Well... why not?

CAPÍTULO 41

Liam me abraza y con cuidado me levanta de la camilla, el rubor de sus mejillas me confirma que está tan alterado como yo. Me presta una pequeña toalla que hay en la habitación para que me limpie y al terminar me ayuda a acomodar el vestido. Recoge su camisa del suelo y se confunde al abrochar los botones, me río y le echo una mano. Le intento peinar la melena con los dedos y él sonríe tiernamente ante el gesto, al terminar me estrecha contra su pecho.

—Mírame —dice con un tono suave, me separo un poco y obedezco.

Me mira y juega a enroscar entre sus dedos un mechón de mi nuca.

—Quería preguntarte si... ¿Te has sentido cómoda conmigo? —Se me derrite el corazón, no entiendo cómo puede ser tan dulce.

Lo rodeo con mis brazos y le doy un beso tímido, me separo un poco y digo:

—Mucho —él sonríe y lleva sus manos a mi cintura —gracias.

Acerca lentamente su rostro al mío y hace rozar nuestras narices antes de besarme. Hace el amago de levantarme del suelo, pero un ruido lo detiene, los dos nos giramos sorprendidos hacia la salida. El pomo de la puerta empieza a moverse y se oyen voces en el exterior.

—He echado el pestillo —dice Liam a la vez que oímos a una llave introducirse en la cerradura.

—Je ne pense pas qu'il y ait personne, entres —reconozco a una voz familiar, intento recordar de qué me suena cuando una cara conocida aparece.

—¿ivette? —Pregunta con una ceja enarcada, yo ofrezco mi mejor sonrisa.

—Hola, Adrien —me mira atónito y pregunta:

—¿Qué hacéis aquí? —Miro hacia Liam y este sonríe

—Es que... —empiezo a decir cuando otra voz mucho más aguda me interrumpe.

—¡Bonjour ivette! —Una chica se asoma por detrás de Adrien, es de constitución delgada y con unos preciosos ojos verdes. Es Noélie, la encargada de Adrien. Recuerdo haberla visto un par de veces y la última me habló de forma muy amistosa.

—Bonjour Noélie —digo y ella sonríe —¿Qu'est que tu fais ici? —mira hacia Adrien y este le sonríe cariñosamente, me fijo un poco mejor y observo que tienen sus manos entrelazadas. "Oh, con que es eso..." digo para mis adentros.

—Veníamos a... —parece observar la habitación en busca de algo que los excuse.

—Digamos que venía para ayudarme en un trabajo. —contesta Adrien por ella, Noélie abre unos ojos como platos y Liam se ríe.

—Creo que deberíamos irnos... —me mira y yo asiento.

—Sí, claro... —me vuelvo hacia Adrien y le guiño un ojo —disfrutadlo. —Él sonríe y mira a Noélie, la cual está muerta de la vergüenza.

Me despido con la mano y Liam tira de mí hacia la puerta, salimos y nos alejamos unos metros. Nos dirigimos a una zona menos atestada de gente y al llegar nos empezamos a reír.

—Por los pelos, ¿eh? —digo mientras tiro de Liam para acercarlo a mí, él posa su mano en la parte baja de mi espalda y sonríe.

—Ha sido emocionante —se humedece los labios y me dispongo a besarlo.

Antes de hacerlo disfruto del momento, estamos en un karaoke, con música genial de fondo, nos podríamos haber metido en un lío hace unos momentos y para colmarlo; Liam acaba de provocar mi primer orgasmo.

Aproximo mis labios a los suyos, y le doy un beso rápido. Formo una pequeña ruta desde la comisura de sus labios hasta su cuello, y me esmero en una pequeña peca. Él suspira de placer y desciende sus manos hasta mis glúteos, da un pequeño apretón y yo sonrío. Entonces oigo a alguien llamarme, me separo bruscamente de Liam y me recoloco el vestido.