CAPÍTULO 37

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Un agradable sonido hace que vuelva a abrir los ojos, parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la luz y por fin feo el escenario ante el que estoy. La leve lluvia que hubo ayer se ha intensificado lo bastante como para dejar todas las ventanas llenas de ligeras gotas de agua. Admiro el paisaje desde mi cama y disfruto de este pequeño momento de paz interior, inhalo lentamente y un fresco olor a bosque contenta a mis pulmones. Me permito quedarme así unos minutos más, hasta que noto que la persona a mi lado se ha empezado a despertar.

—Buenos días —dice frotándose los ojos y bostezando —¿Has dormido bien? — Sonríe adormilado, tiene el pelo desaliñado y los ojos un poco rojos.

—Perfectamente —él asiente y dirige su mirada hacia el balcón, parece sorprendido.

—¿Desde cuándo está lloviendo? —Entorno mis ojos hacia la ventana y descubro una pequeña tormenta, llena de nubes y algunos relámpagos.

—Supongo que lleva toda la noche así... —empiezo a decir y él se levanta de la cama.

—Bueno pues —se acerca a la cristalera y un rayo lo sorprende cayendo bastante cerca, da un pequeño salto y se ríe —supongo que pasaremos nuestro último día en Disney en el interior del hotel. —Yo asiento y le sonrío

Contactamos con nuestros compañeros para ver si se han despertado y ellos nos explican que están todos en la habitación de Niall y Zayn. Nos vestimos rápidamente y en menos de cinco minutos estamos tumbados en la alfombra del cuarto de los chicos, junto con los demás. Después de ver un par de películas (obviamente con temática de Disney) decidimos bajar a comer, una vez allí nos servimos todo tipo de comidas y un buen postre.

Al terminar volvemos a subir a las habitaciones y decidimos montar un cine casero, empleamos varias sábanas y un par de edredones para simular una especie de cabaña.

Zayn bromea sobre tirarse encima y desmontarla, pero decide no hacerlo por miedo a que Louis se "enfade". Nos sentamos todos dentro de nuestra nueva construcción y empezamos a ver Dumbo, hasta que Claudia interrumpe.

—Chicos esto está muy bien, pero me falta algo —pone un gesto pensativo y Zayn le pregunta

—¿Pero la película te gusta, verdad? —Ella asiente y entonces se le ilumina la cara.

—¡Ya sé! —dice casi pegando un salto —¡Las palomitas! —Los demás asienten y Paula interviene

—Pero ¿De dónde las sacamos? —Claudia se ríe y dice

—Estamos en Disneyland París, estoy segura de que si salgo del hotel me encuentro por lo menos veinte tiendas con palomitas recién hechas. —Entonces mira hacia la ventana y justo suena un trueno, haciendo que quede todo mucho más dramático.

—La cuestión es, ¿Quién quiere salir a comprar palomitas? —dice Estela con una sonrisa muy sarcástica, los demás nos reímos y Lucía contesta

—A Ivette le encanta la lluvia —me mira y sonríe —¿Verdad? —Yo me río y asiento

—Sí, aunque preferiría no coger una hipotermia —ella se ríe y añado —si es posible.

—¿Entonces lo echamos a suertes? —Dice Daniel, yo niego con la cabeza y me levanto.

—Ya voy yo —dirijo la mirada hacia el gran ventanal y añado —total, casi ni llueve.

La verdad es que fuera está cayendo una fuerte tormenta, pero sé que si no voy yo nadie se va a ofrecer a ir a comprar. Me pongo mi sudadera y cojo el monedero, me dirijo hacia la puerta cuando una voz me detiene.

Well... why not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora