𝐑𝐄𝐍𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎𝐒 || ELITE

51

Después de que Samuel echara de su casa a Valerio. El moreno de pelo rizado se adentraba a la casa de Polo con su mano unida a la de Cayetana.

Polo mantenía la expresión serie mientras veía como ellos dos se adentraban a la habitación.

— ¡Amor, ya estamos aquí!— Cayetana lo saludo con una sonrisa.— Bueno, adelante, ya te conoces la casa. A ver en qué habitación te ponen porque hay tantas en esta casa, ¿eh?.

— A mi si me dejan un caminito. Yo voy poniendo miguitas de pan hasta llegar a su cuarto y...— Valerio se detuvo para besar los labios de Cayetana.— pasarlo muy bien. Hola, que guapo estás.— Valerio saludo a Polo.

— ¿Has hablado con ellas?— Cayetana pregunto. Polo mantuvo su expresión serio arrebatando la felicidad de los rostros de Valerio y Cayetana.

— Primero quiero hablar con Valerio. ¿Como has conseguido el dinero de la uni?.

— Ya les dije.

— Ya, ya se que nos dijiste. Ahora me gustaría escuchar la verdad.

Un silencio tenso se apoderó en la habitación. El aire pesado rodeaba a los tres presentes.

— Bueno, tampoco es para tanto.

— ¿Por eso no nos lo dijiste?.

— ¿El que? ¿Decirnos que?.— Cayetana pregunto sin entender la situación.

— Que es un puto camello.

— Es temporal. Pero si, me estoy ganando la vida en eso.— Valerio respondió sin alguna pena.

— ¿De camello?— Polo pregunto incrédulo.

— Si.

— ¿Y le vendes a Aldana?... ¿a Carla?— Polo preguntó acercándose a el.

— Su dinero es como el de cualquiera, ¿por que...

— ¡No es cualquiera! ¡Es Aldana, joder!. — Polo suspiró con fuerza.— Ellas no se han drogado en la vida. Porque le tienen miedo a engancharse, porque así son ellas. Se enganchan a un perfume, a un chico y no saben cómo dejarlo.

— La gente cambia. Que yo sepa hace mucho que tú no estás con ellas.

— Tu no tienes una pita idea de cómo son.

— Tal vez si lo sé, hasta incluso más que tú.— Valerio lo encaro.

— Chicos, paras, por favor.— Cayetana trato de tranquilizarlos.

— Ni de la gente a la que le vendes. Ni si sabes gestionar lo que se meten porque no te importan.

— Ahórrate tu discurso moralista de superioridad. ¿O te crees mejor que yo?.

— Llevas razon. No soy mejor que tú, soy peor. Seguramente peor. Somos la esta dorada, el asesino y el camello. Un chiste cojonudo, pero no me hace ni puta gracia.

— ¿Se puede saber que te pasa?— Cayetana pregunto.

— ¿Que me pasa?. Que he despertado, Cayetana. ¡Y lo que veo no me gusta una mierda!.

Todos se mantuvieron callados por varios segundos, hasta que Polo habló una vez más.

— Fuera de aquí. Los dos, fuera.

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Aldana observó a su alrededor a toda la gente bailando y bañándose en la piscina a su alrededor. Ella vestía un traje de baño rojo que dejaba al descubierto sus piernas y abdomen.

Los lentes de sol negros cubrían sus ojos que quemaba su piel. Ella se adentró al baño donde Carla se encontraba. La rubia rápidamente guardó algo que no pasó de largo de los ojos de Aldana.

Ella se acercó y de tomó lo que Carla ocultaba. Una bolsa demasiado familiar para su gusto. Las dos chicas se miraron a los ojos esperando a que una de ellas hablara.

— ¿Andamos cortas de los polvos mágicos o que?— Aldana rio mientras sacaba una bolsa de plástico de su bolso.— La siguiente invitas tú.

Aldana dejó la bolsa en la encimera del baño antes de salir de el con una pequeña sonrisa.

Las horas no faltaron para que Aldana se encontraba bailando con una sonrisa a la par de Carla.

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La fiesta había terminado para Aldana la noche anterior. Aún podía sentir las sustancias en su cuerpo ya que la famosa resaca no había llegado a un. O tal vez era el hecho de que no había dormido pensando en todas sus decisiones.

— ¿No te has inscrito a nada?— Guzman pregunto sentándose junto a ella.

— Mi padre ha dicho que no es necesario.— Aldana respondió alzando los hombros.— Después de que la academia cerrara, mi madre piensa que no hay otra cosa que satisfaga mis sueños.

— ¿y ahora que opinas tú?— Guzmán pregunto una vez más.

Aldana se quedó pensando unos segundos. ¿Que era lo que ella en verdad quería?. Algo tenia seguro, no quería estar en el instituto toda su vida, ya había tenido suficiente.

— ¿Que harás tú?— Aldana cambio el tema. No le gustaba mucho hablar de ella, hace un año ella no hubiera parado de hablar de si misma, pero creo que ella misma siquiera encuentra alguna cosa buena de la que hablar.

— Empresariales.

— Te queda muy bien.— Aldana sonrío.— Tal vez te de empleo cuando herede la empresa de mi padre.

— Eso espero.

Su conversación fue interrumpida con los gritos de Polo hacia Valerio. Ella se mantuvo quieta mientras que Guzmán salía rápidamente a separar a Samuel de Polo que había corrido a Golpearlo.

Ella no supo como reaccionar. — !¿Que les diste?!— Los gritos de Polo se escuchan por todos los pasillos.

Todos se quedaron en silencio cuando la puerta de la directora se abrió frente a ellos. Unas bolsas familiares se encontraban frente al suelo de la directora.

— Joder.— bufó mientras negaba con la cabeza.

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— se que odiabas a Polo.

— No es verdad.— Aldana respondió con la cabeza agachada mientras sorbía su nariz y limpiaba sus mejillas.— Todos aquí lo hacían, yo no. Yo nunca pude hacerlo.

Las dos se quedaron calladas antes de que la morena hablara una vez más.

— Pero se quien entró después de el al baño... Samuel.

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Chan Chan Chan.
¿Terminamos la historia o nos esperamos a la temporada 4 y vemos si Aldana puede entrar ahí? Q les parece.

Ya estamos por acabar aquí... así que.
Díganme una historia buena para continuar una historia.
Escogeré tres de las más pedidas y pues ustedes escogerán una vez mas. Y si ya tengo una de ellas, pues haré otra o la iniciare nuevamente a su gusto, ok? Las amo bye