+18, violencia, romance, desamor y síndrome de Estocolmo.
¿Que pasará con la vida de Marinette?.
Una azabache emancipada de 18 años, luego de ser secuestrada juntó a otra chica por el famoso diseñador Gabriel Agreste.
Llevada a su mansión en Londres...
- ¿Más sopa querida? - Preguntó Margaret haciendome volver a la realidad.
Estaba distraída, tanto qué ni si quiera había escuchado la primera vez qué me preguntó.
Si erá honesta conmigo misma no tenía mucha hambre, más no podía darme el lujo de rechazar el segundo plató de comida.
Después de todo Adrien había dejado ordenes estrictas a las mucamas de asegurarse de qué comiera bien las 3 comidas del día.
Y así no tuviera en absoluto un poco de apetito debía hacerlo o de lo contrario, ellas avisarian de inmediato al rubio y lo qué menos quería erá tener disgustos con él.
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- Seguró muchas gracias, ésta rica - Sonreí aceptando finalmente mientras la veía tomar el plató y llevárselo a la cocina para llenarlo de nuevo.
El comedor quedó en silencio, no había ningún ruido alrededor, a excepción del tic tac del reloj.
No había nadie más presente en la mansión, sólo yo y las señoras de la limpieza.
Para mi mala suerte tenía qué pasar nuevamente los días sola en casa, de alguna forma me recordaba un poco a mis primeros días aquí.
Adrien había salido de viaje con su padre para ayudarle a modelar algunos de sus diseños y ser el rostro temporal de la marca, o eso fue lo qué me explicó antes de irse.
Y al igual que él, mi querida concuña se había ido a un viaje algo similar en compañía de su infiel noviesito.
A un qué por otro lado estaba agradecida por éso, erá bueno no tener a Félix merodeando por la casa siguiendo con su mirada cada uno de mis pasos.
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Había escuchado en días anteriores una pequeña discusión entre ambos, al parecer Félix quería quedarse en casa pero cómo buen novio, almenos asi lo dijo ella, él tenía la obligación de acompañarla a su casting para un papel en una película importante.
