+18, violencia, romance, desamor y síndrome de Estocolmo.
¿Que pasará con la vida de Marinette?.
Una azabache emancipada de 18 años, luego de ser secuestrada juntó a otra chica por el famoso diseñador Gabriel Agreste.
Llevada a su mansión en Londres...
- Esto es él puto colmó, hacerte pasar por Adrien para arruinar su amistad con la chica ¿Enserio Félix? No te creí tan posesivo y celoso, ahora mira las consecuencias, lograste alejarte tu sólo de ella -
Mis ojos se apretaron con fuerza tras oírlo mofarse de mí en ese tono burlesco.
Más haya de éso, me enfureció qué me restregara él error más grande que había cometido en mí vida.
Erá Félix Agreste, todo me salía bien, nunca algo estaba fuera de lugar, no si yo me lo proponía, pero esta vez la había cagado y demasiado.
Giré mi rostro sobre mi hombro para ver al responsable de mí repentino cambió de humor.
Y ahí estaba.
Austin descansaba su cuerpo acostado en uno de los camastros de la terraza tomando el sol, él idiota estaba en silencio hasta qué me vio entrar.
Ni si quiera lo había visto, apenas salí al balcón apoyé mis brazos en el barandal observando hacía él jardín.
Nunca imaginé encontrarlo ahí, cauteloso detrás de mi, menos mal no fui tan obvio con el pequeño susto qué me dio tras oír su voz.
- Buenas tardes a ti también - cambie el tema haciendome el desentendido a lo qué dijo.
No tenía ganas de hablar sobre eso y menos con él.
- Sabes, debió ser una tremenda patada en los huevos que todo tu plan saliera al revés, no querías que estuvieran juntos y ahora tendras qué aguantar verlos así 24/7 guapo - su tono de burla comenzaba a cansarme.
Nada podía hacerme enojar más que ver a mi hermano y a Marinette juntos.
¡Ah!, sí había algo que podía hacerlo, qué me lo restregaran en la cara.
- ¿No tienes una chica qué ir a raptar? En vez de joder - Ladee mi rostro sonriendo intentando entrar en su juego.
Si quería joderme con sus estupidos comentarios lo estaba consiguiendo, por suerte mi orgullo erá muy grande, no se lo demostraría.
El pelinegro sonrió y negó con la cabeza mientras chasqueaba su lengua.
- ¿No tienes una novia que procurar en vez de vigilar a Adrien y a Marinette? - refunfuñe enseñándole mi dedo medió y volví la vista hacía el frente, está vez apoyando las manos en el barandal.
Instintivamente mi mirada fue puesta sobre la piscina, y de nuevo Félix observandolos detenidamente.
No podia evitarlo.
Mí preciosa chica nadaba en el agua cristalina usando un bañador que revelaba mucha piel y daba pié a la imaginación.
Provocando sensaciones en mí qué sólo ella lograba cuando estábamos demasiado cerca.
Cuándo éramos sólo nosotros dos...
La vista hubiera sido completamente perfecta si no estuviera acompañada de Adrien y Eithan.
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