CAPÍTULO 32

24 6 206
                                    


No tenemos mucho tiempo, ya que los pasos se han oído desde bastante cerca. Veo a Harry mirar nervioso a su alrededor.

—¿Qué hacemos? —dice con rostro preocupado, yo intento explicarle mi idea lo más rápido posible.

—Ya han oído voces por lo que si nos escondemos todos nos terminarán encontrando. —Hago una breve pausa y él mira a los demás. —Pero si se queda solo uno y asume la culpa, supongo que no serán tan graves las consecuencias... —ÉL parece procesar la información cuando dice

—¿Y si nos quedamos los dos? —hace una pequeña pausa — A mí no creo que me digan nada por ser uno de los invitados del hotel. —Asiento y digo

—Vale pero si nos quedamos tú y yo ¿Quién los ayudará a bajar? —Sinceramente no creo que en el estado en el que están sean capaces de bajar un simple escalón, sin despertar a todos los huéspedes.

—Eso es verdad —dice él pensativo, por lo que he visto antes la puerta se puede abrir desde dentro pero no desde fuera, o sea que tendríamos que acceder desde el interior.

—¿Y si uno los distrae para que se vean obligados a bajar? —Harry asiente y parece estar de acuerdo

—Vale, yo puedo esconderme detrás de la puerta para que cuando salgan a la terraza te vean a ti. Entonces yo aparezco rápidamente y les digo que... —hace una breve pausa para pensar —¡Que me han robado las llaves de la habitación! —Sonríe contento por su idea y añade —Y que es muy importante recuperarlas... —Yo asiento y le digo

—Perfecto, hay que darse prisa.

Entre Harry y yo logramos esconder a los demás detrás de una especie de columnas, les pedimos que se queden callados y que no hagan ningún tipo de ruido. Cuando acabamos con ellos, Harry sale corriendo hacia la puerta para poder esperar ahí.

Tengo que pensar rápido una idea creíble para que no me echen la bronca del siglo ¿Qué puedo hacer? Oigo que alguien abre la puerta y me giro bruscamente para quedar de espaldas, lo único que se me ocurre es echarme a llorar para conseguir dar pena.

—Disculpe señorita pero no puede estar aquí. —La voz de Sebastian me sorprende a unos metros de distancia, parece enfadado. Yo me giro suavemente e intento sacar mi lado dramático.

—Disculpe es que —con un hilo de voz digo —me acaba de llamar mi madre y —me llevo la mano a la boca muy dramáticamente —me ha dicho que mi gatita ha muerto. —Empiezo a sollozar y él parece ablandarse un poco, funciona.

—Siento mucho la pérdida —dice él con cara triste —pero le recuerdo que esto es una zona privada y que los clientes no pueden acceder. —Saco un pañuelo de mi bolsillo y me seco las lágrimas.

—Si,si, disculpe —me sorbo la nariz y digo —Es que necesitaba que me diera un poco el aire... —él asiente y cuando parece que va a añadir algo la voz de Harry se nos une.

—¡Señor Sebastian! Por fin le encuentro... —Este se gira apresuradamente mientras Harry se acerca con grandes pasos —necesito su ayuda urgentemente.

—¿Qué sucede joven? —pregunta con tono preocupado

—Me han robado las llaves de la habitación y necesito entrar ahora mismo por motivos personales. —Sebastian asiente y me mira

—Debo acompañar al señor a su habitación. —Me ofrece una sonrisa sincera y añade —Por esta vez no pasa nada, pero que no se vuelva a repetir. —Yo asiento y los veo desaparecer por la puerta, lo hemos conseguido.

Espero pacientemente hasta oír como se cierra la puerta del ascensor, entonces me dirijo hasta las columnas y veo que están todos bien. Louis, Estela y Claudia están en el suelo retorciéndose de la risa, no sé qué les causa tanta gracia pero consiguen que nos unamos a ellos. A los pocos minutos llega Harry y me explica que Sebastian ha abierto su habitación con la llave maestra y que le ha costado mucho deshacerse de él, ya que es un charlatán. Nos dividimos en dos grupos y conseguimos llegar a la habitación de Harry y Louis sin levantar sospechas de los huéspedes. Una vez allí los llevamos de uno en uno a su respectiva habitación, las primeras son Paula y Claudia, luego Zayn y Estela, y por último volvemos a por Liam y Niall.

Well... why not?Onde as histórias ganham vida. Descobre agora