ENCUENTRAME.🥀

🥀 Capítulo 66🥀

Austin:

No sabía con certeza lo que haría ni mucho menos con que presicion.

El único objetivo que tenía en mente era salvar a una chica y con ello salir vivo en el intentó.

Pero para eso debía convertirme en un maldito acosador, seguir sus pasos por unos días para saber que tanta era su cercanía con la familia Meier.

Tenía que encontrar el porqué de la noche a la mañana Marinette tenía tanta confianza en el imbécil que casi acababa con mi vida. Y de algún modo buscar la forma de sacarla de todo ese embrollo.

- Austin ¿Te encuentras bien? - Pregunto mí rubio después de darle una mordida a su sandwich.

Deje mis pensamientos de lado y puse mi total atención en él.

- A decir verdad ni si quiera se cómo me siento - Dije y me levanté de mi sitio para caminar en círculos - Tengo qué ver de cerca lo que está pasando con Marinette y con los Meier, no entiendo porque de un momento a otro las cosas cambiaron tan drásticamente y el suspenso me está matando así que empezaré está misma noche.

Sentí mi garganta secarse y un escalofrío recorrió mi interior en cuánto imaginé tener que volver a acercarme a esta tétrica mansión.

Con apuracion tomé mi malteada y bebí hasta que la sensación de sed desapareció por completo.

- ¿Hablas de seguirlos? ¿A los mafiosos? ¿Qué? ¿Te volviste loco? - Respondió Albert en voz alta.

A un que no habían muchas personas en la librería le pedí que guardara silencio llevando mi índice hacía sus labios.

No podía arriesgarme a que alguien supiera mis planes, a si fuera una ansiana que llevaba más de 15 minutos eligiendo un libro o una pareja qué solo venía exclusivamente a comerse al fondo de un pasillo, nadie podía saberlo.

- Guarda silencio cariño que no quiero que se haga pública mi descabellada idea - Suspiré y volví a tomar asiento a su lado - Pero sí, está noche iré a la mansión de los Meier a observar cualquier cosa que tenga relación con la azabache para saber que está pasando pero tranquilo seré precavido y lo hare de lejos.

Al instante en que frunció su entre ceja y una mueca de disgusto apareció en su bello rostro supe que no estaba para nada de acuerdo con ello.

- No sabes lo que dices ni en lo que te estás metiendo de nuevo - Albert dio un golpe fuerte sobre la mesa y se levantó de su lugar tomándome por sorpresa - Arriesgue mi vida y mi empleo por salvarte y ahora por tu propia voluntad vuelves a ponerte en riesgo al dejarte ser visto por esa gente de nuevo.

Mis labios se entre abrieron ante su molesta declaración más sin embargo no dije nada.

Observé sus ojos cristalizados mientras estaba callado.

No podía objetar nada porqué en efecto él tenía razón, me estaba poniendo en riesgo justo cuándo recién llevábamos una nueva vida tranquila, alejados de toda esa mierda de matanzas y sangre.

Entendía que se molestará y se sintiera menospreciado al creer que no pensaba en él, en mí, en nosotros.

Pero si había algo qué me resultaba reconfortante, era darme cuenta que por mucho que me arriesgará estaba haciendo lo correcto.

Trataría de dar libertad a una chica que injustamente en el pasado, ayude a secuestrar y arrebatar su antigua vida.

Después de todo lo qué pasó o esté pasando es por gran parte de culpa mía, sin duda alguna se lo debía.