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Aldana se adentró a la aula de clase después de varios minutos que el timbre había indicado el inicio de un nuevo periodo. Aldana se había pasado la mayoría de su tiempo libre investigando quien era el responsable de haber iniciado aquel rumor, pero todos respondían de la misma manera.
"Lo escuché de alguien más"
Aldana se colocó junto a la puerta en espera de la respuesta de su profesor al preguntar si podía entrar. Ella entró al aula y se sentó junto a uno de sus compañeros. Que era el único asiento disponible.
Algunos de sus compañeros la observaban con duda y asco, como lo hicieron hace un año atrás, y otros simplemente continuaban tomando la clase.
— ¿Te encuentras bien tia?— Rebeka susurro detrás de ella — He escuchado lo que están diciendo y...
Aldana giró su cuerpo dándole la cara a la morena— Que estoy bien. No necesito mas gente sintiendo pena por mi otra vez , ¿vale?.— Rodo los ojos antes de girar su cuerpo hacia el frente pero ella se detuvo en el momento que una silueta apareció frente a la ventana de su class que daba hacia el pasillo.
Y al igual que Aldana todos notaron la presencia de Nano. Todos en el aula lo observaban con el expresión del sorpresa y muchos otros con miedo.
El vestía la misma ropa con la que Aldana lo recordaba cuando fue detenido por ser culpable del asesinato de Marina. Su chaqueta negra con detalles rojos y sus jeans negros. Su cabello rizado ahora un poco más largo de lo usual después de todos esos meses en prisión.
Guzmán fue el primero en reaccionar al ver al asesino de su hermana frente a él después de varios meses sin saber algo de él. Guzmán logró salir del aula mientras Valerio, Ander y Polo forcejeaban con el tratando de que no se acercara a Nano.
—¿Qué haces aquí ?—Samuel preguntó mientras mientras se acercaba rápidamente a su hermanó.
— No voy a hacer nada— respondió el él mientras forcejeaba de igual forma tratando de acercársele a Guzmán.
—Te voy a arrancar la cabeza— Guzmán grito mientras trataba de soltarse de Valerio y Polo que lo sostenía por los brazos.
—Guzmán, tu hermana era la persona más importante de mi vida. ¡Sí, íbamos a tener un crío juntos!— gritó en respuesta Nano.— ¡Jamás lo hubiese hecho daño! ¡Jamás!.
