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2 semanas después

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2 semanas después

Aldana guardó sus cuadernos en el casillero antes de comenzar su clase. Ella quito su mochila de los hombros y comenzó a vaciarla y guardando las cosas que ella necesitaba.

Ella se alejó el casillero y colocó la mochila en sus hombros cuando sus ojos fueron hasta las escaleras. Su cuerpo se paralizó al ver quien se encontraba ahi.

El junto con su madre camino junto con Azucena hasta su oficina. Aldana lo siguió con la mirada al igual que todos los presentes. El mantenía su cabeza abajo pero su madre aún seguía con una sonrisa y la cabeza bien en alto, cosa que hizo que le dieran escalofríos.

— Anda— Guzmán  susurró en su oreja mientras la tomaba por los hombros— Tenemos clase.

Los dos se alejaron del pasillo y se adentraron a él aula. Ella camino hasta su lugar y dejó su mochila en su mesa.

— ¿Por que coño no nos hemos enterado que estaba afuera?— Samuel le pregunto a Guzmán.

— Por la misma razón que no sabíamos que estaba dentro— respondió mientras tomaba asiento en el borde de la mesa de Aldana.— Una de sus madres es muy poderosa. Tiene periódicos y revistas. Pero eso no va a hacer que se libre de la cárcel— esto último lo dijo viendo a Carla que tomaba asiento mesas atrás de Aldana.

Ella los observó unos segundos antes de bajar la cabeza y comenzar a dar golpecitos en la mesa con sus uñas.

— ¿y tu no tienes nada que decir?— Lucrecia le pregunto a la rubia.

— A menos ella acabo hablando— Guzmán la defendió— otros sabían y callaron como putas.— Aldana observó de reojo a Ander que tenía su cabeza recargada en su mano.

— ¿Ander? Joder — Lucrecia preguntó observándolo— ¿Tu también sabias?. Ah, o sea, ¿todo el mundo sabía menos yo?.

— Lu, ¿por que te metes?— Guzmán la interrumpió— tú no tienes nada que ver con esto.

— Corrección— Lo detuvo— yo no tengo nada que ver contigo. Simplemente me hubiera gustado saber que el chico del alado era un fucking asesino, creepy.

— Mira, Polo no ha hecho nada.

— y precisamente te tenemos que creer a ti, ¿no?— Aldana se levantó de su asiento haciendo que todos la mirasen—¿Barbie mentirosa?, o le recordamos a todos quien eres y lo que haz hecho. No me sorprendería que los dos hayan ocultado eso tanto tiempo, ¿de quien fue la idea de la beneficencia? Dudo mucho que haya sido tuya, digo, después de vivir en un mundo tan pequeño tus ideas no pueden ser muy grandes.

Rebeka que mascaba un chicle frente a ella sonrió al escuchar las palabras de Aldana.

— Mira, lo único que tienen contra el es la declaración de una ex celosa.

— ¿tu que parte de la película te has perdido?— Carla pregunto.

— Vamos, que todo el circo que has montado no ha servido para nada, ¿no?.— Rebeka pregunto.— Que pena, tronqui.

— Éramos pocos y hablo la choni.

— ¿Perdona?.

— Ya esta, Carla— Aldana la cayó. Aldana recogió sus cosas y tomó asiento junto a Rebeka cuando Azucena entró.

— Sentaos y escucharme.— Azucena les ordeno.— Vuestro compañero ha sido puesto en libertar bajo fianza. Eso significa, qué hay cargos contra el y aún está siendo investigado. Le he comunicado a su familia que bajo esas circunstancias no puede volver al colegio.

Aldana siguió con la mirada a Polo que pasaba junto a la ventana de su aula. Sus miradas se conectaron y fueron separadas cuando la ventana de terminó.

— es obvio que no se va a graduar, ¿no?.— Lucrecia pregunto detrás de Aldana.

— Afortunadamente parece que todo se resolverá pronto.

— ¿Como?— Guzmán preguntó.

— El juez ha ordenado un careo por mañana en la tarde entre polo y la persona que lo acusó para contrastar sus versiones y decidir si se le acusa formalmente o se retiran los cargos. Entiendo que es muy difícil abstraerse de esta situación pero ruego que lo hagáis por vuestro bien. Esta misma semana viene representantes de las universidades más importantes del mundo para conoceros, y con un poco de suerte, concederos una plaza o una beca. Es un momento vital. Os jugáis mucho, centraos.

Aldana mantenía la cabeza en su pupitre. Hacia oídos sordos a aquella propuesta de becas. Ella tenía segura su idea de ir a una importante academia de baile en Francia, cortesía de la academia de su madre.

— no dejéis que el pasado os arruine el futuro.

Unos golpes en el marco de la puerta  hicieron que Aldana levantara la mirada.

— Buenos días— Valerio saludo con unos lentes obscuros que cubrían sus ojos— Feliz navidad, feliz Año Nuevo. Felices reyes. Felices todo, todos felices.— Valerio rio antes de adentrarse al aula.

Aldana frunció el ceño. Después de el descanso por las festividades Valerio no había proyectado alguna señal de vida. Cosa que extrañaba ya que el siempre había sido de saldo atento con ella.

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Aldana rodó los ojos al ver a Valerio conversar con unas chicas de otro grupo. Ella camino hasta el por la espalda— Adiós— Aldana les insinuó que se fueran y eso hicieron.

— ¿Podrías explicarme qué haces?— Aldana pregunto mientras Valerio de giraba y la mirada a los ojos.

— Vengo a estudiar.— Respondió con una sonrisa.

— Lo último que sabía es que Lucrecia dijo que estabas en Chile.

— Querida, pensé que habíamos llegado al acuerdo de no creerle a Lucrecia.

Aldana rodó los ojos antes de comenzar a alejarse. Pero fue detenida por Valerio que tomó su brazo.— ¿No hay un beso de bienvenida?.

— Vete a la mierda, Valerio.

Ella trato de alejarse nuevamente pero fue jalada con más fuerza. Valerio tomó sus mejillas y junto sus labios. Ella se mantuvo quieta por unos segundos antes de responder el beso.

Rebeka quito la mirada de ellos y cerró su casillero antes de adentrarse nuevamente al aula.

𝐑𝐄𝐍𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎𝐒 || ELITE Where stories live. Discover now