAS DEFENDIENDO A UN ASESINO. –me exalté.

El llanto que provenía de la habitación de un lado nos desconcentró un poco.

—¿Es eso o extrañas a tus amigos? –cuestionó más tranquilo.

—También quisiera ver a mi hermano, eso es cierto. –confesé–. Jamás he sido alguien que se deje apagar así, Taehyung.

—¿Podrían callarse un momento?, sus hijos están llorando y no estoy aquí para ser una niñera. –Jin entró con decisión a nuestra habitación.

—Sal de aquí, estoy hablando con tu hermano. –dije señalando a la misma puerta.

—Fuera, SeokJin. –Taehyung me imitó.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungWhere stories live. Discover now