Serendipia #1 [Completa✓]

VIII. Christian

Marihela

–No deberías confiar mucho en mí. Soy nueva ¿Se te olvida?

Me sonríe y debo admitir que es agradable tener una conversación entretenida con él sin discusiones de por medio. No se porqué después de la pelea la otra vez cambien de vista forma mi manera de pensar. Estoy acostumbrada que siempre será la mujer quien es dañada y lastimada por hombres que no las valoran o aprecian lo suficiente, hombres que las utilizan, pero desde el otro día me e puesto a pensar que las mujeres podemos hacer lo mismo. Las mujeres somos malas y hay que admitir que a veces podemos pasar a ser una mierda de persona. Eso solo lo vine a tomar en cuenta cuando Dylan me dijo que yo tampoco tenía ni una sola idea de lo que a él le había pasado y tiene razón. El hecho de que me hayan herido, no implica que todos los hombres en este mundo sean unos idiotas.

Me di cuenta tarde. Y me vine a dar cuenta por el chico el cual a sido el único en enfrentarme y decirme las mierdas a la cara. No me gusta que los demás tengan razón, pero se la tenía que dar. Falle, pero lo que se sigue repitiendo en mi cabeza es la manera tan fácil con la que se descenvolvió conmigo, tanto en la discusión, como aquí que parece haberla olvidado y hablamos como algo parecido a amigos.

Bueno, si nos vamos por palabras técnicas es solo mi amigo, pero ¡joder! Este chico de ojos miel me está haciendo sentir y no se si esto es bueno o malo. De cierta forma me siento en algo nuevo y me gusta. Sin embargo me asusta con la misma fuerza.

De hecho, si soy hipócrita. No quiero que nadie sepa mis cosas, pero quiero descubrir la de los demás. Porque de hecho si quiero. Quiero saber que le a pasado y como le a llegado a afectar.

<<Hipócrita>> Me recriminó.

Lo quiero conocer por más que me cueste admitirlo.

–¿Me estas escuchando!? –Volteo a Valentina quien me mira con el ceño fruncido.

–I'm sorry, no te escuché, estaba pensando. Disculpa.

Suspiro.

–Okey, estaba diciendo que al cine no puede ser, no han sacado películas nuevas.

¡Oh! ¿Para donde vamos ahora? Hay que tener en claro que son las tres y media.

¿Vamos a salir a esta hora?

–Como dije, yo llevo dos semanas y no e salido a ningún lugar, es decir que se los dejo a ustedes –Los señalo menos Rebecka quién está en la cocina.

–¿Y si vamos a un parque de atracciones?

–Si –De inmediato me gusta la idea.

–Cerraron momentáneamente –Recuerda Daniel, haciendo que me desanime de inmediato.

–En ese caso salgamos a comer.

Rebecka sale de la cocina con una taza de frutas.

–¿Están pensando en salir a esta hora?

–¿En serio? Obviamente no. Es para la tarde o noche.

–¿Un bar?

–Dylan se te olvida que por lo menos yo soy menor de edad –Una sonrisa se forma en sus labios.

–No necesitamos tener la edad, puedo conseguir entrar.

–¿Como?

–Mi hermano tiene un bar, en el centro de la Ciudad.

¿Tiene hermanos? ¿Porque no lo sabía?

<<Genia, no has hablado con él en una semana y el poco tiempo que conversaron antes solo discutieron>> Me digo y hasta en mi cabeza sueno sarcástica.