CAPÍTULO 38

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La fuerte lluvia sacude mi pelo, que me tapa la cara nada más separarme de Liam. Este asciende la mano hasta mi pómulo y me acomoda un mechón detrás de la oreja. Me mira intensamente y noto cómo sus pupilas se dilatan, sigue teniendo la respiración agitada. Se muerde el labio inferior y como respuesta yo se lo acaricio con el pulgar.

—Sé que he estado muy mal y de verdad lo siento —dice con palabras sinceras —no volverá a ocurrir, lo prometo. —Parece muy seguro de sí mismo, y sería muy inhumano no perdonarlo por un momento de calentón.

—Te perdono —él parece aliviado y acerca mi rostro al suyo, puedo sentir su cálido aliento a tan solo unos centímetros.

—No sé qué hubiera hecho si... —coloco mi dedo en sus labios y lo hago callar.

Le pongo fin al espacio que nos separa con un beso tímido, él suspira en mi boca y noto como dibuja una sonrisa. Al separarnos envuelve mi cintura con su brazo y dice

—Creo que deberíamos refugiarnos del agua —yo me río y añado

—Estaría bien

Echamos a correr hacia la entrada del camping e intentamos pasar por sitios cubiertos hasta llegar a los bungalows. Una vez allí Liam se despide de mí y me da un beso en la frente, un gesto adorable. Me quedo unos instantes reflexionando sobre lo que ha pasado y al empezar a sentir el gélido aire golpearme todo el cuerpo, decido entrar.

Abro lentamente la puerta y veo que ninguna de mis compañeras ha llegado aún, me sorprende aunque lo aprovecho para deshacer con tranquilidad mi maleta y ordenar mis pertenencias. Me desvisto y tiendo mi ropa en una silla porque debido a la lluvia está empapada. Saco el pijama del cajón y en pocos segundos ya estoy lista para dormir, me meto en la cama y programo una alarma para mañana. Le mando un mensaje a Lucía para ver si van a tardar mucho en llegar y al no recibir respuesta decido acostarme.

Empiezan a sonar las primeras notas de mi canción favorita y en consecuencia me despierto, estiro el brazo hasta la mesita de noche y silencio mi teléfono. Miro hacia la derecha y veo a Estela totalmente destapada, tiene una leve sonrisa en su rostro y el pelo desordenado. En la cama de Lucía hay un bulto bastante grande bajo la sábana, por lo que debe de seguir durmiendo. Me preparo el desayuno y salgo a la terraza para comérmelo, debo poner el toldo, ya que la intensa lluvia no ha cesado. Al terminar cojo mi móvil y escribo un mensaje por el grupo:

—"Hay algún superviviente?"

Al ser las nueve de la mañana no tengo muchas esperanzas de que alguien lo vea, pero para mi sorpresa, Zayn contesta a los pocos segundos.

—"Estamos en el 27 :)"

Me quedo pensativa al leer ese mensaje, me pregunto qué estarán haciendo en el bungalow de Claudia y Paula a estas horas. Salgo rápidamente y cruzo los pocos metros que nos separan, al llegar veo a mis amigas junto con Niall, Zayn y Louis.

—Hola —digo alegremente nada más entrar —¿Qué hacéis? —ellos me sonríen y Niall dice

—Jugando al póquer —recoge la baraja del suelo y añade —¿Participas? —Yo asiento y me coloco a su lado.

A medida que avanza la mañana se van uniendo el resto de nuestros compañeros, hasta que nos damos cuenta de que ya casi es la hora de comer. Zayn y yo nos ofrecemos a preparar una comida rápida, basada en pollo con patatas y algo de ensalada. Los demás parecen estar de acuerdo, por lo que nos vamos a su bungalow y en media hora lo tenemos todo listo. Los llamamos para que nos ayuden a poner la mesa y Estela se presta voluntaria para ir a comprar el pan. Al llevar una semana sin ver a Logan decido acompañarla yo también, así le podemos invitar a que coma con nosotros. Cogemos un paraguas y nos acercamos apresuradamente a la pequeña tienda, nada más entrar Logan se sorprende al vernos.

Well... why not?Where stories live. Discover now