Well... why not?

CAPÍTULO 8

(la mayoría de capítulos a partir de este son en ingles pero para facilitar la lectura estarán en castellano)

¿Ha dicho Niall?¿He oído bien? Lucía sigue en el suelo al lado de un chico rubio de ojos azules, no lo puedo creer. Llevamos escuchando su música más de dos años y lo tenemos delante, Lucía se ha chocado con él, sigo en shock. Veo que ella se toca la frente como si le doliera y salgo de mis pensamientos para ayudarla.

—¿Estáis bien?¿Os habéis hecho daño? —Lucía me mira confundida y dice un par de palabras que no logro entender —Se ha dado un golpe fuerte, sabéis si hay una enfermería o algo por el estilo por aquí cerca? —Cuando me giro para ver cómo está Niall me doy cuenta de que se está tocando un tobillo, ay no, que lo hemos lesionado. No soportaría la idea de que le hubiera pasado algo por nuestra culpa...

—¿Niall estás bien? Siento mucho todo lo que ha pasado, si necesitas cualquier cosa dínoslo... De verdad lo siento. —Niall parece dolorido pero dice

—Tranquilas estoy bien, creo que tengo una pequeña torcedura, nada que no se arregle con unos días de reposo... —En ese momento mira hacia Lucía, que sigue en el suelo y hace un gesto hacia su guardaespaldas. —Paul nos podrías acompañar hasta el backstage, ahí está el equipo médico y así le pueden hacer un chequeo rápido a la chica, creo que se ha hecho daño.

Un hombre alto de unos cuarenta años, moreno y con una sonrisa agradable se acerca a Lucía y la ayuda a levantarse, al costarle caminar Paul decide llevarla en brazos. Nos guían a todas hacia una estancia lo bastante grande como para caber todos cómodamente y nos piden que esperemos fuera mientras le hacen el chequeo a nuestra amiga. Para mi sorpresa Niall entra con ella y Paul también, una vez estamos solo las chicas no sabemos por dónde empezar.

—¿Sois conscientes de lo que acaba de pasar? —dice Claudia en un tono casi gritando, le hago un gesto para que baje la voz, ya que están a menos de dos metros y solo hay una puerta fina que se interpone entre nosotros.

—La verdad es que no me lo creo, Lucía se ha chocado con Niall, ¡Niall Horan! ¡El mismo que veníamos escuchando de camino a la firma! —digo emocionada porque sigo sin creérmelo —Aunque la verdad estoy preocupada por ella, espero que no haya sido un golpe grave.

—Sí pobre... —Es la primera vez que Estela dice algo desde que estoy aquí —De repente Claudia saca su móvil y me enseña una foto con Niall y dice

—A que es adorable... —Está haciendo pucheros y le recuerdo que lo sigue teniendo a menos de dos metros.

Las chicas me cuentan que cuando la madre de Estela les dijo que no podía venir pensaron en coger un taxi y luego se dieron cuenta de que no traían nada de dinero y que por eso me llamaron. Pues me alegro de que lo hicieran, he podido conocer a mi irlandés favorito en persona. Admiro mucho a Niall, ya que es una muy buena persona, el cual siempre intenta sacarle una sonrisa a los demás. Está dispuesto a ayudar a quién sea, ya lo hemos podido comprobar.

Lucía ha entrado en ese cuarto hace media hora, ¿Y si realmente el golpe ha sido muy fuerte? Los nervios empiezan a torturarme hasta que aquella puerta de madera se abre y sale por ella en una silla de ruedas. ¡¿Por qué va en silla de ruedas!? Me levanto rápidamente del asiento en el que estaba sentada y me acerco a donde están. Paul es quien la lleva y Niall está detrás de él, me fijo en que él lleva un vendaje en el pie, pobre, aunque no parece grave, ya que puede andar normal.

—¿Lucía cómo estás? —Lucía no responde y en vez de eso se comienza a reír, pero no una risa normal, parece una cría de diez años y no sé por qué eso no me transmite tranquilidad. Detrás de ellos sale una mujer con una bata, doy por supuesto que es la doctora, ella nos mira y dice