Todo el alrededor de Aldana parecía dar vueltas en aquellos momentos. Las miradas curiosas y las luces de la fiesta cegando sus ojos. Mordía su labio con la intención de dejar de temblar pero aquella acción involuntaria que la tenía en estado alerta no la dejaba tranquila.
— Aldana, tengo que hacerte unas preguntas.— Las palabras del inspector la sacaron de su transe. — ¿Que ha pasado?, Necesito que me cuentes que has visto esta noche. ¿Que ha ocurrido?.
Aquellas simples palabras no hacían sentido en la cabeza de Aldana, ¿Que era lo que en realidad hacía pasado?.
El sonido de los fuegos artificiales comenzaban a sacarla de quicio y robarle el aliento cada segundo que uno era disparado.
— Tranquila, todo va a salir bien.
Su atención fue robada una vez más por la sirena de la policía que llegaba a la escena.
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— Aldana, pasa por favor.— el hombre con gafas llamo su nombre con una gran sonrisa.— Benjamin.— El extendió su mano a la joven mujer.
— Un gusto.— Respondió ella adentrándose a la oficina del director. Por lo que rápidamente asumió que Azucena ya no se encontraba en el mando, cosa que por más culpable que la hiciera sentir, pensaba que era una buena idea. Sería como pasar pagina para las Encinas.
Y aquellas asunciones fueron confirmadas cuando Benjamin dio una corta explicación sobre el tema.
— Como sabes el colegio no tiene muchas actividad extracurriculares, cosa que es indispensable para un colegio de este nivel...— Benjamin hablo tomando una pausa observando a Aldana con una sonrisa.— Conozco a tú madre, y cuando hablé con ella; juro que no había nadie mejor para este puesto que tú.
— Pues muchas gracias.— Aldana respondió con una sonrisa corta, y aquello había sido más por compromiso. Estar en el lugar que años atrás había ocurrido tragedias, pues no le llenaba mucho los ánimos.
— Y cuando vi tus competencias supe que tú madre tenía razón.— Benjamin halago.— Es un honor tenerte aquí como la instructora del club de Baile del colegio, se que llenarás todas nuestras expectativas.
— Espero hacerlo.
— Y no te preocupes que no será un trabajo de profesora todo aburrido.— Benjamin rio comenzando a explicar la dinámica.— tendrás que estar aquí unas horas en horario escolar, para ayudarles a practicar. Este año hay una competencia escolar y nos vendría muy bien ganarlo.
— No se preocupe.— Aldana sonrió levantándose de su silla.— Haré que esas chicas den lo mejor de ellas.
— Bienvenida a esta nueva etapa en las Encinas.
....
Aldana camino por los pasillos con una hoja de papel en su mano. Las miradas de alumnos pasados que conocían a la chica las mantuvieron sobre ella. Pero que decimos, ¿quienes no conocen a Aldana Ferrer?.
En los últimos meses la empresa de su padre había comenzando a ganar terreno en toda America, expandiéndose de su territorio actual que era solo Europa.
Por lo que ella ahora sus padres habían incrementando sus ganancias de una manera que todos envidiáramos en un segundo.
Y todos se hacían la misma pregunta, ¿Que hacía una chica como ella trabajando en aquella preparatoria? ¿qué eso no sólo era para personas como Cayetana?.
Bueno, la respuesta es fácil, tenía mucho tiempo libre y su mente era débil, por lo que hundirse en sus pensamientos en la soledad de su hogar no era una tarea difícil.
Aldana pegó la hoja en el corcho de anuncios afuera de la oficina del director.
— ¿Que es eso?— Una voz masculina pregunto observando la hoja entre las manos de Aldana.
— Para que las chicas pueden inscribirse al equipo de danza.— Respondió ella presionando las tachuelas asegurando el soporte de su lista.
— ¿Puedo inscribirme?.
Aldana se giró a observarlo, y sonrió señalando la hoja donde claramente se leía el señal de solo chicas permitidas.
— ¿Seguimos con la discriminación de género?.
— Si tanto te quejas puedes inscribirte al de chicos.— Aldana señaló la hoja junto a la suya.
— Pero tú no serás la profesora.
— Me lamento que no.
— Entonces no lo quiero.— el sonrío cuando la sonrisa de Aldana se asomó. — Enzo.
— Aldana.
Los dos estrecharon sus manos en señal de saludos.
— tengo que ir a clase.— Habló el cuando el sonido de la campaña se hizo sonar por todo el lugar.
— Pensé que te interesaba la danza— Aldana hablo confundida.
— No bailo desde los tres años, dímelo tú.— Respondió el sin más antes de girarse y dirigirse a clase.
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ENZO BLANCO ——————————————-
no acabe la short story? si me dió flojera? obvio pero bueno, ihhhh ya comenzó estooooo
