🥀Capítulo 40🥀

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Félix:

Las gotas de lluvia corrían cómo ríos por los ventanales.

Sentado desde el sofá veía detenidamente cómo está se intensificaba a medida qué transcurría el tiempo

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Sentado desde el sofá veía detenidamente cómo está se intensificaba a medida qué transcurría el tiempo.

Sin lugar a dudas esté clima es posiblemente un gran infortunio además de la oscuridad, para cualquiera que éste en carretera a éstas horas de la noche y a un más si esa persona a bebido previo a conducir.

Llevé mi mano a la mesa adjunto y tomé mí celular para verificar la hora, desbloquee la pantalla, 11:00 pm y cómo supuse Adrien no iba a volver.

Arroje el móvil en el sofá y eché mi cabeza hacía atrás, cerré mis ojos intentando convencerme a mi mismo de qué él estaría bien.

Pero en el fondo, una parte de mí me reprochaba por darle poca importancia a su seguridad, cómo si de otra persona se tratará y no de mí propia sangre.

Valla cabron qué soy.

Pude haber dicho algo cómo "Me importas", tratando de sonar lo más honesto y sincero posible para retenerlo en lo qué lograba convencerlo.

Estaba dispuesto a dejar nuestras diferencias a un lado y actuar cómo el hermano responsable qué se preocupa por él.

Más sus acciones me detuvieron.

Por muy enojado qué estuviera no tenía el puto derecho de ponerme un dedo encima, ni de adolescentes llegamos a esos extremos de tocarnos fisicamente por muy fuertes qué fueran las discusiones entré los dos.

Ésta fue la primera y última vez qué lo permitiría.

🥀 [ Flashback ] 🥀

Adrien cruzó mi límite de paciencia en ese preciso momento.

Tenía demasiadas ganas de estrellar mi puño contra su rostro, pero a un asi me obligue a mi mismo a callar y aguantar para no caer en su juego.

No quería hacer más grande la pelea contestando con un golpe y terminaramos despertando a los demás por el escándalo.

Preocupación que se fue al caño en cuánto azotó la puerta al marcharse, eso y sus malditos gritos fueron suficientes para despertar a papá.

Apreté mis ojos en cuánto oí sus pasos acercándose. Gire para encararlo y verle bajar apurado medía escalera atando en nudo las tiras de su bata.

- ¿Qué sucede aquí? - Cuestionó eufórico por haber irrumpido su descansó.

Si había algo qué pudiera empeorar más mi estado en ese momento sin lugar a dudas era que me gritara.

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