Well... why not?

CAPÍTULO 21

Unos preciosos ojos verdes me miran sorprendidos después de nuestra entrada, seguidos de una sonrisa adorable. A su derecha está sentado otro chico de figura menos voluminosa, esta vez los ojos son de un color azul intenso. Levanto la mano a forma de saludo y el chico de la izquierda me imita, se levanta y se acerca a nosotros.

—Hola a todas —dice con una sonrisa impecable —yo soy Harry —ahora mismo estoy sin palabras. Se me acerca para darme un abrazo y se lo devuelvo casi sin inmutarme. Se separa y veo como rápidamente vuelve la vista hacia el chico de atrás, este lo mira y sonríe.

—Hola, yo soy Louis —se acerca y me otro un abrazo, a la vez que Harry choca la mano con Liam. —me podéis llamar Lou, me gusta más. —esboza una sonrisa muy tierna y vuelve al lado de Harry, ambos son muy amables,

Una vez hemos hecho las presentaciones, nos volvemos a sentar como estaban ellos antes. Nos explican que estaban haciendo tiempo hasta que llegáramos los demás.

—¿Cuándo habéis llegado? —dice Daniel, el cual está sentado entre Zayn y Lucía

—No hace mucho... —contesta Harry —hará un par de horas máximo. —No me había dado cuenta de lo despacio que habla, es adorable.

—¿Cómo lo habéis pasado? —dice esta vez mirando a Louis —este se pone inquieto y Daniel parece darse cuenta —En el retiro por trabajo claro... —suelta una carcajada y le seguimos el rollo para no hacerlos sentir incómodos.

—Ha estado bastante —parece que se piensa la palabra —entretenido. —Mira a Harry, el cual está rojo como un tomate y solo asiente. Niall suelta una carcajada y dice

—No es que no esté deseando escuchar cada una de vuestras anécdotas sobre el viaje, pero... —hace una de sus sonrisas más pícaras y añade —¿No tenéis hambre? —Dicho esto, Claudia que está sentada a su lado le lanza un cojín, a la vez que le dice en tono de burla

—Que raro, Niall pensando en comer... —Nos reímos todos mientras ellos dos se acaban enfrentando en una batalla de cojines.

Unos minutos después decidimos pedir comida a domicilio, ya que ninguno tiene ganas de cocinar. La opción de pedir pizzas termina siendo la ganadora y en menos de una hora estamos todos repartidos entre el suelo y el sofá, con nuestra comida ya servida.

Paula y Estela han ido a buscar a Tom y a Logan para que puedan cenar con nosotros, llegan en unos escasos minutos y por fin podemos hincarle el diente a nuestra cena.

Al terminar de comer estoy tan saciada que no tengo fuerzas ni para levantarme, Harry parece que piensa lo mismo porque añade

—¿Siempre coméis tanto por aquí? —Se ríe y baja la mirada hacia su vientre, se levanta la camiseta y añade con una incrédula sonrisa —¡Hasta se me ha hinchado la barriga! —Nos reímos y él asiente y se ríe con nosotros.

—No te preocupes, que eso se baja luego —dice Louis mirando directamente a Harry—este se lo queda mirando fijamente y dice

—¿Soy el único que está agotado? —dicho esto bosteza y me lo contagia, supongo que el viaje los ha dejado agotados.

—Para nada —contesta Estela bostezando

—¿Ya tenéis vuestro bungalow? —añade Logan, hasta ahora casi no había dicho nada —digo, no creo que vayáis a caber todos en uno... —Harry y Louis se miran entre ellos y dicen al unísono

—Pues no —lo miran y este se levanta

—Pues ahora mismo os voy a buscar las llaves de el de aquí al lado, justo hoy lo ha desalojado una familia holandesa... —Los dos lo miran agradecidos