+18, violencia, romance, desamor y síndrome de Estocolmo.
¿Que pasará con la vida de Marinette?.
Una azabache emancipada de 18 años, luego de ser secuestrada juntó a otra chica por el famoso diseñador Gabriel Agreste.
Llevada a su mansión en Londres...
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Adrien:
El molesto despertador suena, interrumpe mi sueño anunciando que es primera hora del día y por ende es momento de levantarse de la cama.
Sin embargo por una excelente razón este día estoy de muy buen humor, apesar de que es inicio de semana me siento alegre y optimista.
Contrario a días anteriores, donde siempre despertaba de un humor similar al que tiene mi hermano cotidianamente, "Gruñón", odiaba al mundo y deseaba lo peor a todo aquél que se cruzará en mí camino por el simple hecho de levantarme temprano y cargar con sueño. Pero hoy es diferente.
<Gracias a Kagami>.
Por un momento me quedó unos segundos más recostado, cierro mis párpados y logró perderme en los recuerdos de la noche anterior que tuve con ella, la forma en que intentaba alejarse de mí y me rechazaba solo me hacía desearla aún más, justo cómo ahora.
Sin esperarmelo el día de ayer encontré lo que buscaba gracias a papá, ella es el tipo de mujer que puede hacerme enloquecer, no es nada dominante, contrario a ello, su personalidad fría y cruda debo destacar qué me encantan, puesto que ayuda mucho a la hora de someter.
El sólo imaginarla abierta para mí, sudando bajó mi cuerpo mientras su rostro enrojecido trataba de evitarme logra que las jodidas ganas de volver a repetir con ella vengan a mí.
Más no tengo tiempo de hacer algo cómo eso.
<Almenos no por el momento>.
Sin perder más tiempo me incorporo, salgo de la cama, levantó mis brazos y me estiró cómo todos los días.
Apenas y logró dar unos pasos para dirigirme hacía el baño cuándo repentinamente la prominente erección matutina que hay entre mis piernas comienza a molestar.
<Hoy no galán>.
Retomó mi andar a la vez que me despojo de mis prendas en el camino para entrar a la ducha, se que sería más útil poner la alarma 20 minutos más temprano pero suficiente tengo con despertar a las 6:35.
Rápidamente abro el grifo, dejó que el agua cristalina me empapé sólo lo suficiente para despertar mejor y enseguida salgo al instante.
- Joven Agreste su ropa ya está lista - Dice en voz alta una de las mucamas.
- Bien - Respondo mientras me secó.
En cuánto salgo del baño me topo exactamente con la puerta de mi habitación cerrándose, agradezco en mis adentros que justamente la sirvienta no demoró tanto cómo habitualmente hacé al dejar mi vestimenta y me apresuró a tomarla de la cama.
Deslizó las prendas con rapidez sobre mi desnudó cuerpo y le dirijo una breve mirada al reloj en mi mesita de noche, 6:45 am, me queda poco tiempo.
