Well... why not?

CAPÍTULO 15

Me despierta el ruido de mi alarma, parece que no soy la única que lo ha oído, ya que Lucía me tira un cojín diciendo

—Apaga esa monstruosidad —y se vuelve a arropar con sus sábanas. Me levanto y voy hacia la cama de Estela y la despierto, entre las dos conseguimos despertar a la bella durmiente llamada Lucía.

—No sé por qué nos tenemos que levantar tan pronto para ir a la playa —dice con una mueca dramática —podríamos dormir un par de horas más y seguro que llegaríamos bien de tiempo...

Nos intenta convencer de todas las maneras posibles de que la dejemos dormir pero nosotras no cedemos, le decimos que puede dormir de camino y ella parece que se conforma. Se viste con una camiseta ancha y unos pantalones de chándal, como creo que no le hará mucha gracia ir así vestida a la firma le cojo unos tejanos y un top negro.

Sin que se dé cuenta meto también un poco de maquillaje por si las moscas.

En una media hora ya estamos todas preparadas y nos hemos reunido en el bungalow

n. º27. Todas llevamos atuendos corrientes menos Lucía que va de relax total, ella parece darse cuenta y nos dice

—No me habíais dicho que íbamos a ir a la alfombra roja... —mira su ropa y su calzado y añade —si llego a saber que iríais todas tan guapas me hubiera arreglado yo también. —Se ríe y nosotras también, no hay que dejar que sospeche nada...

En ese instante llegan Logan y Tom, Logan lleva unas bermudas de color negro y una camiseta roja de lo que creo que es un grupo de música, va bastante elegante... En cambio Tom lleva un chándal y una camiseta de tirantes del estilo baloncesto, ambas prendas grises.

—¡Hola a todas! —dice Logan alegremente —¿Estáis preparadas? —dice con una sonrisa de oreja a oreja, todas le devolvemos la sonrisa excepto Claudia. Él parece darse cuenta y le pregunta

—¿Sigues enfadada por lo de ayer? —Ella lo mira y decide ignorarlo, la miro y le hago un gesto para que le conteste. Logan está siendo muy amable por su parte, nos va a llevar a una firma a la que ni siquiera él quiere ir.

—Tranquilo —dice al fin forzando una sonrisa —no pasa nada —él parece que no nota el sarcasmo en su voz y le responde con una sonrisa.

Nos dirigimos hacia el aparcamiento donde está la furgoneta de Logan, es toda blanca y no muy grande. Creo que tiene siete asientos, o sea que cabemos justos, Lucía y Claudia se ponen en los asientos traseros y yo en el del medio. Le hago un gesto para que Tom se siente a mi lado y él niega con la cabeza.

—¿Por qué no subes? —le pregunto, ya que no lo entiendo. Él parece estar buscando las palabras adecuadas cuando Logan se le adelanta.

—Tom no va a venir —dice con una cara triste —es decir, no puede. —Creo que nuestras caras de confusión le dejan muy claro que no estamos entendiendo nada. Entonces el italiano se dispone a explicarlo.

—Le prometí a mia mamma que hoy haríamos una llamada y le explicaría todo lo que ha pasado desde que he llegado... —Nos sonríe y añade —a parte tengo varios recados que hacer —dicho esto parece que está triste.

—No te preocupes hombre —añade Paula alegre

—¡Sí! No pasa nada... —digo con una sonrisa —Ya vendrás a la próxima —Él parece menos triste y se despide de nosotras.

Hemos decidido poner las mochilas en el asiento libre a mi lado y Estela se ha tenido que sentar en el asiento de copiloto. Más o menos hay una hora de camino hacia el lugar donde se va a hacer la firma, tenemos suerte de que esté al lado de la playa así será todo más creíble. Nos pasamos todo el camino cantando canciones y hablando sobre cómo nos conocimos, Logan se queda fascinado al escuchar las historias que hemos vivido juntas.