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Aldana pinto sus labios con el labial que había comprando en sus vacaciones a New York. Con sus padres habían decidido que ese sería el destino de las vacaciones de los Ferrer.
Los Tijuana panthers soñaban a todo volumen a travez de la bocina de su teléfono. Alisó su falda con sus manos y observó su reflejo, sonrió al ver su piel pálida que sobresalía con el negro de su cabello.
— Vamos Aldana— grito su padre desde la planta baja. Ella tomó su chaqueta y su mochila antes de bajar rápidamente por las escaleras.
— Buenos días— saludó a sus padres con un beso en la mejilla.
Sus dos padres le respondieron de igual manera.— ¿Vas a desayunar?— pregunto su madre.
— No, vamos tarde— se excusó con una sonrisa para después caminar hasta la camioneta de su padre.
— ¿Como está Polo?— Su padre encendió el coche.
— Empezamos otra vez— ella rodó los ojos con diversión.
— ¿Que?- Su padre rio.
— Que a cada chico que llega a interesarme siempre quieres hacerte su amigo y de su familia— Respondió— y no me molesta pero, no quiero que pase lo mismo con Polo.
Su padre asintió mientras entendía.— ¿Te gusta mucho no?.
— El estuvo ahí cuando nadie estaba— sonrió ligeramente— realmente quiero que todo salga bien con el.
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Aldana bajó del coche después de despedirse su padre. Ella observó las grandes escaleras que daban en dirección a las Encinas. Todo seguía siendo lo mismo, pero se sentía diferente.
Aldana saludaba a la gente con una sonrisa, claro a las personas que no habían hablando mal de ella en el curso anterior.
— Buenos días, Nadia— ella se acercó a la musulmana— se que el curso anterior no fue la mejor compańera pero en verdad me gustaría arreglarlo contigo.— Nadia le sonrió a Aldana— ¿amigas?.
— Amigas.
Ella asintió para después comenzar a caminar junto a ella por las escaleras. Las dos sintieron la mirada de Guzmán y Lucrecia sobre ellas.
...
Aldana se acercó a Polo se encontraba perdido en sus pensamientos.— Hola— Aldana besó su mejilla— ¿Como te has pasado las vacaciones?, no respondiste mis mensajes y pues...
